Nunca he tenido afición por los juegos de azar. Mi experiencia con el juego se limitaba a jugar a los chinos con los amigos de juventud y casi siempre perdía. A lo sumo jugar el café dominguero, al chincho o al "subastao", después de interminables horas de partida. A la lotería solo juego en navidad el número de la peña a la que pertenezco y la del instituto donde impartí clase: nunca por devoción sino por obligación consentida; un reintegro fue lo máximo que disfruté. La suerte, tal vez por mutuo desafecto, nunca me fue favorable; era un pacto tácito entre ella y yo, no escrito, sino aceptado mutuamente. Así hemos continuado hasta la fecha, haciendo mía la máxima de mi padre que decía, que la mejor lotería era el trabajo diario y la constancia !Quién le iba a decir que en los tiempos que corren tendría mas razón que un santo! Tampoco he sido un gran fumador. Sí que fumé en pipa en mis tiempos de universitario, cuando para ligar había que ser marxista, hablar de Sartre, Althusser y Freud y dárselas de progre con chaqueta de pana y pantalones vaqueros Levis, esperando que alguna ingénua picara, en la barra de una discoteca, -cosa que sucedía muy pocas veces- junto a un vaso de wisky o un "cuba libre" de garrafón. (Ahora, recordando el pasado, he de reconocer que cada uno empleaba sus armas mas propicias, para conseguir su "bienestar": unos la "ética" y otros la "estética") En mis primeros años de Instituto fueron los Ducados, los que sustituyeron a la pipa. Los Diálogos de Platón, La Crítica de la Razón Pura de Kant, o Los Manuscritos de Marx, fueron releidos bajo el humo del cigarrillo, cuando se permitía fumar en clase de COU. (Hasta aquí mi relación poco interesada con el juego y el tabaco, para lo que expreso a continuación).
El emplazamiento definitivo de Eurovegas en Alcorcón, (ciudad dormitorio cercana a Madrid), ha sucitado el debate entre partidarios y opositores al proyecto. Mi posición es conocida (leer entradas: Alcorcón, una "Grecia" en pleno Madrid, 02/11/11; Eurovegas: 14/09/12) Oponerse a una de las inversiones mas importantes de Europa, a la creación de más de 50.000 puestos de trabajo directos mas los indirectos, mas las repercusiones a todos los servicios de la Comunidad de Madrid, se me antoja de una insensatez e irresponsabilidad, difícil de entender. Bastaría que le preguntaran a nuestros parados que sufren en sus carnes el terrible drama del paro, para cambiar de opinión. No me valen planteamientos ético-morales sobre los vicios del juego y la prostitución. Los que tengan dudas que vayan a la Casa de Campo y comprueben "in situ" la que hay allí montada, y no por eso la cerramos; habrá que establecer planes de reinserción social para las chicas, nacionales y extranjeras, vigilancia por parte de quienes corresponda y aplicar la ley. Tampoco, comprendo la crítica que se ha montado sobre la eliminación de la prohibición de fumar en Eurovegas, -como un regalo excepcional al magnate americano por invertir en España-. Mas bien debería eliminarse esa ley antitabaco en toda España y dejar al libre albedrío a los establecimientos, que en definitiva son los que se juegan su dinero y su negocio. Es como si prohibiéramos construir coches porque la gente se mata en las carreteras; lo correcto es corregirlo con mayor inversión en seguridad vial y vigilancia policial. Sí a Eurovegas, y a todo aquello que representa inversión y creación de riqueza para nuestro País.
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