Translate

viernes, 18 de enero de 2013

Ética y Política





En la antigua Roma, durante el período de la República, uno de los hombres más íntegros llamado Marco Tullio Cicerón,   escribió una obra titulada "De Officiis" (Sobre los deberes), donde decía que "De ninguna acción de la vida, ni en el ámbito público ni en el privado, ni en el foro ni en la casa, ya hagas algo tú solo, ya juntamente con otro, puede estar ausente el deber, y en su observación está puesta toda la honestidad de la vida, y en la negligencia toda la torpeza.” Para los antiguos filósofos, la ética era condición necesaria para acceder a un cargo político "Los que gobiernan un Estado no tienen mejor medio para ganarse fácilmente la benevolencia de la multitud que la moderación y el desinterés" de la riqueza, de los privilegios o de los favores, aconsejaba Cicerón.  Sucede  lo contrario cuando la corrupción, el nepotismo, el sectarismo, el clientelismo, la falta de transparencia, corroe las entrañas de los partidos políticos, creando un clamor entre los ciudadanos que pone en peligro el sistema democrático. Como la mayoría de las personas rechazan lo anterior, los ciudadanos caen en una resignación que puede llegar a ser enfermiza si anula la capacidad de reacción. Así los políticos van a lo suyo y el ciudadano trata de hacer su vida pasando lo más desapercibido posible ante los estamentos públicos. Según dice P.G. Cuartango en el Mundo: "La corrupción forma parte intríseca del funcionamiento de los partidos por una elemental razón: priorizan la consecución o el mantenimiento del poder a los valores éticos. De hecho, ningún partido político ve la viga en su propio ojo y sí la mota en el ajeno, no se conoce ningún caso de corrupción denunciado por el propio partido, siempre son los otros los que lo denuncian. La estructura piramidal y jerárquica de los partidos posibilitan  el chanchullo de sus dirigentes y la "omertá" de los cargos mas próximos, que agradecen así la cuota de poder recibida.  El partido y sus intereses desplazan a los intereses generales, los programas electorales no se cumplen ni se exigen responsabilidades, la burocracia reemplaza a la buena administración, de estar al "servicio del ciudadano" se pasa a "servirse del ciudadano" y, para muchos, la política es una forma de prosperar y de llegar a ser alguien. La selección se hace primando la fidelidad y la lealtad, sobre la preparación, eficacia, honestidad y honradez ética. Pero si esto ya es grave, lo es mas el modelo territorial de Estado, inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de control a su servicio. Lo cual hace inviable la separación de poderes, y al mismo sistema democrático.




No hay comentarios:

Publicar un comentario