El sur de España es Andalucía. En la tierra de José María El Tempranillo, los bandoleros y de la devoción devota de la Virgen, se pasa hambre. El desastre de esta tierra nada tiene que ver con la maldición de los dioses ni el infortunio de los hados. El hambre y el paro, tampoco se debe al tórrido calor del verano ni aun determinismo histórico, sino a la determinación de sus gentes, a la voluntad de sus dirigentes políticos, a su estructura política. Nadie se creería que esta tierra en 1800 su PIB era la cuarta parte de España 25%, hoy no llega ni al 13,4 %. La que en un tiempo fue calificada como "la California española", hoy es la evidencia palpable de un fracaso colectivo cuyos culpables somos todos, cada uno de acuerdo a su responsabilidad. Son treinta años de socialismo, desde que esta tierra tiene un gobierno autonómico. Lo sorprendente e inaudito es que después de un año y tres meses se le esté pidiendo responsabilidad al gobierno central de Mariano Rajoy, sobre el paro, los deshaucios, la sanidad y la educación...(Cosa que no me parece mal) Mientras que a la Junta de Andalucía, al gobierno del Señor Griñán, en definitiva a los socialistas, después de treinta años ininterrumpidos, no se les exija la misma responsabilidad sobre las competencias transferidas, que al gobierno central, y no tengan la contestación en la calle, por su acción de gobierno que se merecen ¿Como lo harán? Son muchas las causas, pero los socialistas están ahí no porque hayan bajado de las nubes, sino porque han sido votados por los andaluces, aunque las últimas elecciones las perdieran en favor del PP. Lo último que sabemos de este gobierno monocolor de izquierdas, PSOE e IU, es que las familias andaluzas podrán acogerse a una norma que garantiza que los niños pobres puedan recibir tres comidas al día. Así están las cosas por nuestra tierra. "Lo que se presenta como una medida progresista no es ni más ni menos que la demostración del fracaso colectivo que golpea la conciencia de los andaluces que parecen desconocer que la pobreza no es sólo un fenómeno de carácter económico vinculado a la falta de comodidades y al sufrimiento. La pobreza es también una condición social y psicológica que convierte a los ciudadanos en súbditos. Aunque no sólo eso. Como han puesto de manifiesto innumerables estudios, el trabajo es el principal elemento de integración social. La posición de cada uno en la sociedad viene dada por lo que es, no por lo que no es. Y cuando no solamente se está parado sino que, además, hay que recurrir a la beneficencia pública, es que la fractura social existe. La democracia es una estafa" (...) "Lo cual demuestra el fracaso de una región gobernada durante décadas por una casta -nunca mejor empleada esta expresión- que ha convertido la política en un gigantesco teatro de la demagogia y del oportunismo. Lo curioso del caso es que se presenta la medida como un gesto progresista de solidaridad, cuando en realidad lo que deja entrever es la frustración de un pueblo condenado a la beneficencia pública. Precisamente, por la ausencia de políticas generadoras de puestos de trabajo y de riqueza. La cultura de la subvención y del clientelismo como supremo instrumento de acción política. Andalucía se ha metido en una espiral destructiva de la que es incapaz de salir. Que seis de cada cien niños estén en riesgo de exclusión social, no es más que el reconocimiento del fracaso del partido que lleva tres décadas gobernando y ha hecho de la caridad y la beneficencia, su razón de ser".(Carlos Sańchez, El Confidencial) ¿Culpables? Todos, incluido el pueblo andaluz que con sus votos es corresponsable de lo que hacen sus políticos.
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lunes, 29 de abril de 2013
Tres comidas al día
El sur de España es Andalucía. En la tierra de José María El Tempranillo, los bandoleros y de la devoción devota de la Virgen, se pasa hambre. El desastre de esta tierra nada tiene que ver con la maldición de los dioses ni el infortunio de los hados. El hambre y el paro, tampoco se debe al tórrido calor del verano ni aun determinismo histórico, sino a la determinación de sus gentes, a la voluntad de sus dirigentes políticos, a su estructura política. Nadie se creería que esta tierra en 1800 su PIB era la cuarta parte de España 25%, hoy no llega ni al 13,4 %. La que en un tiempo fue calificada como "la California española", hoy es la evidencia palpable de un fracaso colectivo cuyos culpables somos todos, cada uno de acuerdo a su responsabilidad. Son treinta años de socialismo, desde que esta tierra tiene un gobierno autonómico. Lo sorprendente e inaudito es que después de un año y tres meses se le esté pidiendo responsabilidad al gobierno central de Mariano Rajoy, sobre el paro, los deshaucios, la sanidad y la educación...(Cosa que no me parece mal) Mientras que a la Junta de Andalucía, al gobierno del Señor Griñán, en definitiva a los socialistas, después de treinta años ininterrumpidos, no se les exija la misma responsabilidad sobre las competencias transferidas, que al gobierno central, y no tengan la contestación en la calle, por su acción de gobierno que se merecen ¿Como lo harán? Son muchas las causas, pero los socialistas están ahí no porque hayan bajado de las nubes, sino porque han sido votados por los andaluces, aunque las últimas elecciones las perdieran en favor del PP. Lo último que sabemos de este gobierno monocolor de izquierdas, PSOE e IU, es que las familias andaluzas podrán acogerse a una norma que garantiza que los niños pobres puedan recibir tres comidas al día. Así están las cosas por nuestra tierra. "Lo que se presenta como una medida progresista no es ni más ni menos que la demostración del fracaso colectivo que golpea la conciencia de los andaluces que parecen desconocer que la pobreza no es sólo un fenómeno de carácter económico vinculado a la falta de comodidades y al sufrimiento. La pobreza es también una condición social y psicológica que convierte a los ciudadanos en súbditos. Aunque no sólo eso. Como han puesto de manifiesto innumerables estudios, el trabajo es el principal elemento de integración social. La posición de cada uno en la sociedad viene dada por lo que es, no por lo que no es. Y cuando no solamente se está parado sino que, además, hay que recurrir a la beneficencia pública, es que la fractura social existe. La democracia es una estafa" (...) "Lo cual demuestra el fracaso de una región gobernada durante décadas por una casta -nunca mejor empleada esta expresión- que ha convertido la política en un gigantesco teatro de la demagogia y del oportunismo. Lo curioso del caso es que se presenta la medida como un gesto progresista de solidaridad, cuando en realidad lo que deja entrever es la frustración de un pueblo condenado a la beneficencia pública. Precisamente, por la ausencia de políticas generadoras de puestos de trabajo y de riqueza. La cultura de la subvención y del clientelismo como supremo instrumento de acción política. Andalucía se ha metido en una espiral destructiva de la que es incapaz de salir. Que seis de cada cien niños estén en riesgo de exclusión social, no es más que el reconocimiento del fracaso del partido que lleva tres décadas gobernando y ha hecho de la caridad y la beneficencia, su razón de ser".(Carlos Sańchez, El Confidencial) ¿Culpables? Todos, incluido el pueblo andaluz que con sus votos es corresponsable de lo que hacen sus políticos.
