MAESTRO...
Manos de tiza manchadas, de sudor, esfuerzo,
palabra; ideas plasmadas y escritas,
en encerado negro; voz desgastada por el
tiempo, siempre empezando, despertando ingenio.
Frío y calor, todo al mismo tiempo; días tristes,
alegres, temario, notas, programación; adaptación
curricular; padre, confesor y maestro: Solo
profesor de ESO, sin AQUELLO qué saber...
Con hambre de reconocimiento, comprensión,
aliento; que reconozcan tu siembra y respeten
tu sembrado. Espantapájaros merced al viento...
Por fin jubilado. Sin palabras qué decir; como
niño con zapatos nuevos estrenados.
Ensimismado. Aguardando la cosecha. Admirado...
ANTONIO GONZÁLEZ
Dedicado a mis amigos y compañeros, gente maravillosa y excelentes profesionales de la docencia. El país está en deuda con todos ellos: Alfonso, Ana, Carlos, Carmen, Epifanio, Jesús, Jóse, Juan Antonio, Juan Carlos, Juanjo, María Dolores, Natalio, Pablo, Paco, Paquita, Pedro, Pepe, Pilar, Tere..., y muchos más que siguen en la brecha...
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