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domingo, 24 de diciembre de 2023

Aquellos días de Navidad...





Escribo con el canto de los niños de San Ildefonso al fondo de mi escritorio, desde un ventanal frente a Sierra Nevada. La lotería es un ritmo que nos evoca el paso del tiempo. Evoca en mí, tiempos ya pasados añorados y queridos. No me refiero a los grandes momentos de nuestra pasada historia, eventos y acontecimientos muy importantes que cambiaron a nuestro País desde lo político, lo económico y los social, sino al paso inexorable del tiempo en sentido trascendente y la ausencia de nuestros seres queridos en nuestro interior. Recuerdo la muerte de mi padre hace ya 43 años, siendo más joven que yo ahora.  Nunca tocó la lotería en casa, si acaso un reintegro o pedrea, pero de eso no pasaba. Papá nos decía que la verdadera lotería era el trabajo. Entre sus principios y lo poco que jugábamos, he aquí el resultado. El azar y la necesidad van juntos de la mano y lo inesperado puede suceder en cualquier momento de la vida. La diosa griega Tijé -diosa de la casualidad y la abundancia- nunca se portó bien con mi familia en la prosperidad económica, aunque sí en otros aspectos de la vida. El azar nos acompaña todos los días de nuestra vida. Es una lotería que jugamos todos los existentes mientras vivimos, impredecible compañera de camino que puede asaltarnos cuando menos lo esperamos, respecto a hechos o sucesos que no controlamos: nuestros logros económicos, la suerte en las relaciones sentimentales, la conservación de la salud, etc. De ahí el consejo del estoico que no deja lugar a dudas: concéntrate en lo que está en tu mano, y despreocúpate de lo que se haya fuera de tu alcance. Lo demás no debe preocuparnos: sabemos con certeza que el final nos tocará a todos esa lotería inherente a nuestra condición humana. Hablando de la lotería, recuerdo el soniquete en la radio de la cocina y a mi padre sentado junto al fuego del hogar con las manos extendidas para calentarse. Mi padre celebraba más que el premio, el hecho de sobrevivir un año más con la tranquilidad que daba la cosecha recogida: el parral de uva de barco vendido , el aceite en la despensa y el mosto en el lagar. El aroma del café recién hecho y la leche de cabra cocida en el cazo, son aromas que asocio con las mañanas de vacaciones en casa, en aquellos fríos días de invierno. Por fín las vacaciones de Navidad, lejos del internado y de la disciplina castrense que allí se impartía, disfrutando del calor de la familia. 
Por entonces, mis pensamientos e inquietudes estaban en otras cosas, no menos importantes para mi: montar el Portal de Belén en casa y para ello contaba con la ayuda de mi amigo Lalo, mis hermanos y mis primos. Una tropa ingente al servicio de la tradición. Había que ir a Fuente Agria para coger musgo, líquenes apropiados, para construir el río con papel plateado sacado de las tabletas de chocolate, y donde nunca faltaba el Tío de la higuera, rememorando un hecho real que aconteció en la comarca con final feliz. Se celebraba el triunfo, la valentía, la suerte -o todo a la vez-  la de aquel hombre, que  salvó la vida de morir ahogado, subido a una higuera arrastrada por la riada de agua que apareció flotando a siete kilómetros río abajo. Aquel Belén era el fruto de muchos esfuerzos y de mucha imaginación. Había día y noche, gracias a la instalación de la electricidad y de quitar los plomos del contador cada vez que tocábamos sus cables. La ilusión de mis hermanos y primos por conseguir el máximo realismo, se traducía en la estrecha colaboración que todos prestaban con diligencia, aportando ideas y materiales apropiados, por lo que el el Belén era la síntesis de las ideas más descabelladas que se nos ocurría. Hasta que llegó el día de su inauguración; comenzaba la fiesta más entrañable que recuerdo. Toda la familia se reunía en torno a Papá, Mamá, nuestros tíos y primos, para