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lunes, 9 de noviembre de 2015

Karim Benzema, un chico del Bron






Soy  francés por razones deportivas pero argelino de corazón. Quien así piensa no es otro que Karim Benzema, delantero del Real Madrid, una vez más en todas las portadas de medio  mundo por ser acusado de extorsionar a su amigo de la infancia Mathieu Valbuena compañero de la selección francesa.
Karim es el hijo de una familia que emigró a Francia desde la Kabilia de  argelina. Asentado en el suburbio árabe de Lyon, -El Bron- nunca renunció a sus raíces y a considerarse uno más entre ellos, a pesar de triunfar en el equipo de fútbol del Olympique de Lyon, su ciudad natal, y posteriormente en la selección francesa. Él, junto a a sus siete hermanos, se siente argelino y musulmán practicante, comprometido con todos los valores que representa el haber triunfado en lo más alto del deporte rey, siendo un ejemplo ante su pueblo sumido en el paro, el desarraigo, y el rechazo de la sociedad francesa. El chico triunfador que ha sabido superar la xenofobia a base de ser uno de los mejores, es un ejemplo muy  impactante para su pueblo -y no digamos para sus familiares y amigos más cercanos- Nunca se consideró francés y los franceses tampoco lo han aceptado tal como es, lo cual le ha causado problemas y dificultades a lo largo de su vida, que ha ido sorteando mediante algunos escándalos de los que ha sabido salir indemne. 
Muchas son las cosas que han de cambiar en nuestro fútbol y en los grandes clubs que lo representan. Algo se está haciendo mal cuando sus futbolistas de élite no son un espejo de buena conducta donde contemplarse, ni modelo paradigmático que imitar. El deporte en nuestra sociedad transciende la frontera de lo meramente considerado espectáculo, para convertir a sus actores, -los futbolistas- en espejo donde contemplarse los millones de jóvenes que tratan de emular a sus ídolos. Lo que vemos en el espejo, no nos gusta, aunque su imagen sea el reflejo de una sociedad que ha perdido el norte. Real Madrid, Barcelona, Chelsea, etc tienen jugadores de élite reconocidos y admirados en todo el mundo. Marcelo, Benzema, Alves, Diego Costa, etc. Chicos que han nacido en barrios pobres de grandes ciudades y que merced a su habilidad con un balón en los pies, han pasado de la pobreza a vivir en la Moraleja o en la Finca, una de las urbanizaciones mas lujosas y suntuosas de Madrid, o en un barrio residencial de Londres. Han pasado de no tener nada a tenerlo todo, fama, lujo, coches, chicas..., y una cabeza muy mal amueblada. Nadie con sensatez debe pensar que el hecho de ser un futbolista de élite, implique ser una persona formada; no debe ser fácil asimilar tanta fama y ganar mas de 11 millones de euros al año, (Karim Benzema), en una sociedad acostumbrada a la desmesura, a la adulación como a la denostación. Al Real Madrid le ha salido un grano en el culo, con la conducta de Karim al filo de la navaja, rayando la delincuencia. No se trata de una conducta temeraria con el volante, propia de un chico travieso; se trata de algo más grave, hasta el punto que puede ser declarado culpable de extorsión y pasar cinco años en prisión por intermediar en un feo asunto de fotos de contenido sexual. Por ahora el futbolista ha sido imputado y según ha declarado ante el juez solo pretendía ayudar a estos dos amigos como intermediario sin pretender delinquir, en una mezcla de cierta lealtad con un amigo en apuros económicos y la protección de los más débiles del entorno sociológico del que procede. Él se ha declarado inocente y el Real Madrid le apoya  y le cree. La tutela ejercida por Zinedin Zidane, le será de gran ayuda, así como su experiencia y consejo. Karim debería dejarse llevar por quien realmente le quiere y pasar página de toda esa camarilla de aduladores y falsos amigos que solo quieren vivir bajo su amparo dándole palmaditas en la espalda, y que pueden acabar con su carrera. Benzema es un excelente futbolista, pero a veces se comporta como un niño que no ha sabido asimilar el cambio de status y anda perdido y a la deriva. Si importante es recuperar al futbolista, lo es mucho mas recuperar a la persona. Alguien en el Real Madrid tiene un trabajo que hacer y no precisamente con el balón. Es lo que hay, cuando las cosas no se hacen bien. Posiblemente tengamos los futbolistas que nos merecemos. Ellos son el espejo roto de una sociedad que los ha hecho a su imagen: La nuestra. Es lo que somos.



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