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miércoles, 10 de abril de 2013

El Hábito


"Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto. Es un hábito."   
                                                     ARISTÓTELES




Si hay algo que maravilla es escribir. La escritura es la memoria del pasado, hecha presente. Todo consiste en tener algo que decir y decirlo. Una vez que la has descubierto, no la puedes dejar; es como quien encuentra una mujer bella, inteligente y te enamoras hasta perder la cabeza por ella...
Todo lo que escribes es diferente, pero a la vez se parece  porque quien lo escribe soy yo. Los artículos que escribo son respuesta de una serie de preguntas complejas  que yo mismo me hago y yo mismo me contesto. Todos los seres humanos podemos escribir, comunicar, salir de lo profundo de nuestra alma y compartirlo con otros. Otra cosa es escribir bien, don que sólo los dioses conceden a unos pocos. Las preguntas son más comunes y universales de lo que nos parece; lo que cambia es el modo de formularlas y la mirada subjetiva que cada uno pone, la perspectiva que decía Ortega y Gasset. Todo gira en torno a conceptos universales propios de nuestro género humano, que surgen porque están ahí y no hay otros. Este artículo no debe parecerse nada al de ayer, y sin embargo se debe parecer mucho porque  tiene mi impronta, mis obsesiones, mis maneras de ver las cosas, que son las que son. En esa polaridad  nos movemos.
¿Hay que cuidar el estilo literario? -me preguntan algunos-; mi respuesta es siempre la misma: hay que mantener un cierto orden, aunque no hay que obsesionarse por el "continente" sino por el "contenido"; lo importante es lo que se dice, aunque "el cómo"? lo haga más atrayente. ¿Hay que documentarse sobre un determinado tema? Naturalmente que sí. Depende del tema elegido, su variedad y el dominio que se tenga sobre lo que se escribe. A veces se recurre a la memoria, otras a diversas fuentes. Los datos han de ser fiables y contrastables, los que no admiten discusión; otra cosa son las opiniones personales, que éstas, sí son susceptibles de diálogo argumentativo. A veces te critican la elección de un tema en vez de otro: Yo los elijo al azar. Otras veces se impone la noticia del día por ser muy relevante y das tu opinión; otras te da vergüenza hablar sobre un tema personal o cercano -importante para ti-, y no seguir la corriente de la noticia importante del día. Cuando te levantas un día y miras la actualidad, siempre te fijas en algo que te llama la atención y lo comentas, por no se sabe qué.
En cuanto a la novela, depende su estilo, pero de acuerdo con Armando Monnar cuando dice que "el escritor, al plasmar dichas ideas en el papel les confiere su sello personal y cobra vida propia a través del proceso creativo, ya que la creatividad que se refleja en su obra nace, se nutre y refleja parte de lo que es, no sólo como autor creador, sino como ser humano integral. Es un trabajo introspectivo, donde el límite lo pone su capacidad para la imaginación, su habilidad para el manejo de la técnica y la originalidad, que le termina confiriendo un sello particular a toda su obra".
La soledad siempre acompaña al creador, es inherente a él; no así el lugar, pues para quien imagina no hay lugares. Hoy escribo en la ciudad, mañana en el campo; hoy en Granada, mañana en El Camino Real en Abla; aunque yo, me siento emigrante almeriense, pues mi familia es de allí, de Abla donde crecí, de allí soy, donde tengo mi casa, la de siempre. Me siento desarraigado, desplazado...siempre he ido de aquí para allá...tal vez por eso escriba, por encontrar un lugar seguro alejado de arenas movedizas. Siempre lo he dicho: Escribo para mi; no para el público. Pues, ¿Quién es el público? ¿Qué sé yo de los gustos de la gente? Hay lectores y cada uno es diferente. Trato de conectar con ellos, con la esperanza de poder hacerlo, de agradarles...lo intento, pero siempre a través de mi.




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