Translate

lunes, 30 de marzo de 2015

EL NAZARENO





EL NAZARENO

Salía el Nazareno
con la cara ensangrentada,
reflejando en su rostro,
una patética muerte anunciada.
El tosco madero pesado
percutía,
sobre el camino de piedra
adoquinado,
con esfuerzo abrazado,
que hombre y madero eran uno,
en la cumbre del Golgota,
esperado.

Manos de mujeres tendidas
en racimo de llantos contenidos;
lágrimas de madre desvalida,
protegiendo al hijo ya perdido,
en aquel hombre de mirada triste
ennegrecido,
por moratones y sangre resecada,
por el gélido viento en la cara.

Manos huesudas anudadas
a los nudos del madero,
fundidos en abrazo de dolor
y grito desgarrado,
de aquel que se sabe inocente, 
traicionado,
abandonado a su suerte, olvidado
sin Dios, amigos, ni consuelo.

El horizonte rojo
del traspuesto sol que se ha ido,
junto a la sangre
que fluye de la ceja al ojo herido,
muestra el amor,
amor no correspondido,
de un rey, cuya corona no deja
de ser roja, 
por brotar en ella espinas y no rosas.

                      antonio gonzález



No hay comentarios:

Publicar un comentario