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sábado, 21 de enero de 2023

"Sapere aude", Atrévete a pensar por ti mismo





No hay peor mal que la ignorancia ni más bien que la sabiduría, decía Sócrates el maestro de Platón, hace unos cuantos miles de años. Hoy algunos no piensan así. Cuanto más ignorante sea mi vecino más lo puedo dominar.; cuanto más ignorante sea el pueblo más lo puedo conformar según mis criterios ideológicos. Vivir en la ignorancia o confundir  la realidad con la apariencia es una actitud propia de hombres primitivos carentes de formación y fáciles de dominar. Así quieren que seamos: hombres serviles a expensas de la superstición, el azar, o de su manipulación ideológica. Cuanto más conocimiento tengamos sobre una opción u otra, más libre y más racional será nuestra elección y más humana y libre serán sus consecuencias. Así lo muestra la historia de la filosofía desde Grecia a nuestros días. El conocimiento nos hace libres porque nuestras acciones están cargada de razones. Ya lo intuía Platón: el hombre es libre cuando sale de la caverna y ve la realidad tal como es, sin sombras y no se deja llevar por las apariencias, la mentira, el engaño. De ahí la "paideia" o educación. Educar es salir de la caverna, de las sombras, para mirar hacia la luz la auténtica realidad.
Pues no. Para la izquierda "progresista" es todo lo contrario. Conviene mantener a la mujer embarazada en la ignorancia más profunda para que su elección sobre abortar o no abortar sea según conviene a su ideología imperante de izquierdas. Oír o ver los movimientos del feto es una manipulación burda que quita libertad a la futura madre o mujer gestante y coarta su libertad del derecho a decidir sobre la decisión de abortar. ¡Valiente estupidez! Ahora resulta que tomar una decisión de este calibre ético, en donde prima la información, el conocimiento y conlleva sensatez, precaución, y libertad, es un atentado contra la libre decisión de la mujer. ¿Qué hay de mal en ello? ¿Cómo es posible que el Estado de derecho cuya función esencial es  garantizar los derechos fundamentales de las personas elimine el primer derecho, el de la vida, sin el cual los demás derechos carecen de fundamento? Otra cosa es obligar alguien, ya sea mujer o facultativo, a tomar una decisión que no dependa de su libre albedrío. "Sapere aude" "Atrévete a servirte de tu propia razón", decía Inmanuel Kant, un ilustrado alemán del siglo XVIII, cuando nos recomendaba salir de la minoría de edad a través del conocimiento.