Translate

lunes, 1 de abril de 2013

ICONOGRAFÍA





Acabada la Semana Santa, volvemos a la rutina diaria y a recomponer el País tal como estaba. Superado el paréntesis de estas fiestas tan importantes para el cristianismo, no está demás reflexionar sobre el hecho religioso, la hierofanía de lo divino y el valor simbólico de la representación. La experiencia religiosa es un hecho mas de nuestra cultura que desde la optica de la fenomenología puede ser estudiado como un elemento mas que la compone. Todo hecho religioso comienza mediante un acto fundacional o una revelación por parte de la divinidad, lo cual implica problemas ontológicos y epistemológicos, de interpretación entre el mensaje divino y la recepción por parte humana, de validez y verdad. Si la religión es una experiencia simbólica de sentido, su mensaje es transmitido en un contexto cultural y como tal, ha de entenderse dentro del mismo.
Nuestra religión cristiana, tiene sus precedentes en la religión judía, lo que la Biblia llama el Antiguo Testamento. Es una religión sin imagen ni cara. La cara la puso el crucificado en la cruz. El Dios celoso del A.T. eligió al pueblo de Israel y estableció una alianza entre Él y su pueblo, jurándose fidelidad mutua, quebrada por la poca fe, frente al Dios que se presentó a Moisés como "Yo soy el que soy",  sin nombre ni rostro. El pueblo, después de su liberación en Egipto, (en eso consiste la pascua) no fue lo fiel ni lo agradecido que que se esperaba. A la mínima de cambio caía en la idolatría del becerro de oro -cosa natural si se trata de un pueblo que debe su subsistencia al ganado-  y a los pastos de la tierra que mana "leche y miel". Una y otra vez la alianza con Yahvéh se rompía a causa de la imitación que hacían los hijos de Israel de sus pueblos vecinos, adorando a dioses hechos por la mano del hombre. De ahí la prohibición a construir imágenes y representaciones iconográficas.
El Nuevo Testamento inaugurado por Jesús, representó un cambio revolucionario en la religión judía. La irrupción de Dios en la historia mediante su Hijo  Dios-hombre, marca un hito trascendental y una nueva forma de considerar la Nueva Alianza entre Dios y su pueblo en la persona de Jesús- Cristo. En la cruz, Dios adquiere rostro y figura. El abandono del crucificado por parte de Dios es un trance más para que se cumpliesen las Escrituras. Su muerte como fracaso del proyecto, se torna en gloriosa resurrección. "Si Cristo no hubiese resucitado, vana es nuestra fe" -dice San Pablo- quien comprendió la importancia que tiene que Jesús haya vencido a la muerte, porque después resucitaremos nosotros con él. La tesis de universalización del cristianismo defendida por San Pablo, en el Concilio de Jerusalén, frente a la de San Pedro que lo circunscribía en el ámbito judío, fue esencial para la iconografía.
La liturgia del sábado Santo en la vigilia pascual es de una riqueza simbólica impresionante. Las lecturas del A.T. junto al agua, el fuego y la luz , son de una belleza, difícil de igualar. El día mas grande del cristianismo no es el Viernes Santo, ni el día de Navidad, ni el del Santo Patrón del pueblo, sino el Domingo de Resurrección, que comienza en la Vigilia Pascual. La representación sensiblera del dolor de las procesiones, es muy nuestro, pero no es lo más importante, ni lo esencial de nuestra religión. El lenguaje religioso no puede apelar, como la ciencia, a un saber verificable, ni a un saber representativo, sino que se basa en un lenguaje simbólico, expresivo y comunicativo, que, en última instancia, remite al testimonio (narración y expresión) y a la experiencia personal, que pretende hablar con y en nombre de Dios. La representación iconográfica, forma parte de nuestra forma cultural de manifestación de lo sagrado, y así hay que entenderlo. La religación entre Dios y el hombre (De ahí viene el nombre de religión) es personal e intransferible y va más allá de la mera representación de imágenes y procesiones. ¿Han de suprimirse? Yo no diría tanto. Sirven como representación plástica-simbólica que ayuda a vivir la fe y a mantener las tradiciones de nuestros antepasados.





No hay comentarios:

Publicar un comentario