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lunes, 29 de febrero de 2016

Andalucía, así te siento





Así te siento...

Sur por Castilla repoblada,
engalanada por palacios
de ensueño...
Conquistada.
Andalucía embriagada
por campiñas de olivos poblada,
arco iris de colores
en tierra de recios hombres,
de pueblos con paredes encaladas.
"Trabajaores", emprendedores
de trabajo temporero,
con maletas que hablan extranjero,
repletas de proyectos
futureros.
Tierra de aguante en invierno,
de temple, faena y ruedo;
sola con muleta en el albero,
sin burladero.

  antonio gonzález

sábado, 27 de febrero de 2016

Padre Nuestro...





Padre nuestro

Padre nuestro a quien queremos
porque tú lo mereciste,
porque desde el mismo instante
nos amaste, nos quisiste,
como un padre sabe querer
a los que quiere proteger.
Nuestro, porque es de todos,
de ninguno más que otro.
Padre nuestro tan querido por unos,
como denostado por otros;
danos el pan de cada día,
danos la paz en cada instante
a nosotros como a los otros,
y no nos apartes de ti.
Santificamos tu nombre
cuando miramos al otro,
al más débil
de nuestros hermanos,
cuando abrimos nuestras manos,
ayudamos y nos negamos,
y hasta, -a veces- perdonamos;
nosotros, que tanto amamos
como te negamos. 
¡Perdónanos Padre,
por Cristo Jesús,
nuestro Señor y hermano!
  
    antonio gonzález


jueves, 25 de febrero de 2016

La muerte de un mendigo




Ha muerto Rafael

Hoy ha muerto Rafael
un mendigo de Granada
se ha ido sin decir palabra,
pues nada había que decir
desde un banco, su morada.

Ni un reproche en su mirada
ni una  mala palabra
en sus manos extendidas
están todas agolpadas
martilleando nuestras vidas. 

Pocos amigos tenía
casi nadie quien le hablara
harto de sufrir miseria
a la desesperada
se ha marchado con la helada.

Tenía muchos enemigos
el hambre, la miseria,
la soledad, el frío...
pero de todos ellos
el peor era él mismo.

Hoy pocos le llorarán
tampoco le echarán de menos
hoy, algunos se preguntarán
por qué no le ayudaron más
y aceptaron su amistad.

Rafael se nos ha ido
sin hablar una palabra
con la pupila enturbiada
por lágrimas anega
en la ciudad de la Alhambra.

En su rostro hay una sonrisa
hay paz y tranquilidad
de quien harto de sufrir
se encuentra ya en el lugar
donde solo hay descanso y paz

  antonio gonzález




martes, 23 de febrero de 2016

Aquella tarde del 23 F







Nunca olvidaré aquella tarde del 23 F. Tenía 32 años y miles de proyectos en la cabeza por cumplir. Alguien con un tricornio y una pistola en la mano quería que todos los sueños, por los que tantos españoles habíamos luchado, se quedaran arrodillados en los peldaños del Congreso de los Diputados; allí cabizbajos y humillados. De pronto vivía en realidad lo que más parecía un sueño cinco años antes en la facultad de filosofía. Sentía el mismo escalofrío que recorría mi cuerpo cuando "los grises" (policía franquista -porra en mano-) nos perseguían por las calles de la ciudad universitaria de Madrid en los años más duros de la dictadura. No podía creerlo: Estaba asistiendo a un golpe de Estado tan real como la vida misma. Aquella tarde noche fue de las que nunca olvidaré. Con la oreja pegada a la radio y sin poder comunicar con mis padres y suegros, escuchaba atónito el bando militar del Teniente  General Milans del Bosch en Valencia con los tanques en las calles, y militarizando a todos los funcionarios de la administración, entre marchas militares y toques de queda. Noticias contradictorias y confusas eran emitidas por las cadenas de radio, sobre las adhesiones al golpe de las distintas regiones  militares, y pronto empezamos a familiarizarnos con los nombres de los golpistas y la de los antigolpistas. Fue una noche larga de espera y angustia, que a partir de las dos de la mañana fue clarificándose con la intervención del Rey ordenando a los golpistas a deponer las armas y ponerse a las ordenes del régimen democrático.
Hoy han pasado 35 años y parece que fue ayer. España -mi país- es hoy más próspero y reconocido en todo el mundo, como no lo fue  en ninguna otra época histórica. Su transición de la dictadura a la democracia fue un modelo estudiado por muchos politólogos e intelectuales de la ciencia política, que no dudan en ponerlo como paradigma de transición entre un régimen dictatorial a otro democrático, sin derramamiento de sangre y por su ejemplaridad y buen hacer. Pero como en toda actividad humana, siempre hay defectos que hay que pulir y perfeccionar. Actualmente hay muchos ciudadanos que se empeñan en desenterrar el hacha de guerra entre las dos Españas que tan generosamente nuestros antepasados supieron enterrar, mediante la transición del 78 y el advenimiento de la Constitución del mismo año. Algunos pretende volver a esos tiempos pretéritos de odio, revancha  y envidia. Pero la inmensa mayoría de mis conciudadanos no están por la labor, sino por el perdón y el respeto por todos aquellos que en uno y otro bando lucharon por sus ideales, y por el recuerdo de aquellos días para que jamás se puedan repetir. Hoy es uno de ellos.




