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sábado, 8 de octubre de 2022

El hábito sí viste al monje


                                                  
                                                       "Observar los lirios del campo como crecen; no se fatigan, ni hilan"

Mateo 6, 28-30



Cada vez es más frecuente encontrar a jóvenes sacerdotes vistiendo el alzacuellos o "clergymen", cosa que no nos sorprende. Hubo una época en que lo "progre" era dejar la sotana colgada en el armario y vestir de seglar para dar ejemplo de inmersión y adaptación al mundo. Una manifestación formal de integración social. Por aquellos años era una prueba del "aggiornamento postconciliar" del Vaticano II, de acercamiento al pueblo, para hacer más cercana la pastoral de los sacerdotes y religiosos, sobre todo, en los barrios del cinturón de las grandes ciudades industriales. Eran otros tiempos donde imperaba la teología de la liberación de Helder Cámara y otros. 

Hoy, las cosas han cambiado, y cada vez los sacerdotes y religiosos manifiestan su condición de elegidos para ejercer su ministerio en una comunidad de creyentes, utilizando el clergymen o el hábito. En una sociedad  secularizada, donde lo religioso cada vez tiende a estar oculto y el nombre de Dios no solo se toma en vano sino que se esconde, es necesario que aquellos que predican el Evangelio den testimonio, y lo hagan, no solo con sus obras y ejemplo sino en sus formas y apariencias. Desde un punto de utilidad pastoral, distinguir a un sacerdote de un seglar es operativo y funcional, ante una situación límite de emergencia para la administración de algún sacramento. Por ello, en una sociedad anclada en lo inmanente con la pérdida del sentido -donde una imagen vale más que mil palabras-, es necesario hacerse ver mediante símbolos que nos remiten a una realidad trascendente, donde la religión aparece como una experiencia simbólica de sentido. Algunos de nuestros sacerdotes y religiosos lo hacen, dando testimonio y siendo confesores de una fe en Cristo Resucitado y de su Iglesia. Rezamos y nos felicitamos por ello. Desde este punto de vista, el hábito no solo viste al monje sino que lo hace necesario.











martes, 4 de octubre de 2022

Oración para iniciar la catequesis



ORACIÓN PARA EL INICIO DE LA CATEQUESIS


(Con las manos cubriendo la cabeza)


“Danos Espíritu Santo,

entendimiento y sabiduría,

para conocer tu palabra.

Discernimiento para distinguir tu mensaje

y caminar por la senda de la verdad.

Danos prudencia para juzgar,

valentía y fuerza para actuar.”



(Con las manos tocando los ojos)


“Danos clarividencia para ver y distinguir

el bien del mal,

para rechazar las cosas de este mundo,

y buscar con humildad el tesoro escondido

para los que te aman. 

Danos una mirada pura:

de compasión hacia nuestros hermanos,

de alegría hacia los tristes,

de aceptación a los que nos miran mal,

de perdón a los que nos ofenden,

de amor hacia los que nos odian”



(Con las manos en cada oído)


“Danos capacidad de escucha:

para oír el grito del hermano pobre,

el lamento del enfermo,

el auxilio del que nos necesita.

Haz que nuestros oídos 

escuchen tu voz de "Buen Pastor"

y la reconozcan.

Hagamos oídos sordos al ruido

del mundo,

que nos ensordece y confunde”



(Con las manos en la boca)


“Concédenos el don de la palabra

para predicar en tu nombre

las maravillosas obras que genera

tu presencia en nosotros.

Danos el don del silencio

para escuchar en nuestro interior

tu voluntad.

Danos el don de la paciencia

para escuchar más y hablar menos.

Concédenos el don del consejo

para llevar tu palabra

a aquellos que aún no la conocen”



(Con las manos en el pecho)


“Jesús, mira nuestro corazón,

para que nunca dejemos de amarte;

para que seamos "Templo Santo"

del Espíritu de Dios,

para que obremos

según la voluntad del Padre,

y no la nuestra;

para que llevemos:

caridad, fe, y esperanza

a nuestros hermanos más necesitados.

Danos valentía para proclamar tu nombre

y ser testigos de tu resurrección."


                          Amén.

          



lunes, 3 de octubre de 2022

Desayuno de Trabajo




No somos ingleses, gracias a Dios, pero los imitamos. Desayunar con la señora huevos con bacon, es una de las gozadas más agradables para empezar a trabajar o hacer el vago durante el resto del día. Algunos consideran una horterada fotografiarse desayunando con su esposa, como es el caso de nuestro presidente de gobierno Señor Pedro Sánchez. Y lo es en lo estético y en lo ético, que como sabemos, van juntos. No por el hecho en sí de disfrutar de dicho momento, sino por hacerlo en un despacho al fondo, dando a entender que el trabajo es lo primero y que lo del buen yantar es secundario. Gruesa equivocación. Churchill, -primer ministro de su Graciosa Majestad durante la Segunda guerra mundial- era un amante de los huevos con bacon dando una importancia relevante al desayuno como comida principal del día, aunque no le gustaba desayunar con su esposa porque siempre le preguntaba durante el desayuno si asistía a los oficios religiosos, eso sí, lo de dejar de fumar puros a esto no se atrevía la Señora.