jueves, 25 de abril de 2013
La Justicia es un Miura
"La justicia es un cachondeo", decía el antiguo alcalde de Jerez, Pedro Pacheco. Mas bien, la justicia es un miura, que muy bien ha sabido torear Ortega Cano. Sólo le ha faltado que la jueza lo haya sacado en hombros de la plaza. Una faena completa. La sentencia por dos años y medio de cárcel, dará que hablar y seguro que habrá opiniones como cabezas, todas respetables. Pero qué quieren que les diga, sino que me deja muchos interrogantes, porque no sólo eludirá la cárcel, sino que la multa de 180 mil euros, es una minucia y no consolará el dolor de la familia del fallecido. No tengo nada contra este Señor. Lo que me duele es que en España, los acaudalados puedan eludir la justicia a base de billetes.(Conocemos imputados en el mundo financiero de la banca y Cajas de ahorros, cuyos procedimientos duermen olvidados en los juzgados) Conducir borracho como una cuba y causar la muerte de otro conductor, no debe ser tan grave para la Señora juez. Invalidada la agravante del alcohol por romperse la cadena de custodia de la sangre del torero, y sin tener en cuenta las declaraciones de los testigos que declararon su embriaguez, el veredicto suena a pucherazo. Lo que demuestra que en este País no todos los ciudadanos son tratados por igual por parte de la justicia. La justicia en España es lenta para todos. Para los imputados es demasiado lenta porque lo que desean es un juicio rápido y ser culpables o inocentes; esperar una sentencia soportando a la opinión pública, persiguiéndote y recordándote tu deuda pendiente con la justicia, entrando en tu intimidad, abordándote en cada momento micrófono en mano, no es bocado que agrade a nadie. Sobre todo, cuando se demuestra que eres inocente ¿Quién les restituirá la honradez y el prestigio perdido? Porque el mal ya está hecho (Recuerden el caso de los trajes del Señor Camps, expresidente de la Comunidad Valenciana. Igualmente para los demandantes, los cuales desean una resolución rápida que acabe con el problema y se les restituya según justicia. Un país sin justicia rápida es un país paralizado y con una deficiencia grave democrática. Concluimos. ¿Qué os apostáis a que dentro de unos días veremos al Señor Ortega Cano cobrando de la televisión por contar su "hazaña"? Si no, al tiempo.
lunes, 22 de abril de 2013
Castillos en el aire...
"De mayor no pretendí ser lo que soy". Me comentaba mi amigo. "Un día te mandan al paro, después te quitan la casa, las tarjetas de crédito, el teléfono móvil, el internet y acabas cerrando los ojos durmiendo entre cartones en un banco del parque. Por último te quitan la identidad y la autoestima. Te roban tu dignidad".
Juan y María (nombres ficticios), viven en los Catillos, una barriada que corona los altos de mi pueblo. Su casa (por llamarlo de alguna manera) no tiene llave, ni cerradura, porque no hay nada que guardar. Sus paredes viejas y las marcas de chorreones de tierra launa, muestran un techo derrotado, cansado de soportar las inclemencias del tiempo de agua y nieve. Allí viven con sus dos niños pequeños. Son gente como tú y como yo. Gente que han cambiado el portátil, el coche, y las cenas los fines de semana en el restaurante; gente que dormía en sábanas planchadas con olor a suavizante, por una cama de metal y un colchón de muelles que rechina exigiendo su jubilación. Han perdido más que la dignidad. No tienen amigos, (nunca los tuvieron, como se ha demostrado ahora); en la época de la abundancia eran palmeros aduladores, arrimados al sol que más calienta; ahora la soledad por compañía: No han podido mantener su red familiar y social, son los apestados del sistema y su patente, sin mapa ni rumbo. Preparado de acuerdo con una hoja de ruta en la que el esfuerzo, el trabajo y la preparación eran signos inequívocos del triunfo, educados para hablar idiomas y comerse el mundo, ahora asisten al desmoronamiento de todo aquello en lo que creían, como un castillo de arena. El mundo de sus padres se ha evaporado y ellos se encuentran, perplejos y desorientados, en medio del estruendo. Pertenecen a la Generación Paréntesis (Ed. Planeta), término que la periodista Joana Bonet ha otorgado a los nacidos entre 1960 y 1970. Una generación que le ha sobrevenido el paro y de repente, la ha sumido en una crisis de identidad: “Nuestra profesión nos construye, y la utilizamos frecuentemente como tarjeta de visita. Es una agarradero al que nos asimos y por eso, cuando nos quedamos sin empleo, nos sentimos más a solas que nunca”. Asociado a esto, las relaciones sociales se han deteriorado y el status, alimentado por el éxito, el prestigio y el dinero, rebajado para convertirse de la noche a la mañana, en un ser despojado de su segunda naturaleza: el trabajo. Creando una pérdida de autoestima y crisis de identidad, difícil de superar.
Juan y María (nombres ficticios), viven en los Catillos, una barriada que corona los altos de mi pueblo. Su casa (por llamarlo de alguna manera) no tiene llave, ni cerradura, porque no hay nada que guardar. Sus paredes viejas y las marcas de chorreones de tierra launa, muestran un techo derrotado, cansado de soportar las inclemencias del tiempo de agua y nieve. Allí viven con sus dos niños pequeños. Son gente como tú y como yo. Gente que han cambiado el portátil, el coche, y las cenas los fines de semana en el restaurante; gente que dormía en sábanas planchadas con olor a suavizante, por una cama de metal y un colchón de muelles que rechina exigiendo su jubilación. Han perdido más que la dignidad. No tienen amigos, (nunca los tuvieron, como se ha demostrado ahora); en la época de la abundancia eran palmeros aduladores, arrimados al sol que más calienta; ahora la soledad por compañía: No han podido mantener su red familiar y social, son los apestados del sistema y su patente, sin mapa ni rumbo. Preparado de acuerdo con una hoja de ruta en la que el esfuerzo, el trabajo y la preparación eran signos inequívocos del triunfo, educados para hablar idiomas y comerse el mundo, ahora asisten al desmoronamiento de todo aquello en lo que creían, como un castillo de arena. El mundo de sus padres se ha evaporado y ellos se encuentran, perplejos y desorientados, en medio del estruendo. Pertenecen a la Generación Paréntesis (Ed. Planeta), término que la periodista Joana Bonet ha otorgado a los nacidos entre 1960 y 1970. Una generación que le ha sobrevenido el paro y de repente, la ha sumido en una crisis de identidad: “Nuestra profesión nos construye, y la utilizamos frecuentemente como tarjeta de visita. Es una agarradero al que nos asimos y por eso, cuando nos quedamos sin empleo, nos sentimos más a solas que nunca”. Asociado a esto, las relaciones sociales se han deteriorado y el status, alimentado por el éxito, el prestigio y el dinero, rebajado para convertirse de la noche a la mañana, en un ser despojado de su segunda naturaleza: el trabajo. Creando una pérdida de autoestima y crisis de identidad, difícil de superar.