cantar villancicos entre mantecados, roscos y copas de anís. Allí estaba el tío David con su palabra fácil, contando anécdotas familiares, cuando no narrando hechos que a nuestra mente infantil le costaba distinguir entre fantasía y realidad. Mis hermanos, primos, y yo mismo, quedamos impresionados de sus relatos: era el fiel reflejo de nuestro abuelo David en su aspecto tranquilo y bonachón, a quien echamos de menos por su muerte prematura. Nuestra casa era un Belén viviente donde nos juntábamos toda la familia gracias a su céntrica situación. La alegría de la familia reunida era un regalo solidario de afecto y cariño. Aún resuenan aquellas risotadas de la Tía Jacinta, que no sorprendían a nadie,  hasta que surgían de repente por su espontaneidad y fuerza. O escuchar a la prima María hablar con devoción religiosa  del servicio a la Iglesia y su compromiso con la parroquia, bajo la atenta mirada de la Tía Trinidad, su madre,  hermana de nuestro abuelo David. Y qué decir del primo Manuel, familiarmente le llamábamos "Manolico", quien con su ejemplo nos daba lecciones de humanidad y dignidad a aquellos que le conocimos, y que tuvimos el placer de convivir y disfrutar de su compañía. Por aquellos años, el primer rostro que veíamos al descender del tren era la de Manolico, y el primero en transmitir la noticia del momento más relevante del pueblo, la conocíamos  por sus labios. Los niños y mayores veíamos a Manolico como una verdadera institución en el pueblo, él era el encargado de llevar la correspondencia de correos a la estación del ferrocarril a una distancia aproximada de dos kilómetros. Aquel trayecto lo hacía todos los días del año de forma sistemática y puntual, junto a su viejo burro. Era el cordón umbilical del pueblo con el exterior. No solo surtía al pueblo de correspondencia, noticias y periódicos, sino de paquetería que acarreaba en el viejo serón de su jumento. No era tan puntual como el filósofo alemán Inmanuel Kant, que cada vez que salía de casa para impartir clases en la universidad las mujeres ponían el reloj en hora, pero casi; de tal manera, que día tras día, no faltaba a la cita del tren correo de Almería-Madrid y viceversa. Era tal su regularidad que había un dicho en el pueblo que decía así: "haga frío o calor, Manolico a la estación". Efectivamente, tanto en los días fríos de invierno, con nieve y lluvia,  como en el caluroso verano, la primera silueta que divisamos cuando el tren de vapor, cansino y sediento por el esfuerzo realizado, se acercaba lentamente a la estación para repostar, era la de Manolico, con las sacas de la correspondencia en cada mano y ritualizando el momento de la entrega. La campanilla de la estación reclama la atención de los viajeros la llegada-salida del tren, y el estruendoso ruido de los frenos de la máquina, nos advierte que hemos llegado a nuestro pueblo.
Por si éramos pocos, la presencia del Tío Paco, hermano de mi padre, era un aditivo más a aquellas tertulias familiares. En ellas nos contaba sus aventuras en el servicio militar y los saltos en paracaídas en la Base aérea de Alcantarilla, con la sorprendente admiración de la chiquillería al que considerábamos un héroe.
Nosotros éramos los de la generación que comía arroz con conejo los domingos, nos alimentabamos cada  año con la matanza del cerdo, e íbamos a la escuela con carteras de pana. Teníamos todo el futuro por delante; ahora solo nos queda el pasado donde se apilan los recuerdos de los ausentes a los que acompañaremos, unos antes que otros. No, no nos ha tocado la lotería de Navidad, aunque sí otra más importante: la de la VIDA; esa sí que es importante. Al menos seguimos con buena salud, que no es poco, respirando el aire sano del pueblo que nos vió crecer, con el aroma a chicharra a la brasa, y la mirada complaciente de la sierra a través de la ventana, a la espera de ser cubierta por un manto blanco.
                             