lunes, 22 de febrero de 2016

A la espera de tu eco




A Umberto Eco

El eco vuelve siempre como referente
nunca se fue sino para volver,
su choque no es acabamiento
es la fuerza del rechazo
nunca por abatimiento.
Tampoco la rosa se marchitó
ni las estrellas de Alessandria
se apagaron o dejaron de brillar:
Suena su voz alta y clara
en el desierto de la superstición.
Umberto, sabio renacentista,
tu existencia fecunda
nos alumbra,
tanto como tus estrellas
en esta noche que vive Europa
de penumbra.
A la espera de tu eco.

   antonio gonzález

viernes, 19 de febrero de 2016

Árboles que lloran






Arboles que lloran

Plátano de Oriente,
árbol de dulzor amargo
testigo mudo de promesas
desechas por el tiempo,
hechas en momentos de deseo
por parejas,
esculpidas en vuestro tronco,
como punzantes heridas
de corazones rotos,
que lejos de cerrarse,
se agrandan creciendo
en vuestro tronco.

Cobijo de  pájaros
cansados del acecho, 
posados en las alturas,
seguros en el follaje
a resguardo, de cazadores
furtivos.

!Arboles talados!
hoy la memoria de vosotros
no es pasado:
la llevo conmigo.
Al menos vuestras lágrimas
verdes que caen
encuentran su destino;
yo, desorientado
sin tierra, camino.

  antonio gonzález



miércoles, 17 de febrero de 2016

Poema sin adjetivos





poema sin adjetivos

Quiero escribir para ti
poemas que no tengan nombre
sin sustantivos ni adjetivos 
comunicar sin gramática
solo palabras y pronombres.
Dejar muchos espacios en blanco
para que tú los completes
y los rellenes a tu antojo
sin intermediarios estancos.
Donde el dolor no se nombre
ni la pena se describa
-(sabemos que están ahí
 describiendo la desdicha)-
Quiero que seas protagonista
de un poema con ritmo
donde la palabra viva
se imponga como metáfora
sin forzar su realismo.

     antonio gonzález




lunes, 15 de febrero de 2016

Raíces





raíces

Árbol de raíz profunda anclado al suelo,
no olvides de donde vienes, libera tus raíces
acomodadas en lo bajo, y busca tus railes:
Aquellos que te llevan hasta el cielo.

Mariposa de colores que aleteas entre tierra y cielo,
que te posas en el bosque mezclando libaciones
de sabores y olores entre las flores,
y fecundas con tu vuelo reparto de vida en celo. 

Por ti brotan retoños nuevos sin hartura,
fruto de poda castrante y herida lacerante
en brazo verde que busca las alturas.

¿Por qué tiendes tan alto para ser cometa errante,
olvidando tus raíces y tronco que de la tierra surgieron
para solo contemplar tus ramas movedizas y vacilantes?

                     antonio gonzález



viernes, 12 de febrero de 2016

Cama sobre ruedas





Naturaleza Quebrada

De pronto todo recobra su desmedido sinsentido,
todo lo miro desde el espejo de mi pupila,
pierde interés el mundo que me mira:
amistades, aficiones, rutinas...vistas desde el abismo.

Mi cama sobre ruedas desplazada de su ventana, 
por donde ya no sale el sol cada mañana;
un paisaje de antenas mudas sin habla,
el dolor hijo de mi naturaleza quebrada.

Días sin amanecer solo de batas blancas,
el dolor sin reloj medidos por una gota,
que desde una bolsa fría, anega mi vena acribillada.

Otorgo poderes con la vista perdida en el silencio,
suplico en mi ruego un veredicto, una vida alargada.
No quiero admitir como respuesta algo tan cierto.

               antonio gonzález



miércoles, 10 de febrero de 2016

Cenizas





ceniza

Embajadora sin voz de la muerte,
conquistadora terrenal de las sombras,
todo lo palideces y lo escombras,
en el tiempo te desvaneces. 

Aliada gris de la morada ajena,
destructora silenciosa de la forma,
viajera inseparable del viento en aventura
en cualquier parte te disgregas.

Amiga inseparable de lo caduco y viejo,
el gris insípido es tu color de humo denso,
como postre anónimo de singular concierto. 

En el ocaso, llenarás los escenarios,
aplaudida desde el patio de butacas,
por huesos de ceniza calcinados.
              
                antonio gonzález


lunes, 8 de febrero de 2016

Soledad





Soledad y Ausencia

Hoy siento frío, mi amor,
un frío que cala mis huesos,
que congela el corazón,
pero aviva mis recuerdos.

