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jueves, 1 de marzo de 2012

Hemos llegado al hueso





La fiesta ha terminado. Después de pasar días de fiesta, gastando lo que no teníamos mediante políticas cual mas irresponsable, la triste realidad ha llegado para nuestro País. Miles de españoles habrán podido comprobar en sus nóminas el mordisco que  le han dado con la subida del IRPF. Y estos son los afortunados por tener una nómina, no así los casi seis millones de parados, que no tienen donde caerse muertos. Triste herencia la que nos deja el socialismo. Ellos, los culpables, no tienen la decencia de reconocer su culpabilidad. Ellos se van de rositas, como si la "fiesta" no fuera con ellos. Dando lecciones de honestidad y honradez.Mirando para otro lado como si no tuviéramos memoria de sus desaguisados y alegrías. Han roto el reloj y ahora nos piden la hora. Han perdido las elecciones como consecuencia de su desatrosa política económica. Han gastado un pastón de dinero 91.000 millones de euros más de lo que ingresaron. No es el 6% de déficit que tanto cacareó la ministra Salgado engañando al País, sino el 8,5% ¿Saben dónde está la Señora Salgado? Disfrutando del retiro dorado de exministra y a la vez montando una asesoría financiera ¿Habrá alguien que pique?
Alguien muy alegremente eliminó el tope del 3% de gasto de las CCAA y así nos va ¿A que no saben quien fue? Pues sí, el mismo que sigue contando nubes en su retiro dorado del Consejo de Estado ganando 150.000 euros al año. Sus veleidades las estamos pagando ahora. La barra libre que otorgó su gobierno a las CCAA, después de darle a los Catalanes lo que pidieron en su Estatut, repartiendo a unas  comunidades más que a otras, ha dejado a España en un solar. Entre el 1,13 % de la Comunidad de Madrid  (la única que cumple) y el 7,5% de Castilla-La Mancha, todas las demás han disparado el déficit.
Esto que lo entiende el más tonto de la clase, algunos no lo quieren entender y torpedean la acción del gobierno del PP. Este debe ajustar el gasto -no gastar más de lo que se ingresa- e incrementar la inversión, para impedir que siga engordando el paro; o sea soplar y comer al mismo tiempo. Difícil situación. Hoy, nuestro Presidente intenta ante Europa que nos dejen subir del 4,4% al 5,5%, un  recorte espectacular. Y mientras tanto, ¿Qué hacen los sindicatos? Salir a la calle y montar manifestaciones callejeras contra todo lo que se mueve. Dicen que contra la reforma laboral, pero que no nos engañen -los veinte días por año trabajado- fué aportación del gobierno socialista y no del actual gobierno. Se acabó la compra de su silencio y su privilegiada posición. Con la opinión pública en contra, toda la aportación de los sindicatos UGT y CCOO a los graves problemas del País, es tomar la calle y enaltecer a las masas para que "el gobierno derechón" tome nota. Durante los casi ochos años del gobierno Zapatero, no han movido un dedo por los cinco millones y pico de parados, ahora no dan ni los 100 días de cortesía al gobierno del PP ¿Quién los va a creer?
También el PSOE, que según palabras de su Secretario General P. Rubalcaba, iba a hacer una oposición limpia y responsable -no como la que a juicio suyo hizo el PP- está y no está en la calle. Ellos, los principales responsables de este desastre nacional, son los primeros que se ponen detrás de la pancarta, ocupando la calle. Deberían asimilar que el  PP ganó por mayoría absoluta, lo que le confiere legitimidad y autoridad.  Y sobre todo tiene el apoyo de una ciudadanía harta de de sindicalistas subvencionados, estudiantes que no estudian y han hecho de ello su profesión, socialistas desprestigiados y comunistas desorientados. La democracia es un sistema, donde las reglas que nos hemos dado, hay que respetarlas, y si alguien las transgrede con actos violentos debe asumir sus consecuencias. De ello tendrá que dar respuesta el Gobierno de Rajoy.
En cuanto a nuestro País, nos esperan años difíciles y tal vez no seamos jamás lo que fuimos. La fiesta ha llegado a su fin. Ya no hay jamón para nadie, hemos llegado al hueso.








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