                                                                 
                                                                                   Antonio González Padilla



Dedicado: a mis hermanos, Marina, Paqui y Juan David. A mis primos David, Maricarmen, Marina y Bernardo Miguel. Para que nos sintamos agradecidos y orgullosos de nuestra familia y de los valores que supieron inculcarnos.




viernes, 22 de diciembre de 2023

NAVIDAD





Aquí seguimos unos junto a otros sin preguntar de qué lado estamos o a qué ideología política pertenecemos. Somos los de la generación de la posguerra que aún seguimos  con la misma ilusión de siempre: seguir adelante, vivir la infancia que nuestros padres nos enseñaron bajo el respeto y la obediencia, y celebrar la Navidad.
Es cierto que Mamá no irá al horno del vecino Ángel, en las vísperas de Noche Buena a amasar los ricos mantecados hasta altas horas de la noche, los roscos de vino o de aguardiente con los que se nos hacía la boca agua, como acostumbraba cada año. Las vísperas de Navidad en casa eran tan importantes como las mismas fiestas. Mis hermanos y yo vivíamos las fiestas con tal intensidad que nos dejaba marcados para siempre. Era la estación de la abundancia. Había de todo: uvas de barco colgadas, naranjas precoces de Nacimiento, bollos de leche, carne de membrillo, polvorones, alfajores y mazapán..., y hasta turrón duro; además de la matanza del cerdo recién hecha con sus jamones colgados y el lomo de orza en aceite. Cuando papá abría la caja surtida de turrones en torno a la mesa y se escapaba alguna lasca o almendra que echarse a la boca, sabíamos que ya era navidad. Hoy, nos seguiremos juntando la familia como hacíamos antes, y tratamos de reunir a nuestros hijos y nietos como siempre hemos hecho. Recordaremos a Papá antes de sentarnos a la mesa cuando nos alababa o nos reprendía, según las notas trimestrales, a cada uno de mis hermanos por su rendimiento escolar. Estaba orgulloso de que su hijo mayor supiera latín y sumar los números con suma rapidez. O mis hermanas sacaran notas brillantes en gramática o geografía. Alababa a mi hermano menor por sus buenas notas y mantener aquella beca salario, que el Régimen concedía con generosidad a los estudiantes más dotados, por su mejor rendimiento, esfuerzo y trabajo. Mientras, Mamá preparaba en la cocina el pollo relleno, del que desconocemos sus ingredientes, pero que tanto a mis hermanos como a mi, nos sabía a gloria.
Los que aquí seguimos, honramos la memoria de nuestros padres y abuelos cantando villancicos, con zambombas, panderetas y el sonido rítmico de la botella de anís, como siempre hemos hecho junto al Portal de Belén. Seguimos la fe que ellos nos legaron con autenticidad y devoción. Tratamos de huir del consumismo materialista y del ruido vacío de la sociedad de consumo, aunque sea más un deseo que una realidad. Centramos nuestra atención en el Misterio de la gruta de Belén, en el regalo que Dios da a los hombres de buena voluntad, asumiendo nuestra carne en la pobreza y humildad del pesebre y manifestándose a los más humildes y necesitados: los pastores. Con el último bocado de la cena de Noche Buena, iremos al templo para celebrar la eucaristía y vivir en nuestro corazón el nacimiento de Jesús, compartiendo el Pan y la Palabra con todos nuestros hermanos, deseándoles paz y Gracia de Dios como hombres de buena voluntad. ¡Feliz Navidad!




jueves, 21 de diciembre de 2023

Arrugas





Recuerdo en mi recuerdo
la humedad en tus ventanales
perdido en la niebla
en la estrechez de tus calles.
Tus muslos transparentes
muestran la impostura 
al joven que soñaba
con pechos de agua fresca
sumido en su locura.
Hoy he vuelto a tu lado
busco en tus calles la piel
turgente; 
con la inocencia del niño
que encuentra su juguete
perdido en el desván
del recuerdo,
con arrugas crecientes.

