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lunes, 29 de marzo de 2021

La Cuesta




La Cuesta 

En un pueblo hay una cuesta
llamada Cuesta Macano
que hay que subir obligados,
pues la suben los solteros
para bajarla casados.
Se sube con alegría
con pájaros en la cabeza
firmar en la sacristía
lealtad y amor a tu pareja.

Aunque después de pasada
la fiesta y la algarabía
la cuesta cuesta subirla
con presteza cada día.
Ya que todo es pasajero
lo que fue hermoso vigor 
hoy se encuentra atemperado 
atenuado en un viejo zurrón.

La cuesta no es cualquier cosa
se empina la condenada
pero tiene descansillos
para subirla con ganas.
Con arenque en Casa Rulo
y un vaso de vino blanco
iniciamos la subida
con vigor y desparpajo.

Después de un rezo obligado
a Jesús del Gran Poder 
con renovado fervor
pedimos fuerza otra vez.
Para coronar después
en el Plazaluz su meta
y tomarse un carajillo
festejando tal proeza.

      
      Antonio González



lunes, 22 de marzo de 2021

Amar la VIDA



¿Dónde está la esperanza después del desengaño?
Amores que han pasado 
                          efímeros en palabras,
deseos frustrados de promesas vanas,
recuerdos olvidados que el viento ha llevado,
sonrisas sepultadas por lágrimas y llantos.
¿Qué recogeré en el huerto cultivado?
Entre los surcos de la tierra 
no encuentro fruto hallado:
solo sudor en la tierra solapado.                       
                    La vida se escapó...
en el quehacer diario. 
¿Qué meta conseguir cuando todo es pasado?
Amar la VIDA
             como presente dado.

                    Antonio González


martes, 9 de marzo de 2021

Securitas Direct, un okupa en tu casa





Así como suena.  Hay cosas en esta vida, que si uno no las experimenta creería que son de ciencia ficción. Securitas Direct, empresa de seguridad de bienes y haciendas,  no es una empresa fiable ni recomendable: nunca abras la puerta de tu casa a estos profesionales del engaño y la mentira, porque van a salvarla del saqueo ajeno, pero no del propio. No creas nada en su publicidad engañosa: te darán todas las facilidades para instalarse en tu casa, pero te pondrán todas las dificultades para salir, utilizando la añagaza, el señuelo y la callada por respuesta para que permanezcas con ellos. Esta es mi historia, que quiero compartir contigo, para que no te suceda lo mismo que me ha sucedido a mi. 
Hace unos cinco años decidí instalar un sistema de alarma en una propiedad que poseo en el campo. Por consejo del instalador domicilié el coste de la instalación con la tarjeta del Corte Inglés por la facilidad de pagarla en tres cómodos plazos. Una vez instalada, he permanecido cinco años pagando mensualmente los recibos a través de la Financiera del Corte Inglés, cosa que me extrañó al principio, pero a la que no presté atención especial. Nuestra relación durante estos cinco años ha sido correcta: ellos guardaban la viña y yo pagaba religiosamente mi cuota mensual. 
Los problemas surgieron a partir del uno de octubre del año pasado, cuando decidí prescindir de sus servicios y les comuniqué la baja contractual por vía telefónica. La empresa me respondió que la comunicación tenía que hacerse con un mes de antelación, por lo que la cancelación del contrato no podría ser factible hasta pasado noviembre, lo cual fechaba la baja para el 1 de diciembre, que yo acepté voluntariamente, como prueba de agradecimiento por los servicios prestados. Desde este mismo instante, desconecté la alarma como prueba fehaciente de mi nuevo status contractual con  la empresa. Cual fue mi sorpresa, al comprobar meses después, que la baja no se hizo efectiva  en dicha fecha, y que seguían pasando los recibos por el banco a través de la Financiera del Corte Inglés, hecho que lamentablemente no tuve conocimiento hasta la fecha actual, cuando revisé mis apuntes bancarios, llevándome esta desagradable sorpresa. Inmediatamente ordené a mi banco la devolución de las cuotas pagadas a partir del mes de diciembre.
A finales de enero del corriente, me comunican que la baja no había sido efectiva, porque yo no había cumplimentado formalmente un modelo de cancelación preestablecido por la empresa con mis datos personales y la fotocopia del carnet del DNI -(hasta entonces nadie me había informado sobre este procedimiento)-Efectuado este trámite, consideré ingenuamente, que mis relaciones con Securitas Direct habían finalizado satisfactoriamente, pero no fue el caso. Tuve que reenviar por tres veces la documentación por correo electrónico, ya que -según ellos-, ésta siempre llegaba en blanco. Finalmente por mediación de uno de mis hijos pude conseguir mi propósito, que la documentación para la baja con todos mis datos personales llegase a buen puerto, tal como se me confirmó telefónicamente. ¿Creen ustedes que ya había conseguido rescindir mi contrato como ansiado objetivo? Pues no, no me sean ingenuos, que para ingenuo me basto yo solo: hasta el día de hoy en el que escribo este artículo, aún sigo esperando la  confirmación oficial por escrito de mi baja y cancelación del contrato, sin comprender dónde está el problema y por qué me suceden estos hechos tan desagradables, habiendo sido un cliente ejemplar. 
La última comunicación que he recibido de Securitas Direct, es que debo mandar mis datos personales para conseguir la cancelación del contrato, la baja... etc, etc. Más de lo mismo... ¿Creen ustedes que lo conseguiré? Esa misma pregunta me la hago yo, pero aún no he recibido respuesta. ¡Seguimos esperando!