Si esto es grave como consecuencia, peor es la causa que subyace detrás. Sea cual sea la cultura estudiada, encontramos en todas ellas un estrato común que a pesar de sus diferencias aparentes, hay un núcleo común a la naturaleza humana, una base sólida moral en las que está muy clara la identificación de lo que es bueno y lo que es malo, por encima de sus diferencias. Jean-Claude Michéa, prestigioso filósofo francés, ha estudiado lo que él llama “la moral intuitiva de la gente normal”, en Le complexe d'Orphée (Ed. Climats), “aquellas cosas que todo el mundo entiende que no deben hacerse”. Lo
específico de nuestra época es que las ideas dominantes chocan
violentamente con esa esencia de lo humano. Como subraya Michéa, vivimos
en un tiempo nómada, que aboga por los cambios continuos, por el
frecuente salto de fronteras y por la disolución de lo estable. En ese
entorno, las raíces, la vinculación sólida a personas y lugares o el
especial afecto por la tradición son vistos como notablemente
perjudiciales. En esa percepción tiene mucho que ver la idea, de que toda autoridad es
castradora. También esto está cambiando. Hoy el éxito nada tiene que ver con la ética ni la honradez. Lo importante es el triunfo a costa de lo que sea y no los medios empleados para conseguirlo. Nada de lo tradicional tiene validez, todo tiene que reinventarse; el problema es que no existe un guión y nadie sabe dónde está la salida...
Con una taza de café entre las manos, Juan y María me siguen hablando, con voz quebrada, sólo interrumpida por el tostoneo de los cohetes, que emergen desde distintos lugares del pueblo, aporreando el cielo, ajenos a las tragedias de los humanos.
Con una taza de café entre las manos, Juan y María me siguen hablando, con voz quebrada, sólo interrumpida por el tostoneo de los cohetes, que emergen desde distintos lugares del pueblo, aporreando el cielo, ajenos a las tragedias de los humanos.
jueves, 18 de abril de 2013
Trascendental
Antes de tomarme un par de mostos con los paisanos de mi pueblo, queridos amigos, y sumergirme en los aires serranos de mi tierra, me gustaría compartir con vosotros esta entrada que lleva algún tiempo rondandome por la cabeza. Hoy quiero hablaros sobre un problema trascendental. Pero no se alarmen, que aunque les voy a hablar sobre un problema "importante", verán que la sangre no llega al río. El filósofo Ilustrado Alemán Inmanuel Kant (1724 - 1804) en su obra Crítica de la Razón Pura, utilizaba la palabra transcendental en su verdadero y etimológico significado, cuando se refería a las condiciones objetivas que tenía que tener todo conocimiento científico, para serlo. "Llamo trascendental a todo conocimiento que se ocupa en general
no tanto de objetos, como de nuestro modo de conocerlos, en cuanto éste
debe ser posible " a priori", o sea sujeto al espacio y al tiempo". (CRP) Lo que nos quiere decir Kant, es que para que haya conocimiento científico es necesario que se cumplan unas condiciones a priori o "transcendentales", condiciones puestas por la sensibilidad, que son el espacio y el tiempo, -también llamadas intuiciones puras-. Dicho de otro modo, no es posible conocer la experiencia ni sus leyes sin antes subsumirla y suponer el espacio y el tiempo. No hay conocimiento de la realidad sin antes presuponer el espacio y el tiempo; podemos conocer el espacio sin cosas pero no las cosas sin espacio; podemos pensar el tiempo pero no las vivencias sin el tiempo (perdonen los lectores la grosería de sintetizar de esta manera la filosofía kantiana, todo sea por la claridad). Los políticos de la I República española, como Salmerón, Pi i Margall, etc estudiaron en las universidades alemana, siendo sus maestros Nator, Cohen y Cantor, discípulos de Kant. En los mítines políticos, estos pensadores utilizaban palabras sacadas del contexto donde se formaron, sabiendo muy bien lo que decían: Conocían profundamente la filosofía kantiana. Pocos oyentes tenían la posibilidad de comprender y de entender aquel lenguaje farragoso, propio de eruditos...Cuando los mítines eran impartidos por políticos de segunda categoría en plazas y pueblos pequeños, estos imitando a sus maestros, empleaban la palabra "transcendental" sin conocer su verdadero significado. Al preguntar unos a otros qué decía el orador su respuesta era siempre la misma: "Dice algo importante".
miércoles, 17 de abril de 2013
Asesinos sin Rostro
El atentado de la Maratón de Bostón en EEUU el lunes pasado, deja tres muertos -un niño de ocho años y dos jóvenes- once personas en estado crítico y mas de cien heridos de diversa consideración. Es un acto terrorista indiscriminado contra la carne, contra las personas, planificado para hacer daño a gente inocente, en un lugar donde había miles de máquinas fotográficas, que ojalá ayude a la policía a descubrir a su autor o autores. Ahora nada importa si es por ideología o de lobo solitario, tiempo habrá. Mi pésame más profundo con los familiares de las víctimas y mi solidaridad más sincera con el pueblo americano. Bien caro están pagando los americanos del norte su liderazgo político mundial. Caro e injusto. Con independencia de que aún no se conocen los autores, ni los motivos que le han llevado a perpetrar este crimen horrendo, condenamos esta sin razón y esta deriva terrorista, contra unos ciudadanos deportistas, inocentes cuyo único "delito" fue participar en una carrera deportiva, predicando valores de paz, concordia solidaridad, entre los pueblos y estar en el lugar por donde pasaban uno o varios asesinos desalmados, sin corazón ni entrañas. Ningún hombre de buena voluntad puede no condenar el atentado. Aducir razones contra el "imperialismo americano", a favor del atentado, sería inicuo y rastrero por parte de quien lo defienda y mostraría la catadura humana y moral del sujeto que lo mantuviese. Al mismo tiempo hemos recibido la noticia de veinte muertos en Irak a causa de una explosión que ha acabado con la vida de hombres, mujeres y niños, todas víctimas inocentes. Algunos aprovechan para criticar a los medios por no hacerse eco de estos atentados, minusvalorando sus vidas.Lamentablemente, así parece, pero la costumbre y el territorio de guerra en el que acontecen estos hechos, los hace menos noticiables ante la opinión pública; aunque cualquier vida humana tiene el mismo precio.
Hoy somos todos americanos, hoy todos somos de Boston y nos solidarizamos con el dolor de nuestros hermanos. El pueblo americano se recuperará, superará la prueba y encontrará a los culpables. Nosotros, que vivimos una tragedia en Madrid de proporciones gigantescas, condenamos con firmeza a estos viles cobardes que se esconden detrás del anonimato. Son asesinos sin rostro, alimañas sin alma que merecen nuestro desprecio.
La Traída de los Santos Mártires
Para cualquier abulense que se aprecie, la palabra "traída" tiene significados muy sugerentes. Es la Traída de nuestros Santos Patronos desde la ermita donde la tradición cuenta que sus restos fueron encontrados allí, hasta la Iglesia del pueblo, para ser venerados por sufrir martirio entre los años 285 al 305 después de Cristo, siendo Diocleciano emperador de Roma y Daciano gobernador de Hispania. Los Santos, nuestros Santos Mártires, huelen a primavera de abril, a fiesta, pólvora y a corrida de toros...Son los recuerdos que evocan en mi memoria infantil estos Santos, asociados a épocas pretéritas, a niñez entre parrales, leche en polvo americana, pantalones cortos de pana negra, y a pueblo campesino que se despereza en un lento despertar de hibernación, entre bocanadas de aire frío norteño de la sierra y el dulce y suave viento del sur.