      antonio gonzález



viernes, 15 de diciembre de 2023

Todas, todos, todes...y lo que sigue





Hablamos de nuestra lengua. Hablamos del respeto que debemos tener a nuestra lengua, la segunda lengua del mundo más extendida y hablada por más 500 millones de hispanoparlantes. Nuestra lengua es fruto de un largo proceso cultural cuajado durante siglos que nada tiene que ver con intereses políticos de ninguna clase. Lleva mucho tiempo entre nosotros desde sus orígenes con el Arcipreste de Hita, el Marqués de Santillana (s.XIII y XIV)  pasando por Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Alas Clarín, Lorca, Machado, Borges, Delibes, Cortázar Martín Santos, etc , y es -junto a otros- el principal elemento de nuestra identidad. Une, identifica, y cohesiona a esta realidad nacional, a esta gran nación compuesta por ciudadanos libres e iguales que llamamos desde antes de la fundación de Roma, Hispania. Preservarla, hablarla y escribirla correctamente, es deber y obligación de todo ciudadano español, también de aquellos que tiene la suerte de hablar además del español, otra lengua, como el catalán, gallego, vascuence o aranés.
Cosa que no hacen aquellos que emplean el lenguaje inclusivo como: todos, todas, todes, albañiles y albañilas, mecánicos y mecánicas, sastres y sastras, contentos  y contentas, venido y venida, todos, todas... etc.  La artificialidad del lenguaje inclusivo que hoy se pretende imponer por la fuerza desde "instancias oficiosas", es un instrumento artificial de dominio que solo pretende la imposición de una determinada ideología, para desde lo más profundo del pensamiento hacernos reflexionar de una forma determinada que incide en el modo de conocer, sentir y vivir la realidad. El desdoblamiento de género no es usado por el pueblo como habla común, sino por algunos políticos de ideología progresista que la utilizan como instrumento distintivo del resto de hablantes. Este hecho nos parece un error, porque en español el masculino implica ambos géneros gramaticales: masculino, femenino y el neutro; son los únicos géneros que existen. Desde la biología tenemos sexos, no géneros. Así que para dirigirse al público  no es correcto decir "españoles"  y "españolas", "niños y niñas"; decir ambos géneros gramaticales es correcto solo cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes como, hombres y mujeres, damas y caballeros. Hay que dejar libertad para que cada cual hable como quiera, sin ninguna imposición, solo la que marca o determina la regla gramatical.
En español existe el participio presente que no tiene ni género ni número, son genéricos verbales, neutros, genéricos válidos tanto para hombres como para mujeres. El participio presente de amar es "amante", de vivir "viviente", de sentir "sentiente", de cantar "cantante", de ser el "ente", el que es. Al verbo en infinitivo se le añade el sufijo "ente" que significa el que ostenta o tiene esa cualidad o capacidad para... Por ejemplo, "el amante" es el que tiene la capacidad de amar, "el viviente" el que tiene la capacidad de vivir, etc..., y así sucesivamente. El que tiene la capacidad de presidir se le llama presidente y no presidenta, aunque "presidenta" como palabra, está reconocida por la RAE.
Que cada uno hable como quiera, pero que la izquierda "progre" no nos imponga el desdoblamiento de género del lenguaje porque es un modo regresivo de habla y de falta de respeto a nuestra lengua, cuando no de la ignorancia, contrario al esplendor y pasado histórico de nuestra lengua. Además suena fatal. Que no traten de convencernos que con el uso de tal lenguaje defienden a las mujeres porque no es verdad.  Es más bien fruto de una imposición ideológica, creada a propósito por grupos de presión, para imponer el pensamiento único como instrumento ideológico de dominio a toda la sociedad, más que como un avance progresista y moderno de nuestra lengua. Se empieza por la lengua... y ya sabemos en qué se termina.



