LA VELETA Y EL VIENTO
-Dijo la veleta al viento:
¿Por qué siempre te estás
moviendo, cambiando
de dirección, sin rumbo
y con desconcierto?
¿Qué buscas con tanto afán?
¿Por qué no dejas de soplar,
que me encuentro muy cansada,
y solo quiero reposar?
!Te lo pido por favor!
-Dijo al viento la veleta-
¿Querrás dejarme estar quieta,
en alguna posición?
Un día apuntas al norte,
otro día al septentrión,
¿Puedo yo saber a dónde,
y cuál es la razón?
-El viento le contestó:
¿A mi me preguntas esto,
Tú que eres solo veleta,
girando sobre ti misma,
a costa de mi propia fuerza?
La razón es porque me place,
y también lo quiero yo,
pues fue la naturaleza,
quien así lo decretó.
Tú sí que eres veleta,
porque el hombre te inventó,
veleidosa y caprichosa,
sin fuerza, sin motivación.
Si yo establezco la fuerza,
también pongo la dirección;
Tú sigue siendo veleta,
que el viento lo pongo yo.
Quien pone empeño y trabajo,
ha de liderar en el tajo;
Y quien se deja llevar,
así lo ha aceptado ya.
antonio gonzález
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