Durante el reciente viaje a Portugal, los desayunos en nuestro hotel eran copiosos y ricos en variedad, como corresponde a un buffet libre. A ninguno de nosotros se nos ocurrió echarnos fotos durante esta primera obligación a las 7,30 horas de la mañana. Afanados por llenar el plato con huevos, bacon y toda clase de repostería, apenas había tiempo para lo superfluo y sí para lo necesario. Tampoco había tiempo que perder para llenar la taza de café con leche, aunque algunos con el platillo como soporte y la cucharilla dentro de la taza, se afanaban por acumular toda clase de frutas apropiadas para el buen tránsito intestinal e ir al baño como Dios manda. Como la mayoría somos jubilados, tampoco necesitamos leer los periódicos diariamente para estar informados sobre la actualidad y tomar decisiones importantes, que no sean las de qué hay que hacer durante el día para no aburrirse- por esto de que primamos el ocio antes que el negocio-, cosa, que nuestro presidente preocupado por las encuestas, y esas cosas de suma importancia para él, ha de hacer. Mientras, su Señora esposa lee el Financial Time, para aprender economía y poder así llegar a fin de mes, aunque los mal pensados -entre los que me encuentro -  deducimos, que al no saber inglés es más una pose que una realidad. Pero ya se sabe, que lo importante para los políticos es el parecer no el ser. Sea como sea, la foto nos muestra un verdadero desayuno de trabajo a la vez que tranquiliza a la ciudadanía, hasta cierto punto. ¿Hay algo peor que esto? Naturalmente que sí. Los españoles podemos estar tranquilos -yo entre ellos- que después de una noche agitada de insomnio en la Moncloa, nuestro presidente aparezca en la foto desayunando con Pablo Iglesias. ¡Eso sí que es inquietante!






sábado, 1 de octubre de 2022

Un Viaje al Algarve



Viajar no es seguir un programa o folleto de una agencia de viajes. Tampoco es publicitar las excelencias de un hotel o el canto desmesurado de adjetivos apropiados sobre un determinado lugar como, asombroso, mágico, encantador, hermoso, lindo, incomparable…, apiñados en torno a un paisaje de montaña, un río, una puesta de sol, un puente o una playa de arenas finas.  Es todo eso y más. Viajar es salir de la monotonía diaria, la rutina, la costumbre rutinaria. Es encontrarse con  lo desconocido, descubrir lo oculto por sernos lejano o extraño, enfrentados al espacio desmesurado de un lugar y al tiempo finito de un viaje, viviendo un momento novedoso y en el que a cada instante hemos de tomar la única decisión que importa: qué mirar.

Nuestro viaje al Algarve, región del sur de Portugal, no puede calificarse con un solo adjetivo de bueno o malo.  Habrá que calificarlo, y cada uno, podrá valorarlo según su experiencia personal. Yo  lo calificaría con un bien, una nota intermedia entre el aprobado y el notable. Me explico. Numerosas contingencias acontecidas durante el viaje justifican mi valoración; unas debidas a la responsabilidad de los organizadores, y otras, a problemas ajenos a la organización y a sus responsables, que todos conocemos; imponderables que a veces surgen y que tienen difícil solución. Personalmente considero, que volver en autobús cada día al hotel para comer al mediodía, ha partido el día en dos, condicionando el tiempo de visita a los lugares más representativos, cortándolo e incrementando el tiempo en el autobús. Este hecho ha incidido de forma negativa en las actividades diarias.

Pero no todo ha sido negativo. El conocimiento de la gente, la convivencia y la socialización entre todos los integrantes, ha sido lo mejor de esta experiencia maravillosa que da el viajar entre amigos y conocidos: desde hoy nos conocemos mejor y nos queremos más. Sin olvidar los ratos de ocio musicales y los paseos en plena naturaleza. Por lo demás, poner una excelente nota a la gastronomía del hotel así como el servicio de habitaciones.

Sería injusto terminar esta pequeña crónica, sin reconocer con la mejor nota la labor de Juan Lao, jefe del grupo, por su empeño y dedicación en subsanar todas las dificultades de los integrantes de la expedición. Igualmente reconocer la profesionalidad de Juan Francisco, guía del grupo, por su optimismo y empeño por agradar en todo momento. Y a Crisanto, el chófer del autobús, amable y servicial con todos nosotros. A todos ellos mi más sincero agradecimiento.