domingo, 10 de diciembre de 2023

España, irreconocible





"A España no la va a reconocer ni la madre que la parió". Estas palabras de Alfonso Guerra pronunciadas hace más de 40 años hoy son de vigente actualidad. Este y no otro es el programa del "Sanchismo" al que asistimos atónitos los españoles, sorprendidos por la rapidez de como los acontecimientos nos sobrepasan sin darnos tiempo a reflexionar los cambios que nuestro País experimenta y asimilar sus consecuencias. Muchas son las causas y no solo de este gobierno, también de los anteriores, unos por acción y otros por omisión. Nada de esto hubiera sido posible sin la pérdida de valores que hemos padecido que actúan  como causa principal de estos cambios, sustanciados por la clase dirigente de izquierdas y que ostentosamente se autoproclama progresista. La sustitución de los valores éticos del humanismo por otros de dudosa índole, es un hecho incontestable. La verdad, la honestidad, la integridad, el respeto a los demás, la sustitución de la cultura del esfuerzo por un falso igualitarismo, han sido sustituidos por el hedonismo, el relativismo, el todo vale, el postureo, el materialismo, la imposición de un relato histórico ideológico, la manipulación desde el lenguaje, el egoísmo, y la proclamación del "Carpe Diem" como único mensaje válido de sentido, son "los valores" que imperan en nuestra sociedad. Y todo esto, se ha ido extendiendo en nuestro cuerpo social como metástasis de un cáncer que avanza de forma inexorable, invadiendo las instituciones vitales de nuestro Estado de Derecho, destruyendolo por dentro cuando no cambiando sigilosamente su estructura y comportamiento. Todo, sustentado y dirigido por un sociópata presidente sin escrúpulos cuyo  leitmotiv es  mantenerse en
 el poder a toda costa.
Esta pérdida de valores humanistas en nuestra sociedad, afecta a un cambio de paradigma  cuyos efectos a día de hoy, son impredecibles. Analicemos estos efectos. Empecemos por la educación, convertida en domesticación ideológica y no en formación de personas libres, donde se premia la ley del mínimo esfuerzo,  donde trabajar mucho y estudiar duro es malo y poco igualitario; donde pasar de curso con asignaturas suspensas rebajando los contenidos programáticos es un hecho. Si  a esto comprobamos el adoctrinamiento en ideologías de género y la manipulación ideológica de la enseñanza de la Historia de España, según el territorio en el que se estudia o el color ideológico del gobierno de turno autonómico, entonces, se explican en parte, los resultados desiguales según los territorios del reciente informe PISA sobre la educación en España. Si a esto añadimos, la falta de disciplina en nuestras aulas porque la autoridad del profesor ha sido puesta en entredicho, tenemos una radiografía acertada del deterioro de la educación en nuestro país. Se impone un pacto nacional en educación entre los partidos mayoritarios de PP y PSOE, de una vez por todas, que respete las alternancias políticas.
Crear una ingeniería social fraudulenta a base de trucar las encuestas para ayudar al partido del gobierno  con el dinero público de los españoles, -lo que hace Tezanos-, en una burda manipulación a la opinión pública con encuestas que nunca aciertan y siempre favorecen al gobierno, es una tomadura de pelo a los ciudadanos y al pluralismo político. Negar entrevistas a los medios que no son de tu cuerda, creando una división de buenos y malos para después deplorar que los medios de derechas son superiores a los progresistas, y filtrar lo importante en tus medios despreciando a los demás, es un sano ejemplo de "equidad entre los medios", tolerancia, pluralismo político, transparencia institucional y participación democrática, que emplea a menudo el sanchismo. 
