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lunes, 9 de marzo de 2015

La Tarea





Para mi, ha sido siempre una palabra odiosa. Desde mi edad escolar, en la escuela de Don José Castillo, no había palabra más nefasta que la dichosa "tarea". Todos mis empeños era no hacerla y jugar con mis amigos cogiendo pájaros, jugando al balón o jugando al marro en la plaza de mi pueblo; las odiosas matemáticas con sus dichosos problemas eran un verdadero problema para mi y los numerosos proyectos que tenía con mi pandilla. Susana Díaz acaba de anunciarnos a los andaluces que "No me conformo con ganar sino que deseo hacerlo ampliamente para acabar la TAREA" Por la intensidad con que lo dice y los cuarenta años que llevan los socialistas desde que murió Franco, en el poder, la tarea debe de ser tan onerosa o más que la que yo soportaba en mi edad escolar. Con una diferencia, nuestra presidente la sobrelleva con gusto y resignación, mientras yo renegaba de aquellos años escolares porque no entendía para qué servían aquellas tareas escolares. Tan infructuosa como los treinta y siete años de gobierno socialista después de recibir 90.000 millones de euros de la Unión Europea en ayudas y fondos para el desarrollo, y ver los resultados de nuestra comunidad: 28% de abandono escolar, 34% de paro (10% sobre la media nacional), 60% de paro en menores de 25 años, 30% de economía sumergida sobre el PIB andaluz, etc. Después de todo esto ¿Aun necesita tiempo la Señora Díaz para terminar la tarea? La verdad es que la formación puede durar toda una vida...La continuidad socialista en el gobierno de Andalucía, durante este período ininterrumpido, -frente a la alternancia en el poder-, ha sido puesto en valor por la Señora Díaz, cuando pienso que es todo lo contrario: Un déficit democrático que estamos pagando todos los andaluces a un alto precio  (a los datos me remito).
El futuro parlamento andaluz quedará fraccionado entre estas formaciones: PSOE, PP, Ciudadanos, y Podemos;  según las últimas encuestas, el PSOE ganará las elecciones a día de hoy con cuatro escaños menos que los que actualmente tiene ahora, pero nunca llegará a la mayoría absoluta ¿Merecía la pena el adelanto para dicha victoria pírrica? ¿Cuál ha sido el verdadero motivo de dicho adelanto? La única explicación posible es que Díaz ha pretendido salvar los muebles, perder el menor número de votos posible, consciente de que el tiempo jugaba en su contra. Es decir, ha decidido cortar la partida antes de que Podemos se organice y crezca aún más en Andalucía, antes de que el PP consolide a su candidato, antes de que la mejoría económica sea palpable a pie de calle y antes de que el tema Chaves y Griñán, el caso de los ERE, acabe de estallarle por completo ante sus narices. Acaba de declarar que no pactará ni con el PP ni con Podemos ¿Entonces, con quién lo hará? A nivel nacional no se vería bien que lo hiciera con alguno de estos partidos, con el PP es obvio que muchos votantes nacionales no lo entenderían, y menos Pedro Sánchez; tampoco los indecisos entre PSOE y Podemos no lo verían con buenos ojos. La verdad es que a la Señora Díaz le ha salido el tiro por la culata, algo parecido a lo que le ha sucedido a Mas en Cataluña. Ya veremos en qué queda todo esto, aunque una cosa sí es cierta, la "tarea" va para largo, y el tiempo se agota; por eso la representante del PSOE -como buena alumna aplicada-, nos pide tiempo para finalizar la "tarea", hoy llamados deberes escolares. El problema es que ha repetido año tras año sin poder pasar de curso: "No ha progresado adecuadamente".
Para finalizar, unas preguntas ingenuas que me ronda por la cabeza y que no acabo de contestar:  
¿Por qué la corrupción de los partidos políticos no está castigada en las urnas como se merece por los ciudadanos?
¿Por qué Andalucía es la única región de España donde la alternancia democrática no ha tenido lugar? 
Si alguien tiene la respuesta me gustaría saberla.



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