Con los primeros bostezos de primavera, la plaza, centro neurálgico del pueblo, comienza a digerir una actividad frenética que la hace cambiar desde su suelo de tierra hasta el cielo. Casetas de turroneros y feriantes montan sus tiendas y carpas bajo un cielo atiborrado de banderitas y luces. Las Cunicas, anuncian a la chiquillería su alegre girar sobre sí mismas, en un dar vueltas sobre sí mismas para estar siempre en el mismo sitio. Hasta los portales del ayuntamiento recobran vida con los trozos de hielo envueltos en paja para la elaboración de los helados. "Son los helados ricos del tío Juanico"; su olor a fresa y vainilla aún permanecen en nuestros sentidos, como recuerdo imborrable de nuestra niñez. En medio de tanto trasiego, mi mirada observadora escudriñaba cada movimiento, embelesado contemplaba la transformación de la plaza, con el placer de quien espera, sin afanarse en la llegada: ora plaza, luego ruedo. La monotonía del pueblo quedaba rota con los primeros sones de la banda de música. Los locales del ayuntamiento se convertían en un gallinero de ruidos y pitos, hasta que la batuta del director, unificaba criterios, armonía y compases. De pronto aquella algarabía desquiciada de clarinetes, trombones y trompetas, conseguía su compostura y sonaba en una misma dirección. Ya sí. Seguro que las fiestas están aquí, entre seguidillas y pasodobles, para animar, unir a sus gentes y romper la monotonía de un pueblo salido del letargo invernal.
Entre gastadores, la banda de tambores y cornetas, y algún que otro cohete suelto, en la tarde del 19 de abril, comienzan a desfilar por las calles del pueblo, anunciando a quienes quieran, que la Hermandad de los Santos Mártires con su hermano mayor al frente, está presta para iniciar camino de la ermita, la Traída de los Santos, desde su santuario hasta la Iglesia parroquial. Al cerrarse la noche, Los Santos, Apolo, Isacio, y Crotato, mártires por la fe de Cristo, salen de su ermita, acompañados por la que en los momentos mas duros del martirio, nunca los abandonó: La Virgen del Buen Suceso. De pronto, el cielo abulense se torna de colores, olor a pólvora, lágrimas, emoción y promesas. De rostros que iluminados por el cielo, elevan una plegaria de acción de gracias a sus heroicos soldados mártires. De recuerdos de seres queridos presentes por la memoria y el sentimiento, ausentes por el espacio y el tiempo. Entre sones del himno nacional, fuegos pirotécnicos, y vivas a nuestros Santos, cientos de cirios y velas en luminaria procesión, rompen la monotonía de la noche al paso lento y acompasado del tambor entre olivares y almendros. Desde su alto pedestal, la Virgen con su pequeño hijo en brazos y el cetro en la otra mano, muestra orgullosa la fe de nuestros patronos que nos precedieron en la fe, con su presencia en aquellos momentos de tribulación. La palma del martirio entre sus manos, la corona de plata de laurel sobre sus sienes, la coraza, la gladio romana y la herida sobre la yugular de sus cuellos, muestran al mundo su martirio, como fiel testimonio de su fe. Los cientos de claveles rojos a los pies de su trono, son una hermosa metáfora de la sangre derramada por decapitación. Una hermosa lección de entrega y sacrificio, de unos soldados romanos, que prefirieron abrazar la palma del martirio, antes que apostatar de su fe y adorar a dioses fabricados por la mano del hombre. Por eso los veneramos y los amamos, como parte esencial de nuestra confesión de creyentes. Porque son un ejemplo de renuncia al mundo y seguimiento de Jesús hasta dar su vida por Él, ser testimonio de su resurrección y vencer a la muerte para siempre. Así nos lo han transmitido y enseñado nuestros padres. Así lo profesamos y creemos.
lunes, 15 de abril de 2013
En España no funciona nada
Efectivamente, Señor Pujol, en este País llamado España -no Estado español- como Ustedes los nacionalistas le llaman- !Que no se enteran Señor Puyol! (este País está geográficamente situado, es un lugar, ocupa una extensión en la Penísula Ibérica y tiene un nombre: ESPAÑA). Pues bien, en España -dice Usted- no funcionan las instituciones, y no le falta razón; mire por donde Usted y yo vamos a estar de acuerdo, por una vez, sin que esto sirva de precedente. “En España -ha añadido- no funciona nada, no funciona el Tribunal
Constitucional, no funcionan los partidos, no funcionan las Cortes, no
funciona el Banco de España, que ha hecho una actuación desastrosa en lo
que se refiere a controlar el sistema financiero, no funciona el
Supremo, y no funcionan las autonomías”. (Jordi Puyol)
Ha llamado a nuestro país "España", cosa que se agradece, viniendo de quien viene; por ahí empezamos a entendernos. Veamos.
"El Tribunal Constitucional no funciona", -dice con buen criterio-. No. No funciona. El día que aprobó la legalización de Sortu, como partido político. Fue un día muy triste para la democracia Española; un partido político que no ha querido condenar los asesinatos de ETA y se ha negado a pedir su disolución. Sus consecuencias ya las estamos sufriendo.Tampoco funciona el TC cuando reconoció en el preámbulo del Estatuto que Cataluña es una nación, en contradicción con la Constitución Española, después de deliberar durante cuatro años.
"No funcionan los partidos". Si funcionaran -Señor Puyol- no serían cotos cerrados al margen de los problemas del pueblo. Si funcionaran no esquilmarían a Cataluña como lo hizo CiU con el 4% o el 10%. Ni se ralentizaría la justicia durante 11 años en un cajón olvidado. Valga esto de botón de muestra: "Por primera vez en la historia de la democracia española, un partido político, Unió Democrática de Catalunya, ha reconocido haberse financiado ilegalmente y se ha comprometido a devolver el dinero
recibido. No lo ha hecho, sin embargo, movido por el arrepentimiento o
en una rueda de prensa ante la opinión pública, sino en una sede
judicial, y con el objetivo de conseguir un pacto que rebaje la pena a los imputados y evite a su líder, Josep Antoni Duran Lleida,
tener que declarar como testigo ante un juez. El reconocimiento de este
comportamiento delictivo tampoco ha supuesto que Duran Lleida,
responsable de la formación, se plantee dimitir. El partido ha reconocido que cobró el dinero, pero insiste en que, "más allá de los imputados, Unió ignoraba el origen ilícito de las cantidades o pagos realizados". (Miguel Maiquez, 20 Minutos.es)
Tampoco funcionan Las Cortes (Parlamento Español) porque vergonzosamente se plegaron a las exigencias del Señor Presidente Rodriguez Zapatero con la aprobación del Estatuto de Cataluña, sin personalidad y decencia política de Socialistas, CiU, IU y resto de partidos nacionalistas.
No funciona el Banco de España porque si hubiera funcionado con Miguel Angel Ordoñez como Gobernador, durante el gobierno del Señor Zapatero, habría habido mas control de las entidades financieras, organización, fusiones y funcionamiento. Sí, Señor Puyol, la manipulación de los políticos en los consejos de administración fue vergonzosa, irresponsable, latronicia, perdonando préstamos a los partidos políticos y engañando a la gente sencilla con las preferentes. Lléndose todos de rositas sin que nadie asuma su responsabilidad, estén en la cárcel o hayan devuelto un euro.