Hacer de la mentira en público una costumbre, es "bueno y saludable" porque permite rectificar al que lo hace, creando respuestas ocurrentes y comparaciones odiosas con la oposición, incluso, inculpando a ésta aún no teniendo competencias. Si cuela, cuela. Aquellos que pasan de los 50.000 euros al año, son ricachones, y a esos hay que freírlos a impuestos para poder mantener los chiringuitos con tanto parásito que vive a costa del gobierno, repartiendo pobreza a cambio de una fidelidad en el voto inalterable para impedir que gobierne la derecha. Los empresarios son unos egoístas insolidarios, chupópteros  del pueblo a los que hay que exprimir hasta la extenuación a base de impuestos e impedir que sus empresas generen beneficios y riqueza a cambio de empobrecer a la clase obrera, ganando  dinero obsceno para terminar oculto en paraísos fiscales. Colonizar a las empresas públicas con jerarcas de tu propio partido o poner al frente a amiguetes de la juventud en cargos ficticios, pese a no tener la preparación adecuada, es un ejercicio obsceno de amiguismo y solidaridad incondicional, como pago adecuado  por ser quienes son, un ejemplo paradigmático de "buena economía." Crear incertidumbre legal e inestabilidad territorial -algo que sistemáticamente hace este gobierno comunista de Sánchez,  es el mejor modo de "atraer empresas" e "inversiones extranjeras" que tanta falta hacen para nuestro País. Permitir la entrada de inmigrantes indiscriminadamente, favoreciendo los intereses de las mafias, es de una inmoralidad sin nombre. Hacinar a estos en hoteles pagados por los contribuyentes, para después soltarlos a su suerte en cualquier ciudad de cualquier autonomía, sin conocimiento previo de las autoridades autonómicas, se llama "correcta cooperación" entre la administraciones estatal, autonómica y local.
Los jueces son una caterva de fachas que hay que atar en corto cuanto antes, así como las instituciones de justicia, afines a la derechona fascista más rancia y trasnochada, cuyos intereses son opuestos a las políticas progresistas de izquierdas. Para ello se cuenta con "la ayuda inestimable" de los secesionistas catalanes afines al prófugo Puigdemont, que mediante reuniones periódicas en una mesa común en el extranjero, vigilarán y corregirán los desvíos de los tribunales de justicia  con la supervisión de un intermediario internacional ¡Qué más da que salte por los aires el equilibrio de los tres poderes de Montesquieu o la humillación de un país, si todo se hace para mayor gloria de Pedro Sánchez! ¡Qué vergüenza!
Perdonarle a la manirrota Cataluña 15.000 millones, además de concederle un cuponazo a la  vasca que rompería la caja única de España, como recompensa por lo bien que han sabido gestionar su economía gastandose millones y millones de euros en supuestas embajadas, en las que se hace una política contraria a los intereses de  España, en detrimento de otras regiones de España, que han sabido contener el gasto, más pobres y necesitadas que ella. Es otra señal inequívoca de "la igualdad distributiva" tan cacareada por la izquierda progresista, y su forma moderna de entender la equidad entre los ciudadanos. 
Crear la nación vasca con ciudadanos de primera frente al resto de españoles de segunda categoría, es otro acierto de esta política de "progres", solidaria con "los pueblos oprimidos" como es el caso de Las Vascongadas, donde "Otegui es un hombre de paz" que simplemente trabajó como terrorista por unos lustros, y que aún sigue sin condenar el terrorismo de ETA. Todo muy idílico y fantasioso, por no decir mentiroso y falso, si no fuera porque se cargan el artículo 2º de nuestra Constitución donde todos los españoles somos iguales, vivamos donde vivamos. ¡Para llorar y no echar lágrimas! Y así podríamos seguir, y seguir para nunca acabar.
Quedan otros temas en el tintero que trataremos en otros artículos. Seguiremos descubriendo las mentiras y falacias del peor Gobierno de la democracia de España desde la proclamación de la Constitución del 78. Así lo esperamos.







