A MI PADRE

UN HOMBRE BUENO

Hoy quiero poner una flor,
en la tumba de mi padre,
por lo mucho que me dio,
por sus desvelos y su aguante.

En ella van mis recuerdos,
mis sentimientos tardíos,
en su olor van mis palabras,
en sus tallos mis sentidos.

En sus hojas la esperanza,
de un día no muy lejano,
reunirme con él muy juntos,
y revivir añoranzas.

La flor se marchitará,
el tiempo la acabará,
no así mis sentimientos,
que siempre perdurarán.

Hoy, aún sigo recordando,
sus consejos siempre sabios,
que supo inculcar en mi,
con tesón extraordinario.

Cuando debajo la parra,
de aquellos largos estíos,
con sabiduría y tino,
me hablaba largo y tendido.

Con él aprendí a ser sincero,
él me enseñó con tiento, 
a ser bueno, honesto, y honrado,
como interpretar el tiempo.

A leer en la naturaleza,
A escuchar la lluvia  y el viento,
hablar con mis semejantes,
a interpretar los momentos.

Cuando en mi pueblo me ven,
y me saludan con celo,
me siento orgulloso de ser, 
el hijo de Antonio Minero.

Cuando todos mis paisanos,
me hablan de su recuerdo,
todos me dicen lo mismo:
Tu padre fue, un hombre bueno.

           antonio gonzález