Desconozco por qué no funciona el Tribunal Supremo, a no ser que sea porque no les guste sus sentencias, cosa que no me sorprende: sólo acatan las que les son favorables. Ya sé que a Usted le gustaría un Tribunal Supremo de Cataluña, para mangonearlo y manipularlo a su antojo; todo se andará con el tiempo. Déjeme recordarle que la base de la democracia está en cumplir las leyes y en acatar las sentencias, nos gusten o no.
En cuanto al mal fucionamiento de las autonomías, totalmente de acuerdo, Señor Puyol, especialmente la de Cataluña que según La Generalitat ha hecho un esfuerzo "ingente", profundo y doloroso
para rebajar su déficit. Sin embargo, todo parece haber sido
insuficiente para cumplir con el objetivo marcado para 2012 por el
Gobierno. También España -como no podía ser de otra manera- se ha comprometido con Cataluña financiando con 5.000 millones de euros, que tuvo que pedir prestados a los mercados internacionales, ya que Cataluña era insolvente. "Si Cataluña tiene hoy a sus instituciones en la ruina no es por causa del desfalco de España, sino por el despilfarro inmenso de una clase política que ha basculado entre la corrupción y la inoperancia" (J. Caraballo, El Confidencial) ¿Tendrá España el deber y la obligación de exigir que se cumpla el déficit? Si las demás autonomías se aprietan el cinturón ¿Por qué no Cataluña?viernes, 12 de abril de 2013
Un Circo llamado Parlamento
Sabemos por la Constitución que el Parlamento es la sede de la soberanía popular, representada por los diputados de los partidos políticos. En teoría, así debe ser, porque en la práctica se ha convertido en un circo donde priman los payasos, los equilibristas, y los ilusionistas. Porque, si bien es cierto que lo que sucede en la calle debe tener su repercusión en el hemiciclo, como fiel reflejo de la representación y concienciación de los problemas del pueblo, no de ésta manera.
El bochornoso espectáculo al que todos asistimos en la tribuna del Congreso a costa de los Diputados de ERC (Ezquerra Republicana de Cataluña), hablando en catalán -en concreto- el Señor Tardá, demuestra hasta que punto, el nacionalismo utiliza ésta tribuna y la lengua catalana, como instrumento de enfrentamiento político. Hasta tres veces fue advertido por el Presidente de que hablara en español, pero todo fue inútil: consiguió ser expulsado. Estos no quieren aprender. Utilizan las instituciones para sacar rédito político y mientras se habla de sus bufonadas consiguen tapar las vergüenzas de su socio CiU y en concreto de la familia Puyol. Eso sí, sin descuidar la educación en el odio a España y a todo lo que huele español. Inculcándoles a dos generaciones de niños catalanes, lavándoles el cerebro, de que España les roba, les oprime y es la causa de todos sus males. Pues bien, ya es hora de que se vayan enterando quien les roba y quien guarda 32 millones de euros en paraísos fiscales. El mismo que se pasea por Barcelona en un Ferrari, almacena sacos de billetes en Andorra, y acapara las ganancias de las ITV (Inspección Técnica de Vehículos)¿Dónde están aquellos que decían que eran falsos los informes policiales de la UDEF? ¿Dónde aquellos que acusaban al Gobierno Central de inventarse casos de corrupción para interferir en la independencia de Cataluña? A ver cuando los catalanes se dan cuentan del verdadero propósito de los nacionalistas...
Pero si importante es el papel de los payasos en el circo, no lo es menos el de los equilibristas. Son los socialistas. Lo de las preferentes es una estafa, que proviene de unas practicas bancarias y una supervisión inexistente
del Gobierno Socialista y que ahora se cargan, en insultos y ataques, a
quien intenta aliviar el problema y ha de comerse el marrón. Los mismos que apoyaron a unos ciudadanos que protestaron por las preferentes, de forma airada, llamando a los diputados:
“Chorizos, ladrones y sinvergüenzas”, y porque la bronca siguió en el
hemiciclo cuando diputados de las bancadas de la derecha y de la
izquierda intercambiaron gestos golpeando sus respectivas mejillas. Por
discutir, discutieron hasta los del mismo partido, porque el socialista Manuel Chaves afeó la conducta a su compañero Odón Elorza, que aplaudía a los expulsados. Paradójico y contradictorio porque fue con el Gobierno Socialista cuando se firmaron las preferentes; a muchos de ellos les hubiera gustado estar en la tribuna de invitados, dándose abrazos y besos... Es cierto que ha habido un engaño masivo de ciudadanos por parte de las Entidades Financieras, con el consentimiento del Gobierno Socialista y sus organismos supervisores, que miraron para otro lado. Estamos a favor de miles de ciudadanos, jubilados, niños, viejos con alzeimer, gente no formada ni especialista en planes de inversión, a quienes se les engañó prometiéndoles intereses superiores al 5% a cambio de poner su dinero a un riesgo excesivo, sin que esto último fuese explicado a los inversores. Ahora todo el dinero se ha evaporado y han quedado en la ruina. Pues bien, el gobierno actual del PP tiene el deber ético-político de rescatar ese dinero, y obligar a las Entidades Financieras a devolverlo a sus legítimos dueños con los intereses correspondientes. Otra cosa es la forma de expresarlo por los afectados -que nunca deben perder las formas-, y el debido respeto que merecen los parlamentarios en su función legislativa.
miércoles, 10 de abril de 2013
El Hábito
"Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto. Es un hábito."
ARISTÓTELES
Si hay algo que maravilla es escribir. La escritura es la memoria del pasado, hecha presente. Todo consiste en tener algo que decir y decirlo. Una vez que la has descubierto, no la puedes dejar; es como quien encuentra una mujer bella, inteligente y te enamoras hasta perder la cabeza por ella...
Todo lo que escribes es diferente, pero a la vez se parece porque quien lo escribe soy yo. Los artículos que escribo son respuesta de una serie de preguntas complejas que yo mismo me hago y yo mismo me contesto. Todos los seres humanos podemos escribir, comunicar, salir de lo profundo de nuestra alma y compartirlo con otros. Otra cosa es escribir bien, don que sólo los dioses conceden a unos pocos. Las preguntas son más comunes y universales de lo que nos parece; lo que cambia es el modo de formularlas y la mirada subjetiva que cada uno pone, la perspectiva que decía Ortega y Gasset. Todo gira en torno a conceptos universales propios de nuestro género humano, que surgen porque están ahí y no hay otros. Este artículo no debe parecerse nada al de ayer, y sin embargo se debe parecer mucho porque tiene mi impronta, mis obsesiones, mis maneras de ver las cosas, que son las que son. En esa polaridad nos movemos.
