Las Paredes oyen

"Tanto el PP catalán como el PSC tenían conocimiento desde el año 2010 de las corruptelas de Jordi Pujol Ferrusola, el hijo mayor del ex presidente de la Generalitat, y, sin embargo, no lo denunciaron. Y es que, los socialistas catalanes ordenaron a la agencia de detectives Método 3 grabar la cita que mantuvo la ex novia de Jordi Pujol júnior, Victoria Álvarez, con la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, el 7 de julio de 2010.

Tal y como cuenta 'El Mundo', en esa conversación, pinchada con un micrófono oculto bajo la mesa del restaurante en el que quedaron para comer, Victoria Álvarez revela durante más de dos horas y con toda suerte de detalles las corruptelas de la familia Pujol, que ahora, dos años y medio después, ha denunciado ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) y ha ratificado posteriormente ante la Audiencia Nacional." (Barcelona, La Voz Libre, 11 de febrero de 2015)

Nada nuevo bajo el sol de la "piel de toro", si no fuera por la que está cayendo. La corrupción impregna por doquier, "hoy por mí y mañana por ti, pero no te preocupes que para eso están los amigos": para ocultar y meter bajo la alfombra las inmundicias y las porquerías de unos y otros. Antes, cuando nos necesitábamos en la gobernabilidad de España, la causa exigía mirar para otro lado y permitir el enriquecimiento de la familia del "Honorable Puyol" (menudo adjetivo el de honorable) atribuido a un personaje, cuya finalidad ha consistido en enriquecerse él y toda su familia, gracias a la influencia de su  rango político y de jugar con los sentimientos de miles de catalanes. ¿Es así como se sirve a Cataluña? (Ahora se puede entender la  demanda urgente de la independencia de Cataluña, cuyo fin primordial no es otro sino el control de las instituciones, y en concreto, eludir la acción de la justicia de Madrid) ¿Por qué ahora se destapa todo esto y no antes? La actitud secesionista de  CiU del Señor Mas y la mayoría del PP en el Parlamento, ha roto el buen clima de entendimiento de otros tiempos, haciendo innecesaria la cooperación entre las dos formaciones: Todo por la eficacia y el oportunismo, no de España o Cataluña, sino la de los interese  de ambos partidos.
¿Qué papel juega aquí el PSC? La de intrigar y coger por las pelotas a PP y CiU, para cuando lleguen tiempos mejores. No importa, si hay que montar un dispositivo propio de películas de espías, como sucedió el 7 de julio de 2010 en el restaurante 'La Camarga', situado en el número 117 de la calle de Aribau, en el Ensanche barcelonés (El PSC lo ha negado y se querellará en los tribunales). Allí tiene lugar un encuentro entre la que fue novia o compañera sentimental de Puyol Ferrusola, la Señora Victoria Álvarez y la Señora Sánchez Camacho del PPC (e indirectamente al  PSC), en donde se habla, que durante casi cinco años, se efectuaron viajes a Andorra  con bolsas de basura  llenas de billetes de 500 euros, además de los negocios de la familia Puyol en Méjico, Argentina y Liechtenstein.
En fin, son muchas las preguntas que debemos hacernos y tratar de contestar. Lo primero es que aquí se han conculcado varios derechos que hay que denunciar. El primero el derecho a la intimidad de las personas, que ni en el apartado de un restaurante pueden hablar en privado. Lo segundo es que quien premeditadamente puso el micrófono oculto, ya sabía que había corrupción: ¿Por qué no lo denunció en bien del interés general? Tercero, lo peor del asunto es que tanto PP como PSOE, conocían la trama corrupta y no la denunciaron ante el ministerio fiscal ¿A cambio de qué? Si no es por la publicación del periódico El Mundo, no lo hubiéramos sabido por boca de nuestros políticos: ¿Es así como quieren conquistar la confianza de la ciudadanía? Tampoco queda en buen lugar la presidenta del PP Catalán, Alicia Sánchez Camacho, cuya obligación era denunciar el supuesto hecho delictivo y ponerlo en manos de la justicia. Aquí, la única víctima es la Señora Victoria Álvarez, que acaba de declarar al juez, que tiene miedo por lo que le pueda pasar. Esto sucede, cuando la intimidad de la gente queda en manos de personas carentes de ética.