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viernes, 5 de abril de 2013

LA CARTA




Este relato  que te escribo, no es importante. Si no lo lees, no pasará nada. A tiempo estás de no seguir. Hasta es posible que no hayas malgastado tu tiempo, que siempre es corto y efímero. No cambiará tu vida y nadie -espero- lo retirará del blog; tampoco se autodestruirá...Recuerdo con nostalgia aquellos días en los que al recibir una carta en el internado el corazón se alborotaba, cuando el encargado de repartir la correspondencia te nombraba. Cartas que te alegraban el día y olvidabas los reclamos del estómago, exigiendo trabajo, y las duchas con agua fría que disipaban las tentaciones. Cartas de cariño que siempre empezaban de la misma forma; escritas con tinta corrida pero con el trazo firme suficiente, y creer, que para quién lo hace, tú eres lo mas importante. Cartas que no necesitaban remitente porque su letra te era cercana, familiar, reconocida, que con el sólo tacto del sobre ya conocías su contenido, y su incitación a abrirla no era causada por la curiosidad, sino por el deseo...Hoy hay otro tipo de cartas, virtuales, cuyo apelativo se apropia el nombre de "carta", pero que no lo son; desvirtuando el lenguaje, su mensaje es tan falso, como su nombre, sin sobre ni remitente y cuya procedencia e intenciones de quien las escribe, son dudosas. Ahí están en el aire, para introducirse en nuestras conciencias, empozoñando como quien no quiere. Hay que sembrar que algo queda. Incitando a su lectura con la la falacia ingenua de que desaparecerán de nuestras percepción. Nacidas en el laboratorio de montaje con el solo propósito de crear estados de opinión, estructuras de poder basadas en el dinero, y no para generar estados de "saber"; la demagogia y el populismo, son sus signos manipuladores de identidad. ¿Quid prodest? ¿A quién benefician? Esa es la pregunta -amable lector- que hay que hacerse, con espíritu crítico, escéptico y ecléctico. Tan crítico, como no creerte todo lo que ahora estás leyendo, porque ninguna comunicación es neutral y desinteresada... Yo, prefiero la carta de mi chica, aquella que me envió en la primavera de la vida, deseando estar a mi lado cuando llegaran las nieves del invierno y el frío arreciara, no siendo el mejor ni el mas guapo. Hay muchas clases de cartas. Yo me quedo con las del los Box Tops del verano del 67, (http://www.youtube.com/watch?v=cfYo4I5juWc) "Dame un billete para un avión...días de soledad se han ido porque mi chica me ha escrito una carta...vuelvo a casa donde ella no puede vivir sin mi" 




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