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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Hoy hay huelga





Sí que la hay. Si algún lector interesado quisiera saber el número de españoles que han hecho huelga, hoy 14 de noviembre, francamente lo tiene difícil. Depende de la fuente donde recabemos información  -gobierno o sindicatos- para que las cifras estén en función de sus intereses políticos y económicos, y no nos dirán la verdad, por lo que pocas conclusiones válidas sacaríamos para una correcta comprensión del hecho. Tampoco la cuantía económica de la huelga es posible determinarla. Se habla de 4.000 millones de euros, cantidad resultante de dividir el PIB del país entre los 365 días del año o del trimestre en cuestión. La cifra tampoco es válida. Hay transacciones económicas que se han adelantado por la huelga o algunas puede posponerse a otro día, por lo que es muy complicado y difícil saber con exactitud el número. Es cierto que el consumo de  electricidad, comparado con otros días, nos indicaría aproximadamente con más fiabilidad  la actividad laboral desarrollada en éste día de huelga. Pues bien, el consumo ha disminuido  un 11.08 % de media, lo cual indica la poca incidencia que ha tenido entre la población laboral, si nos atenemos a estos datos. Esto es un dato objetivo que hay que valorar, todo lo demás será opinable aunque respetable.
Sean muchos o pocos los que han optado por la huelga o el trabajo, lo que realmente interesa ahora, es reflexionar sobre la oportunidad de ésta huelga en un país con  casi 6.000.000 de parados, donde encontrar un puesto de trabajo es un lujo al alcance de muy pocos. Resulta paradójico y sorprendente querer superar la crisis económica no trabajando, cuando lo coherente sería lo contrario. Es pertinente preguntarse a quién beneficia esta huelga y si realmente sirve para sacar a España de la crisis tan profunda en la que se encuentra. Para dar una imagen de España de estabilidad y seriedad frente a los mercados y el mundo exterior, no parece ser lo más idóneo. (Mientras esto escribo, la NBC trasmite las algaradas y manifestaciones callejeras de Madrid con enfrentamientos entre la policía  y los manifestantes). Es cierto que el artículo 4º de nuestra Constitución considera a la huelga como un derecho de los trabajadores, también es un derecho el trabajo. Los dos están amparados por  la Carta Magna, nada que objetar. Ahora bien, la razón de la huelga es defender privilegios sindicales y solo beneficia a los sindicatos de clase, -UGT y CCOO- convocantes de la manifestación y más parece una huelga política contra el gobierno de derechas de PP, que a favor de los obreros. En once meses de gobierno estos sindicatos han hecho dos huelgas generales, mientras que en ocho años de gobierno socialista -causante en parte de más de tres millones y medio de parados- solo han efectuado una. Su credibilidad entre la población, está por los suelos y sus desprestigio entre la ciudadanía aumenta a causa de las subvenciones del gobierno, los cursillos ineficaces de formación y los pingues salarios de sus representantes en las cajas de ahorro, a las que ha habido que rescatar con dinero público. Para terminar, sorprende y mucho que parlamentarios de la izquierda (PSOE e IU), hayan hecho huelga, lo que demuestra -según Rosa Díez- (UPyD), "Que usar el escaño para convocar una huelga es el fracaso de la política, ya que es mucho más fácil ponerse detrás de una pancarta que resolver los problemas que los ciudadanos le han encomendado".
Una de las causas que aducen los sindicatos de clase para apoyar esta huelga, es la negativa del gobierno a efectuar un referéndum donde se pregunte a los ciudadanos si están de acuerdo con los recortes que exige la Unión Europea. Esto me recuerda mis primeros años de docente  -recién salido de la universidad- cuando un grupo de profesores jóvenes progresistas, se nos ocurrió preguntarle a los alumnos si querían hacer trabajos de investigación a cambio de suprimir los exámenes. ¿A que no saben Ustedes la respuesta...?





2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con la primera parte de la entrada, dependiendo de la fuente que leamos o escuchemos nos contaran una cosa u otra (dependiendo de sus intereses), pero es que en política es la tónica general, ¿o es que nos podemos fiar de alguien?
    Esto de la política es una cuestión de fe, a ver cuando nos damos cuenta de que no tenemos herramientas suficientes como para saber la verdad, y lo peor es que nadie está por cambiar esto.

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  2. Tal vez no conozcamos la verdad, pero hay que aproximarse. Lo importante es denunciar y descubrir a los que se aprovechan de los demás, sean políticos o no. Corresponde a la sociedad civil estar vigilante para que no secuestren la democracia y para que no queden impunes sus delitos. Cada uno desde su posición y con los instrumentos que tenga a su alcance. Gracias por dar tu opinión. Un saludo cordial.

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