¿Hay que cuidar el estilo literario? -me preguntan algunos-; mi respuesta es siempre la misma: hay que mantener un cierto orden, aunque no hay que obsesionarse por el "continente" sino por el "contenido"; lo importante es lo que se dice, aunque "el cómo"? lo haga más atrayente. ¿Hay que documentarse sobre un determinado tema? Naturalmente que sí. Depende del tema elegido, su variedad y el dominio que se tenga sobre lo que se escribe. A veces se recurre a la memoria, otras a diversas fuentes. Los datos han de ser fiables y contrastables, los que no admiten discusión; otra cosa son las opiniones personales, que éstas, sí son susceptibles de diálogo argumentativo. A veces te critican la elección de un tema en vez de otro: Yo los elijo al azar. Otras veces se impone la noticia del día por ser muy relevante y das tu opinión; otras te da vergüenza hablar sobre un tema personal o cercano -importante para ti-, y no seguir la corriente de la noticia importante del día. Cuando te levantas un día y miras la actualidad, siempre te fijas en algo que te llama la atención y lo comentas, por no se sabe qué.
En cuanto a la novela, depende su estilo, pero de acuerdo con Armando Monnar cuando dice que "el escritor, al plasmar dichas ideas en el papel les confiere su sello personal y cobra vida propia a través del proceso creativo, ya que la creatividad que se refleja en su obra nace, se nutre y refleja parte de lo que es, no sólo como autor creador, sino como ser humano integral. Es un trabajo introspectivo, donde el límite lo pone su capacidad para la imaginación, su habilidad para el manejo de la técnica y la originalidad, que le termina confiriendo un sello particular a toda su obra".
La soledad siempre acompaña al creador, es inherente a él; no así el lugar, pues para quien imagina no hay lugares. Hoy escribo en la ciudad, mañana en el campo; hoy en Granada, mañana en El Camino Real en Abla; aunque yo, me siento emigrante almeriense, pues mi familia es de allí, de Abla donde crecí, de allí soy, donde tengo mi casa, la de siempre. Me siento desarraigado, desplazado...siempre he ido de aquí para allá...tal vez por eso escriba, por encontrar un lugar seguro alejado de arenas movedizas. Siempre lo he dicho: Escribo para mi; no para el público. Pues, ¿Quién es el público? ¿Qué sé yo de los gustos de la gente? Hay lectores y cada uno es diferente. Trato de conectar con ellos, con la esperanza de poder hacerlo, de agradarles...lo intento, pero siempre a través de mi.
martes, 9 de abril de 2013
Retransmisiones Deportivas
Hoy juega el Real Madrid un partido que marcará el devenir de toda la temporada. Harto de política, no sabía qué tema elegir, y al final he decidido cumplir la promesa a un amigo de hablar sobre el fútbol en nuestra infancia. Sirva también como homenaje al equipo de nuestros años jóvenes, el Real Madrid, y a la Selección Española.
En la década de los años 60, España empezaba a despertar del letargo de la postguerra y del aislamiento internacional. Había muy pocas razones para ser felices, excepto la poca esperanza de que vendrían días mejores por los planes de desarrollo industrial y el despertar del turismo. En aquellos tiempos comenzaba la implantación de la televisión en nuestro país, y los partidos de fútbol sólo eran radiados mediante aparatos de radio, donde se oían más los ruidos y pitidos de las ondas que las palabras. La ilusión de nuestra pandilla era escuchar Radio Gaceta de los Deportes de RNE y el Carrusel Deportivo de la SER, los fines de semana. Cuando Matías Prat radiaba el partido desde el Estadio Santiago Bernabeu, lo seguíamos con tanto entusiasmo, con tanto o más ardor que el puesto por el propio locutor en sus retransmisiones. Veíamos y sentíamos el fútbol en estado puro, por la magia de las palabras del locutor y la creatividad de nuestra joven imaginación desbordante. Con la cabeza agachada en torno al receptor, se nos pasaba el tiempo entre regates, fueras de juego, penaltis, anhelos y frustraciones...
Las tardes de domingo eran todo lo amenas que se puede en un pueblo pequeño de interior. En la trastienda de la farmacia de Don José el Boticario, en torno a la mesa camilla, pasábamos la tarde escuchando el Carrusel Deportivo, el 1X2 y jugando a las "siete y media"; la trastienda de Pepe y Paco el Boticario !Inolvidable por los buenos ratos pasados! De allí surgió el descabellado proyecto de ir a ver en televisión, la final de la Copa de Europa de Selecciones Nacionales entre España vs la URSS. En cuatro bicicletas -cuál de ellas en peor estado- prestadas por los vecinos y amigos, iniciamos un viaje hacia un pueblo a más de cuarenta kilómetros del nuestro, por carreteras de montaña con curvas pronunciadas al principio y rectas interminables, en donde cielo y tierra se fundían en uno en la lejanía. La llanura del Marquesado del Zenete se extendía como lo que es: Una llanura inmensa cruzada por una carretera de rectas interminables y una vieja caseta de peones camineros rodeada de pinos centenarios, con una pintada en sus paredes que rezaba: "Franco, más agua, más árboles"; (en aquellos instantes, -Franco estaba en otra batalla, en el palco del Estadio Santiago Bernabeu- enalteciendo a los aficionados para ganarle otra batalla "al contubernio Judeo-masónico-comunista", al menos en un partido de fútbol). Después de tres horas en bicicleta, llegamos a la Casa Parroquial, donde pusimos todo el ardor necesario que nos quedaba, para que España ganara el partido por 2 a 1 a la URSS. Lo peor estaba por venir; había que volver por el mismo sitio que vinimos. Aún retengo en la retina a mi Primo tendido en la carretera -cuan largo era- totalmente exhausto pidiendo auxilio, en una carretera sin coches y envuelto en la oscuridad de un lento atardecer. El cajón de un isocarro que pasaba por allí, sirvió de ambulancia de primeros auxilios y transporte improvisado. Yo tuve otra suerte, sin luz en mi bicicleta confiaba en mi amigo que iba unos metros por delante, para, en caso de la aparición de la pareja de guardias civiles, avisarme. De nada sirvieron mi explicaciones patriotas de apoyo a la Selección, aquellos guardias, parecían más de la república, que del régimen...!Me rio yo de los aficionados actuales! !Aquello era verdadera afición y amor por los colores patrios! Hoy no sería capaz ni de bajar al bar de la esquina, para ver un partido de fútbol. Así es la vida.
