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viernes, 26 de julio de 2019

Zozobra...




Zozobra...

Te busco más allá de lo desconocido,
sin encontrar siquiera la estela disipada,
en noche de deseo busco en tu mirada,
siempre a la deriva en un mar embravecido.

Apareces y desapareces como espuma blanca,
en olas de nostalgia de un encuentro furtivo,
donde desorientado busco mi destino
entre la seda escurridiza de unas sábanas.

Tú eres mi luna de un mar en calma:
vas y vienes en noche plateada
rozando mis orillas con besos en el alma.

Dejas en la arena tu huella dibujada,
testigo nuestra piel desnuda allí mojada,
ante la zozobra de la muerte y su llamada.


                     
                Antonio G. Padilla



sábado, 20 de julio de 2019

La pequeña cometa





La pequeña cometa


Soy una pequeña cometa
que un viento fuerte arrastró
cuando jugaba en la playa
sin ninguna precaución.
Sin preguntar a donde y cuando
voy sin rumbo entre las nubes
cuando partí de la playa
con muchas incertidumbres.

Vagando de un lado a otro 
sigo suelta sin parar
sin saber a donde voy
o si un día podré descansar.
Espero con impaciencia
parar en algún lugar
y no estar siempre a merced
del viento y su veleidad.

Sueño con encontrar un niño
que me quiera enseñar
que coja mi cuerda suelta
y juntos poder volar 
entre las nubes del cielo 
dibujando garabatos
piruetas en el mar, y así
pasar grandes ratos. 

Y cuando la luna bese 
las olas con su platear
descansemos en la playa
hartos de tanto jugar.


Antonio gonzález padilla


domingo, 14 de julio de 2019

!Ha llegado el circo!




Un circo... 
muy especial


En un pueblo muy bonito
allá perdido en la sierra,
Tonio, Lalo, y Pepón,
al salir de la escuela,
se reúnen en la placetilla
lugar de encuentro y reunión.

El invierno ha pasado
los fríos y el sabañón,
los días son ahora más largos,
presto se acerca el verano,
en el pueblo hay ilusión,
pues la llegada del circo
a la gran plaza del pueblo,
es motivo de alegría
y también de expectación.

Es un circo de animales
formado por perros y gatos,
artistas muy especiales
todos ellos adiestrados,
por hacer cosas inéditas
imitando a los humanos.

El circo se levanta presto
con las sonrisas en sus labios,
los niños acuden contentos
expectantes por asistir
tan gran acontecimiento.

Un redoble de tambor
anuncia el gran comienzo.
!Se abre de pronto el telón
va comenzar la sesión!
De pronto sale un cortejo
formado solo por perros,
una carroza fúnebre
tirada por cuatro perros
inicia el gran acontecimiento.

El entierro es de un finado
un perro bien afamado,
que yace en carroza inerte
por sus amigos llorado.
Le siguen todos trajeados
erguidos a dos pies,
y un cura-perro preside
envuelto en capa fluvial
con un misal en las manos
el cortejo funerario
tan insólito, como especial.

La pandilla de Pepón
queda muda de emoción:
aquellos perros artistas
animales por condición,
andan no solo a dos patas
sino que parecen sentir
como humanos el dolor.

!Acróbatas, trapecistas
volando sobre un trapecio!
!piruetas en el aire
desafiando el miedo!
¿Quien volará más arriba,
la imaginación de un niño
o aquellos animales diestros,
dibujando ante su asombro
volteretas en el cielo?

!Qué bonito es el circo
que llega a un pueblo rural!
rompe la monotonía
de este pequeño lugar,
donde todo lo que pasa...
pasa como casi na.


 Antonio González Padilla




viernes, 5 de julio de 2019

Danilo, el pequeño cocodrilo



Danilo,
el pequeño cocodrilo    

!Hola Chicos! !Soy Danilo
un pequeño cocodrilo
nacido en el río Nilo!

Soy el menor de diez hermanos
salí el último del huevo
cuando los demás nadaban
mi madre muy despistada
atenta a la camada
me relegó en el olvido.

Desde de mi nacimiento
mis hermanos se reían
porque yo solo tenía
para cazar un ojo abierto.

Un día cuando jugaba
en un falso movimiento
una inoportuna rama
me hirió y me dejó tuerto.

Algunos de mis hermanos
a la hora de cazar
de mi se compadecían
y en mi triste soledad,
prometieron
que siempre me ayudarían.

Aquello me emocionó
y aunque lloré por un ojo
a medias por la emoción,
me abracé a mis hermanos
porque más que amigos,
hermanos son.


   Antonio González Padilla


lunes, 1 de julio de 2019

Mateo, el Regalo de Dios





Mateo,
el regalo de Dios

Lalo, Tonio, y Pepón
forman una alegre pandilla
son de un pequeño pueblo
donde ocurren maravillas.

Aquella alegre mañana
caminan por el Morellón
buscan renacuajos y ranas
y nidos de verderón.

De pronto uno de ellos
quedó muy sorprendido
se acercó con cautela
y escuchó un leve ruido.

Escondido entre los juncos
en un pequeño arcón  
había un niño recién nacido
sonriente en su interior.

Aquel niño pequeño
con un gorro cielo-azul
cerraba sus ojos negros
deslumbrado por la luz.

En una tablilla escrita
que se encontró en su interior
había un ruego angustioso
en forma de oración:

"Me llamo Mateo y nací ayer
mi mamá me abandonó 
porque no puede darme
comida ni educación.

Mi papá no sabe que vivo:
!llamadlo por favor!
aquí tenéis su teléfono
pues no sé su dirección".

Mateo finalmente se salvó
de morir abandonado
y encontró a su papá
quien le acogió a su lado.

Su papá decía a la gente
haber sido afortunado
pues de Dios había recibido 
el mejor de los regalos.

El nombre de Mateo
"Regalo de Dios", significa,
así es reconocido
por la lengua hebraica.


Antonio González Padilla