Hoy el cielo está plomizo,
sin ningún rayo de sol,
melancólico me siento,
las nubes no son de algodón.

Hurgo dentro mis entrañas,
y solo encuentro desazón,
hoy voy hacia la nada,
no encuentro nuestra llama,
no encuentro aquel calor.

Hace años me dejaste,
buscabas la felicidad,
me apartaste de tu lado,
buscándola en otro lugar,
aún me sigo preguntando,
qué fue lo que hice mal.

Me he pasado la vida,
tratando de juntar leña,
esperando que algún día,
surja la llama y prenda,
procurando en tu ausencia,
que no se apague la mecha.

La llama nunca prendió,
todo se desvaneció,
intenté reconstruir
aquello que un día empezó,
el rescoldo se apagó.

Hoy, busco sin saber a dónde,
tampoco sé que buscar,
busco por todos los lados,
y lo único que encuentro
es tu ausencia,
y mi propia soledad.

   antonio gonzález



viernes, 5 de febrero de 2016

La Trastienda





la trastienda

Como hijo de tendero
me eduqué en una trastienda
aprendí allí tantas cosas
como se aprende en la escuela
ya desde muy pequeño. 

Estudié las matemáticas
la gramática y la lengua;
a sumar cuentas muy largas
y aplicar las cuatro reglas
sin utilizar los dedos. 

Desde una vieja cortina
observaba a la gente
de toda condición social:
Desde pobres de solemnidad
a los más pudientes.

Desde mi observatorio
veía a mi padre trabajar,
detrás de un mostrador
se afanaba por ganar
los recursos necesarios.

Vendía gorras de cuadros,
arroz, galletas, garbanzos,
gomas, libretas, estropajos,
y aunque llovía muy poco,
paraguas, todo fiado a plazos.

A la hora de pagar
no sacaban la cartera
ni una moneda siquiera,
señalaban la libreta:
anótalo hasta que pueda

Mi padre hacía un esfuerzo
por no perder la clientela,
y cada día que pasaba
anotaba más y más
en aquella libreta huera. 

Los clientes aumentaban, 
en la misma  proporción
que aquel cajón se llenaba
de anotaciones y letras,
pero de billetes no.

Cuando llegaba un amigo
mi padre era muy generoso,
dejaba de ser tendero,
y sobre el mostrador
ponía, tocinito, pan, y mosto.

Un día mi padre cerró
aquella tienda ruinosa
donde todo se fiaba;
aunque la mayoría compraba
allí ninguno pagaba,
y así es como se arruinó.
  
antonio gonzález



miércoles, 3 de febrero de 2016

Frustración




frustración

!Qué nostalgia más profunda
se siente en el corazón!
!Qué sinfonía anegada
inunda esas horas vanas!
cuando la savia del alma
se endurece y se aletarga,
como amarga retama...
en desazón.

!Qué gran mentira es la vida
la que nos engatusa y mima!
Nos envuelve en la pasión
en la aventura incierta
en la briega y la ilusión;
y cuando recaes en ella
te llega la frustración,
te desconcierta. 

Cuando la tormenta arrecia
en nublados y oscuros días,
surge de pronto un relámpago
que te alumbra como el día;
!No te sientas afortunado!
es un instante efímero,
cuando vienes a darte cuenta...
!Ya ha pasado!

   antonio gonzález 


lunes, 1 de febrero de 2016

Día de Mercado




mañana
es día de mercado

Mañana es día de mercado
!Niñas, naranjas precoces!
Gritan vendedores a voces
para atraer compradores

Con los productos en tierra
la plaza multicolor
como en fiesta se engalana
sobre fardos de algodón

Pirámides de naranjas
se apilonan en el suelo
es estricta formación
están reclamando dueño

Jumentos pacientes esperan
en aceras estacionados
atados a rejas rumian
la atención entre sus amos

Sudorosos aún están
de transportar mercancía
con los aparejos sueltos
por madrugar al ser de día

La gente de la comarca
con sus cestos en el brazo
van ojeando los productos
que echarán en el capazo

Sentado en su pequeña silla
"Catite" -zapatero remendón-
con tijeras y martillo
y neumáticos de goma
hace albarcas a porrillo
que apila en un montón

En la esquina  de la plaza
desde un camión estacionado
un charlatán vocifera
con megáfono en la mano
vende mantas de Palencia
a precios de miseria y saldo

Ofrece camisas de seda
trajes de fina tela
chaquetón de berbetón
pantalones de franela
y chaquetas de cheviot
todo por unas "pelas"

Allá José el alfarero
ofrece cántaros nuevos
mientras Colás el carpintero
vende las tapaderas
por un poco de dinero

En "el mercao" de mi pueblo
no puede faltar un juglar
que con un tono especial
-sensiblero y emocional-
cantando, cuenta amoríos
crímenes y otros líos
de la España Nacional

Seguido por mucha gente
formando un corro especial
emocionados se sienten
con lágrimas en los ojos
o enfado descomunal
según termine la historia
contada por el juglar.


 antonio gonzález