viernes, 8 de diciembre de 2023

!Qué no se salgan con la suya!




España tiene un problema. Un problema muy grave: tenemos como presidente del gobierno a un sátrapa. "Para millones de españoles ya no es nuestro adversario político, sino nuestro enemigo. Nadie puede abusar de la Ley de todos sin convertirse en un gobernante odioso y odiado. Por mucho que despliegue sus plumas de pavo real" (Antonio Robles, Libertad Digital). Este sujeto no puede salir a la calle para tomarse un café sin ser abucheado. Su futuro no se lo deseo ni al peor de mis enemigos. ¿Dónde se meterá cuando lo echen a patadas del poder? sitio no habrá en la tierra donde  esconderse o estar tranquilo. Ayer en una entrevista en Antena 3 TV, se atrevió a decir una sarta de mentiras a las cuales no estoy preparado ni educado para soportar. Se atrevió a decir a Susana Griso lo siguiente: "El PP, si no hubiera dependido de los votos de Vox para poder sacar adelante la investidura, y solamente del nacionalismo periférico, hubiera aprobado la amnistía" Después, se quedó tan ancho. En España tenemos un refrán que le va como anillo al dedo: "Cree el ladrón que todos son de sus misma condición". No, no lo soporto y la mayoría de españoles, tampoco. Ya no se trata de estar de acuerdo con una postura ideológica o con una determinada ley que puede en un momento determinado ser erradicada o cambiada, "sino de vender impunidad a unos a costa de los bienes de  todos, con un descaro y una falta de escrúpulos para traficar con las emociones, la hacienda y la patria de todos. Es una cuestión de piel. Insoportable, soberbio, vanidoso, endiosado, impertinente, redicho, fatuo, cursi, petulante, resabiado, pedante, engolado, odioso, mentiroso, hasta decir basta, manipulador, tóxico, amoral...y muy rencoroso, le importa tres carajos lo que sintamos o pensemos. El  mundo está para servirse a voluntad sin reglas ni vergüenza." (Antonio Robles, Libertad Digital). No. Es la actitud chulesca, prepotente enmascarada con una pose de humildad  franciscana, que nadie se cree, ni siquiera los propios socialistas y el resto de españoles que no  soportan que el prófugo Puigdemont se salga con la suya y se vaya de rositas a su casa. La soga del secesionista aprieta cada vez más al cuello de Sánchez quien se siente asfixiado y no sabe como soltarla. Difícil tiene vender este producto indigno de la amnistía, que consiste en evitar poder juzgar actos presuntamente delictivos, negar la legitimidad del Poder judicial en democracia y la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley. España no está por la labor de tragarse tan enorme sapo, -esto lo saben en Moncloa- aunque los plazos a duras penas sigan cumpliendose, Junts seguirá apretando cada vez más. ¡No se saldrán con la suya!







martes, 5 de diciembre de 2023

A esa mujer callada



                  
A esa mujer callada
que parece que no mira
pero estás en su mirada.
A ella estas palabras
que flotan en el tiempo
y no se las tragará la nada:
allá donde penas y dichas
sean más que palabras,
donde cielo y tierra
anulen el tiempo...allá, allá lejos,
donde no habite el olvido
y quede el recuerdo. 
A esa mujer virtuosa
que sin ruido ni alharacas
dejó una armonía silenciosa.
Fue todo corazón
alegría fuente de gozo
amor entrega y dedicación.
Nunca olvidamos su canto
aquellos que la vivimos
y la sentimos en el llanto.
Cuando el viento arreciaba
se nos fue sin hacer ruido
nuestro corazón mutaba
de verde a color ocre herido.
Su llama se extinguió
esa tarde sigilosa
y de pronto se apagó. 
¿De quién estamos hablando?
-algunos  preguntarán-
¿por qué la añoramos tanto?
Hablo de aquella mujer
que amasa el pan con sus manos
que lava ropa en el río
y la tiende al solano.
Hablo de aquella mujer
que entre fogones y brasas
atiende con diligencia
a sus quehaceres de casa.
Hablo de aquella mujer
de título "Sus Labores"
que cuida a sus cinco hijos
en tiempos de penuria y sinsabores.
¿Aún quieres conocer 
el nombre de esta mujer
que sembró en este mundo
esta copiosa semilla?
Su nombre: Francisca Matilla.

    
     Antonio González Padilla



Dedicado a la Madre de mi mujer, Francisca Matilla, en el aniversario de su fallecimiento. Sirva este poema como reconocimiento a su entrega y dedicación de los que nos sentimos orgullosos de pertenecer a esta gran familia.