Líbreme Dios de desprestigiar a la clase política, ella sola se basta para hacerlo. algunos ejemplos ilustran fehacientemente lo que afirmo. Veamos. ¿Por qué a los presidentes del gobierno les queda una jubilación superior a los 140.000 euros por año, compatible con otra actividad laboral, y a los funcionarios del Estado el tope es de 32.500 euros incompatible con otro trabajo? ¿por qué a nuestros diputados y senadores les queda una pensión de jubilación por solo trabajar ocho años, mientras cualquier ciudadano español para poder jubilarse necesita cotizar durante 35 años? Y todo esto sin contar con todos los privilegios que conlleva el cargo: Viajes gratis en ave y avión, coches oficiales, móviles, vacaciones, dietas, utilización de los palacetes y residencia a cargo del patrimonio nacional etc. ¿por qué? se pregunta el sufrido ciudadano español que apenas puede llegar a fin de mes. ¿Acaso nuestros políticos no ejercen por vocación y servicio su "ministerio" a favor del bienestar común? Por eso y por otras cosas se impone la creación de una sociedad civil que dignifique, vigorice la acción política, y haga que el ciudadano asuma el papel que le corresponde como sujeto activo, mediante referéndum, asociaciones culturales ajenas y distintas a los partidos políticos, redes sociales participativas, etc. Sólo así la política cumplirá el objetivo para la que fue creada: servir al bien común.
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