MIRIAM, Una Estrella Inocente

¿Nostalgia?  ¿Inquietud? ¿Desesperación? ¿Rabia? De todo un poco. De vuelta a Granada, volver a empezar. Hacer lo que siempre has hecho. Comenzar esas promesas hechas  a ti mismo y seguir el camino, bajo la vigilancia estricta del deber y del respeto a lo prometido. Lejos de ABLA, del sitio al que perteneces y en el que cada rincón , cada calle, plaza o lugar, musita palabras en silencio que solo tu oyes; cielos azules soleados cuyo calor reconoces porque viene envuelto en aires de retama y tomillo; momentos de sublime belleza, cuando el instante transforma la tarde y queda un efímero recuerdo del paisaje en la memoria; noches de Vía Láctea que recrean el ajetreo de los dioses en su infinita lucha por la existencia y el poder, imitando a los humanos en sus quehaceres, amores y olvidos...

Y llegó el día 28 de Diciembre -día de los inocentes en España- Movistar me tomó por uno de ellos: me dejó sin internet y sin poder hacer lo que mas me gusta, escribir. De nada valió la pataleta, pero según ellos la baja era un hecho debido a una "incidencia" que no supieron explicarme. Aquella mañana, tenía necesidad de escribir un artículo titulado "Una inocente estrella brilla con luz propia en el firmamento". Ahora casi me alegro, porque aquel día regía mas el sentimiento, la rabia y la indignación, que la razón. Amaneció soleado, luminoso y frío, pero para la mayoría de la buena gente de nuestra comarca del Río Nacimiento, seguía siendo noche obscura, cerrada, gélida. La noticia de la muerte de Miriam, una niña de 16 meses, secuestrada días antes por un joven de la comarca, heló los corazones e inundó de dolor el alma de mis paisanos. La aparición del cadáver de la niña en el fondo de una balsa de riego, era demasiado para aquella buena gente, que vivió la noche buena con la incertidumbre y el desasosiego de ver a la niña liberada y en brazos de  su madre. Estar en las principales portadas de periódicos del País y en los noticieros de televisión; ver el movimiento de cientos de policías y perros, controlando los accesos del Camino Real, era demasiado para aquella gente que no daban crédito a los acontecimientos. Nadie comprendía la actitud del "Trolas",  así llamado por la facilidad que tenía de engañar a la gente y hacerse pasar por policía, con un historial de robos y delitos cercano a la veintena. Cercado por la Guardia Civil se entregó a la benemérita, después de permanecer oculto en el cortijo de sus abuelos y relatar estos  hechos atroces. Mientras el presunto asesino es declarado como persona "non grata", los pueblos de la comarca vivieron dos días de luto, sumidos en su propio dolor.

¿Qué puede ocurrir en la mente de un ser humano para cometer tan horrendo crimen? ¿Ha sido un desgraciado accidente? ¿Los acontecimientos se sucedieron de tal modo, que el presunto asesino no pudo controlar? ¿El móvil fue económico o pasional? ¿Pretendía vender a la niña a una tercera persona? No lo sabemos. Estas y muchas otras preguntas se cuestiona la gente, sin que por el momento, sepamos la verdad. La madre de Miriam ha declarado que !Ojalá se pudra en la cárcel! Corresponde a la policía y al juez conocer la verdad por el bien de todos, especialmente por la familia de Miriam. A los demás, sólo nos corresponde esperar a que se haga justicia.