lunes, 8 de abril de 2013
Pueblos
Paredes blancas en contraste con balcones abigarrados de flores. Casas grandes que antaño fueron señoriales porque señores fueron sus moradores. Tejados de tejas rotas en casas encorvadas por el tiempo, hartas de permanecer erguidas, en otros momentos altivas. Calles asfaltadas y bien alumbradas, para que al trasluz se puedan ver revolotear los insectos por los pocos paseantes invernales. Hablo de nuestros pueblos que orgullosos desafían el tiempo y no quieren claudicar en el olvido. Efectivamente. De esos remansos de paz que cada vez se parecen mas a los campos santos, porque son más los que se han ido que los quedan. Son bellos, aseados y ordenados y huelen a flores. Son nuestros pueblos que poco a poco languidecen, hasta desaparecer sin que ello sea noticia en ningún periódico, y se resisten a ser engullidos en eso que llaman crisis. Pese a las pocas rentas que sus ayuntamientos pueden aportar, se las ingenian para no ser borrados del mapa. Es encomiable el trabajo de algunos alcaldes y sus consistorios, para que la correntía de la crisis no erosione y desertice el territorio. Para que las comarcas y la agricultura recobren el esplendor de antaño y acabe el éxodo del campo a la ciudad. Para que haya una correcta distribución entre demografía y territorio. Probablemente nuestros pueblos, desaparecerán del mapa para desconocimiento de muchos y la indiferencia de otros, si no se hace algo para evitarlo. Una correcta racionalización del territorio, ha de tener en cuenta una política de servicios, cuya rentabilidad no puede ser sólo económica sino también social. No se le pueden pedir sacrificios a nuestros jóvenes, si no se les dan posibilidades en forma de recursos, inversión económica y formación; proyectos que asociados a la transformación y comercialización de sus productos naturales, creen expectativas de trabajo y fijen a la población joven en el asentamiento rural. Los urbanos de ciudad, tendrán dificultades para entender lo que significa ser de pueblo. Porque ello conlleva identificarse con la familia y con la estirpe; con las raíces, que para bien o para mal, te definen. Es dejar de ser anónimo, para ser alguien a quien saludan, te sonríen o saben por la pinta de qué palo proviene aquella astilla. Sentirse en el pueblo, es sentir lo propio. Los que vivimos en la ciudad, volver es algo mas que un simple viaje para cambiar de lugar: Es volver en el tiempo y disfrutar de aquellos ratos que nunca debieron acabar. Llegará un día en el que el último habitante hará un viaje sin retorno; nadie ni nada le sujetará allí. Quedará el cementerio como garantía, pero ¿Quién llevará las flores o limpiará las lápidas?
viernes, 5 de abril de 2013
LA CARTA
Este relato que te escribo, no es importante. Si no lo lees, no pasará nada. A tiempo estás de no seguir. Hasta es posible que no hayas malgastado tu tiempo, que siempre es corto y efímero. No cambiará tu vida y nadie -espero- lo retirará del blog; tampoco se autodestruirá...Recuerdo con nostalgia aquellos días en los que al recibir una carta en el internado el corazón se alborotaba, cuando el encargado de repartir la correspondencia te nombraba. Cartas que te alegraban el día y olvidabas los reclamos del estómago, exigiendo trabajo, y las duchas con agua fría que disipaban las tentaciones. Cartas de cariño que siempre empezaban de la misma forma; escritas con tinta corrida pero con el trazo firme suficiente, y creer, que para quién lo hace, tú eres lo mas importante. Cartas que no necesitaban remitente porque su letra te era cercana, familiar, reconocida, que con el sólo tacto del sobre ya conocías su contenido, y su incitación a abrirla no era causada por la curiosidad, sino por el deseo...Hoy hay otro tipo de cartas, virtuales, cuyo apelativo se apropia el nombre de "carta", pero que no lo son; desvirtuando el lenguaje, su mensaje es tan falso, como su nombre, sin sobre ni remitente y cuya procedencia e intenciones de quien las escribe, son dudosas. Ahí están en el aire, para introducirse en nuestras conciencias, empozoñando como quien no quiere. Hay que sembrar que algo queda. Incitando a su lectura con la la falacia ingenua de que desaparecerán de nuestras percepción. Nacidas en el laboratorio de montaje con el solo propósito de crear estados de opinión, estructuras de poder basadas en el dinero, y no para generar estados de "saber"; la demagogia y el populismo, son sus signos manipuladores de identidad. ¿Quid prodest? ¿A quién benefician? Esa es la pregunta -amable lector- que hay que hacerse, con espíritu crítico, escéptico y ecléctico. Tan crítico, como no creerte todo lo que ahora estás leyendo, porque ninguna comunicación es neutral y desinteresada... Yo, prefiero la carta de mi chica, aquella que me envió en la primavera de la vida, deseando estar a mi lado cuando llegaran las nieves del invierno y el frío arreciara, no siendo el mejor ni el mas guapo. Hay muchas clases de cartas. Yo me quedo con las del los Box Tops del verano del 67, (http://www.youtube.com/watch?v=cfYo4I5juWc) "Dame un billete para un avión...días de soledad se han ido porque mi chica me ha escrito una carta...vuelvo a casa donde ella no puede vivir sin mi"
miércoles, 3 de abril de 2013
Álbum de Fotos
A mi me siguen gustando los álbumes de fotos que conservo desde la infancia. Cuando no sé que hacer, me gusta repasar mi vida reflejada en aquellas fotografías que comienzan en blanco y negro y terminan en un color descolorido. Me gustan esos tochos en donde el paso de cada página, marca un eslabón amarillento, como huella indeleble del pasado. Hace tiempo, decidí no fotografiarme porque no sabía qué cara poner, para estar lo suficientemente aseado cuando falte. También porque la foto no refleja el alma, sino el envoltorio. A mi siempre me ha gustado lo oculto. Repasar las fotos es recordar lugares y estados de ánimo puntuales de nuestra vida. Recuerdo con especial devoción la foto de la escuela con el mapa de España de fondo, la tierra en forma de esfera sobre la mesa del profesor, y la enciclopedia Alvarez entre mis manos. Desconozco la trayectoria de todos mis amigos de la infancia, pero hasta lo que yo conozco, ninguno ha sido ni muy bueno ni muy malo. Lamento ser del montón, lo que me lleva al triste anonimato. Yo recomendaría a mis numerosos amigos, que por el bien de mi nombre y de las fotos que compartimos, no hagan ninguna barbaridad, no vaya a ser que perdamos nuestra reputación de ciudadanos honestos y honrados, y su deshonra nos la imputen por salir en la foto. Corren tiempos, en donde lo importante no es ser sino parecer. Si todo lo que tiene la oposición socialista gallega es una foto del Presidente Feijóo, -cuando aún no lo era- de hace veinte años con Marcial Dorado, lo llevan claro. Mas les valiera demostrar con pruebas irrefutables la concesión de uno u otro favor, a cambio de algo; si no las tienen, que callen y se ocupen de hacer verdadera oposición, que nunca está de mas. Yo espero portarme bien, al menos, para no obligar a mis amigos a utilizar la tijera, quitarme de su lado, o destruir el álbum de fotos. Pero sobre todo, para que nadie les acuse de ser amigos de un tipo raro, poco sociable, que escribe para matar el tiempo.
