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jueves, 20 de octubre de 2011

YUE YUE





Ocurrió el pasado jueves, día 13, en la ciudad sureña de Foshan (provincia de Cantón), donde la pequeña Yue Yue resultó arrollada primero por una furgoneta y luego por un camión que se dieron a la fuga.
Pero lo más inhumano de este accidente es que, durante siete minutos, una docena de viandantes y motoristas pasan al lado de la niña, que yacía en el asfalto sobre un charco de sangre, sin detenerse a ayudarla. Según muestran las cámaras de vigilancia que grabaron la brutal escena, algunos la ignoran totalmente como si no existiera, pero otros incluso frenan con sus motos o miran con curiosidad alrededor de ella antes de proseguir su marcha.

Sólo una mujer de 58 años, que según algunos medios chinos se llama Chen Xianmei y se dedica a recoger basura por las calles, se decide finalmente a socorrerla y llama a gritos a la madre, que trabajaba en una tienda cercana y acude corriendo. En coma, la niña fue trasladada a un hospital pero los médicos no creen que sobreviva debido a la gravedad de las heridas y al tiempo que tardó en ser atendida.

ABC.es Internacional
Día 19/10/2011 - 09.40h    



“Laogai es una contracción de las palabras Laodong Gaizao Dui, que significan “reforma a través del trabajo”. Los laogai son parte integrante del sistema penal chino, y  son campos de concentración comúnmente usados para castigar y suprimir, entre otros delitos, la disidencia política y religiosa: han sido habitualmente usados,  contra movimientos cristianos. Entrar allí, era perder toda esperanza de vida, como sucedió con millones de chinos durante la época más dura del régimen comunista, era  como ir a "ninguna parte".
Los regímenes totalitarios, tanto de derechas o de izquierdas, por el hecho de serlo, no admiten el libre pensamiento ni la disidencia. Suprimen la individualidad, diluyendola en el magma de la totalidad. El individuo, no cuenta y su libertad de acción es anulada mediante  leyes y normas cuyo fin es la seguridad del Estado totalitario. En China hay un miedo atroz a la policía y nadie quiere verse involucrado en asuntos escabrosos. La actitud inhumana de las personas y la indiferencia ante este atroz atropello y la agonía de una niña de dos años, hay que  situarlo en este contexto. La población vive atemorizada e indefensa ante la violencia del régimen y la falta de seguridad jurídica propia del régimen comunista. Esta clase de sociedad crea ciudadanos insensibles ante la tragedia humana, que actúan más por temor que por propia iniciativa: Los valores y principios más noble de la persona humana necesitan un clima de libertad para poder germinar y cultivarse.  En China, la sanidad no es pública, sino privada  -Paradójico en un país que se enorgullece de ser comunista- por tanto, quien se ve involucrado en accidentes, están expuestos a asumir la culpabilidad y a sufragar los gastos. ¿Esta clase de sociedad exculpa a las personas de no ser solidarios con sus semejantes? Evidentemente no, pero atenúa su responsabilidad moral y cívica.
Ante esta tragedia vergonzosa para el género humano, hemos de preguntarnos si la naturaleza humana es buena como afirma Rousseau, o mala como mantiene Hobbes. Creemos que  este concepto es un ente de razón sin existencia real; lo que realmente existe es el hombre como individuo, el hombre de "carne y hueso " unamuniano, sujeto de derechos y deberes, único responsable de sus actos. hay hombres buenos y malos, como hay altos y bajos, guapos y feos, etc. Hay hombres intrínsecamente malos, insolidarios, egoístas y que disfrutan con el mal ajeno, cuyo proyecto de vida es hacer el mal a sus semejantes, como consecuencia de múltiples factores educacionales, familiares y ambientales.
Si bien es cierto todo lo dicho, hemos de reconocer que los valores se inculcan mediante la educación de la persona, según una escala de valores jerarquizados. También la solidaridad; nadie improvisa ser un héroe o un buen samaritano, esto se educa, empezando por estimar el valor de la persona -aún en China- donde ser niña está devaluado y muy poco apreciado.
Las interpretaciones  a la noticia  han sido numerosas, pero sepuede decir que la primera reacción ha sido de shock nacional. En su edición matinal, por ejemplo, El Beijing Youth Daily  recogía en la parte superior de su portada a la imagen de la recien fallecida Yue Yue. El titular, mitad en letras azules y mitad en negras, decía: "Lo sentimos, tesoro"; y el subtítulo era todavía más claro de la sensación de tristeza y llamada nacional a la solidaridad: "La pequeña YUE YUE se ha quedado dormida para siempre, ¿hemos despertado nosotros?". ¿A dónde va nuestra sociedad moderna tan insensible y apática que deja agonizar en la calle una niña de dos años? Yo te lo diré  -querido lector-  a laogai, o sea a "ninguna parte".

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