EL VINO
El vino néctar de dioses, de héroes y labriegos.
El vino de cepa nace, entre la tierra y el cielo.
Su origen viene del suelo, de la tierra su raíz;
de sarmientos, nudos y brotes, su cerviz.
Su color es carmesí, oro, o rojo rubí.
De uva negra o albina, su matriz.
Cuando las uvas doradas cuelgan bajo el verde tallo,
y luchan unas con otras por acaparar el sol;
sus dominios engordando, porfiando para endulzar,
la tijera traicionera corta sus agarraderas
y arrojarlas al montón.
Su trayecto aquí comienza, su aventura, su pasión,
su muerte y resurrección.
Porque del apretujón de una prensa,
la uva pierde su esencia y nace un caldo dulzón.
Fermentado y trasegado en lagares,
puede ser vino peleón o esencia de paladares,
que con viandas y manjares, quita penas quita males:
Que de todo ha de haber en la viña del Señor.
!Oh vino! yo celebro mi destino
de conocerte y beberte con fruición,
pero encuentro un desatino hacerlo,
sin compañía y moderación.
Por eso quiero brindar y mi copa levantar,
para sentir,
lo que los reyes han bebido,
los héroes han celebrado,
los enólogos probado;
los señores han degustado,
los artistas recreado,
los humildes han soñado, pero no han podido,
conseguir.
antonio gonzález
NB Dedicado al Vino, ese fiel compañero que alegra nuestros encuentros y nos identifica con los dioses.
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