martes, 2 de abril de 2013
ESCRACHE
Escrache es un término acuñado en Argentina, que consiste en una protesta activa contra las personas relacionadas con la dictadura, y que ahora ha recuperado la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), para presionar en la tramitación del proyecto de ley procedente de la iniciativa legislativa popular sobre la dación en pago. Es una actividad complicada porque definir sus límites legítimos implica una renuncia expresa a toda forma de violencia que deslegitimaría esa práctica. El origen de ésta práctica en nuestro país proviene de la crisis del ladrillo y de las condiciones leoninas de las entidades financieras escritas en la letra pequeña de los contratos, lo que ha generado el paro de muchos hipotecados que no han podido atender a los plazos de su hipoteca. Los múltiples desahucios y la respuesta de los afectados lanzándose por el balcón, antes de abandonar su casa, ha suscitado alarma social y un gran debate entre la población española; de ahí la creación de la PAH. Los métodos de acoso y seguimiento a los políticos hasta en su misma casa, por parte de los desahuciados, crea discrepancias sobre los derechos de libertad de expresión de unos, y los de intimidad de otros. Para el portavoz de Jueces para la Democracia, Joaquin Bosch, ningún acto de protesta pacífica, amparado por la libertad de expresión, puede ser considerado delito en una sociedad democrática; mientras que para José Luis González Armengol, portavoz de la Asociación de jueces y magistrados Francisco de Vitoria, la coacción y el modo y la forma en la que afecta a los bienes y familiares de los políticos, pueden ser delito, según los casos. Más, en una sociedad democrática, como la española, que cuenta con las instituciones legítimas para solucionar estos conflictos. Lo cierto es que los derechos de unos acaban donde empiezan los de otros. El Derecho de expresión es legítimo siempre que cumpla los requisitos de garantía y respeto marcado por la ley y los cauces que ésta establece. Toda reivindicación pierde su legitimidad, cuando utiliza la violencia como método para conseguir sus objetivos, ésta es la prueba del algodón. Sería interesante saber quien está detrás de estos grupos y qué intereses ocultos subyacen en el fondo. Es sorprendente que el acoso vaya siempre en la misma dirección: Los políticos del PP. Para los que han perdido la memoria, aquí está la hemeroteca: "EUROPA PRESS, MADRID.- 21/11/2007. La ministra de Vivienda, Carme Chacón, anunció que la Comunidad de Madrid contará desde el 1 de enero de 2008 con los seis primeros juzgados de primera instancia de lo civil, de los diez inicialmente previstos, destinados a agilizar los desahucios. Durante la presentación del formulario de solicitud de la renta de emancipación en un acto conjunto con el Consejo de la Juventud de España (CJE), Chacón justificó la localización en Madrid de más del 50% de los juzgados especializados previstos, por ser ésta la Comunidad donde más se demoran estos procesos". Ahora los socialistas ponen el grito en el cielo y "donde dije digo digo Diego"; su credibilidad es nula. No se entiende la animosidad de la PAH solo contra políticos del PP ¿Los demás no son responsables? Lo que muestra que hay intenciones políticas ocultas y que lo que no se pudo conseguir en las urnas hay que conseguirlo en la calle. En un Estado democrático serio, las leyes se respetan, y si no gustan se cambian por los procedimientos establecidos. No creo que sea la solución, acosar a los representantes del pueblo y a su familia en sus domicilios ejerciendo violencia física y moral, o llamar asesinos a los diputados del PP en el Congreso: Ese no es el camino. Es cierto que la gente está muy harta y duda -con razón- de la objetividad de la justicia, lenta y siempre favoreciendo a los poderosos: Las entidades financieras. Hay un clamor popular de indignación contra todo lo que se mueve, después de haber inyectado el gobierno miles de millones de euros en estas entidades financieras, para sanearlas. ¿Es así como nos lo agradecen? -Se preguntan algunos- Hay diversas formas de violencia social. El escrache es una de ellas. ¿Puede haber mayor violencia social que despojar a una familia de su vivienda, en presencia de sus hijos, violentando la cerradura con la ayuda de la policía y la del cerrajero? Y siempre son los mismos: Los más débiles. ¿Solución? Luchar en la sociedad civil para crear una nueva ley hipotecaria que sea más justa y equitativa con todas las partes, convenciendo pero no venciendo.
lunes, 1 de abril de 2013
ICONOGRAFÍA
Acabada la Semana Santa, volvemos a la rutina diaria y a recomponer el País tal como estaba. Superado el paréntesis de estas fiestas tan importantes para el cristianismo, no está demás reflexionar sobre el hecho religioso, la hierofanía de lo divino y el valor simbólico de la representación. La experiencia religiosa es un hecho mas de nuestra cultura que desde la optica de la fenomenología puede ser estudiado como un elemento mas que la compone. Todo hecho religioso comienza mediante un acto fundacional o una revelación por parte de la divinidad, lo cual implica problemas ontológicos y epistemológicos, de interpretación entre el mensaje divino y la recepción por parte humana, de validez y verdad. Si la religión es una experiencia simbólica de sentido, su mensaje es transmitido en un contexto cultural y como tal, ha de entenderse dentro del mismo.
Nuestra religión cristiana, tiene sus precedentes en la religión judía, lo que la Biblia llama el Antiguo Testamento. Es una religión sin imagen ni cara. La cara la puso el crucificado en la cruz. El Dios celoso del A.T. eligió al pueblo de Israel y estableció una alianza entre Él y su pueblo, jurándose fidelidad mutua, quebrada por la poca fe, frente al Dios que se presentó a Moisés como "Yo soy el que soy", sin nombre ni rostro. El pueblo, después de su liberación en Egipto, (en eso consiste la pascua) no fue lo fiel ni lo agradecido que que se esperaba. A la mínima de cambio caía en la idolatría del becerro de oro -cosa natural si se trata de un pueblo que debe su subsistencia al ganado- y a los pastos de la tierra que mana "leche y miel". Una y otra vez la alianza con Yahvéh se rompía a causa de la imitación que hacían los hijos de Israel de sus pueblos vecinos, adorando a dioses hechos por la mano del hombre. De ahí la prohibición a construir imágenes y representaciones iconográficas.
El Nuevo Testamento inaugurado por Jesús, representó un cambio revolucionario en la religión judía. La irrupción de Dios en la historia mediante su Hijo Dios-hombre, marca un hito trascendental y una nueva forma de considerar la Nueva Alianza entre Dios y su pueblo en la persona de Jesús- Cristo. En la cruz, Dios adquiere rostro y figura. El abandono del crucificado por parte de Dios es un trance más para que se cumpliesen las Escrituras. Su muerte como fracaso del proyecto, se torna en gloriosa resurrección. "Si Cristo no hubiese resucitado, vana es nuestra fe" -dice San Pablo- quien comprendió la importancia que tiene que Jesús haya vencido a la muerte, porque después resucitaremos nosotros con él. La tesis de universalización del cristianismo defendida por San Pablo, en el Concilio de Jerusalén, frente a la de San Pedro que lo circunscribía en el ámbito judío, fue esencial para la iconografía.
La liturgia del sábado Santo en la vigilia pascual es de una riqueza simbólica impresionante. Las lecturas del A.T. junto al agua, el fuego y la luz , son de una belleza, difícil de igualar. El día mas grande del cristianismo no es el Viernes Santo, ni el día de Navidad, ni el del Santo Patrón del pueblo, sino el Domingo de Resurrección, que comienza en la Vigilia Pascual. La representación sensiblera del dolor de las procesiones, es muy nuestro, pero no es lo más importante, ni lo esencial de nuestra religión. El lenguaje religioso no puede apelar, como la ciencia, a un saber verificable, ni a un saber representativo, sino que se basa en un lenguaje simbólico, expresivo y comunicativo, que, en última instancia, remite al testimonio (narración y expresión) y a la experiencia personal, que pretende hablar con y en nombre de Dios. La representación iconográfica, forma parte de nuestra forma cultural de manifestación de lo sagrado, y así hay que entenderlo. La religación entre Dios y el hombre (De ahí viene el nombre de religión) es personal e intransferible y va más allá de la mera representación de imágenes y procesiones. ¿Han de suprimirse? Yo no diría tanto. Sirven como representación plástica-simbólica que ayuda a vivir la fe y a mantener las tradiciones de nuestros antepasados.
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