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martes, 22 de septiembre de 2015

Nadie escupe en la mano que te da de comer






    Te has pasado, Fernando Trueba. "Nadie escupe la mano de quien te da de comer", ni nadie te obliga a ser español. Tus palabras muestran tu mala educación y tu torpeza. Si eres libre para decir lo que dices, también has de serlo para no vivir de la subvención del dinero público al cine español; es cuestión de coherencia y dignidad. Has querido hacerte el listillo de la clase, pero lo único que has conseguido es un exabrupto. En la vida uno puede ser lo que quiera, siempre que no metas el dedo en ojo ajeno y respetes a los demás."Ni cinco minutos de mi vida me he sentido español", ha asegurado el realizador Fernando Trueba, Premio Nacional de Cinematografía 2015 (el Señor Trueba no es catalán ni vasco, sino nacido en Madrid). El Señor ministro de Educación Méndez de Vigo, le ha respondido con un discurso improvisado y muy tenso, a pesar de que se mantuvo en el tono caballeroso propio de un ministro que procede de la carrera diplomática. Según fuentes ministeriales, Méndez de Vigo llevaba un discurso trabajado y muy elogioso con Fernando Trueba, en el que lo tomaba como epítome de las virtudes del cine español. Pero tras escuchar a Trueba, en vivo y en directo, y ver cómo se convertía en epítome de la soberbia de quien recibe un premio y escupe en la mano que lo otorga, el ministro decidió guardarse las palabras que llevaba preparadas y, al contrario, hablar brevemente de las bondades del cine español sin citar a Trueba.
    Lamentable y bochornoso, porque en este país llamado España, se puede recibir un premio nacional sin ser de la nación española -(premios así se han dado a extranjeros por sus méritos y capacidades)- pero no a alguien que en el mismo acto de entrega, reniega a serlo.  Lo coherente, Señor Trueba es no haber aceptado un premio de "un país extranjero" en el que Usted no cree, así que devuelva el premio y el dinero, y a partir de ahí, creeremos en sus palabras. Hablando de coherencia, recordarle al Señor ministro del PP, que como máximo representante de la cultura de España, tendría que haber respondido, con un discurso más duro y no otorgando el premio a alguien que no se lo merece, sino negárselo, y entregárselo al segundo más votado. Así es cómo tenía que haber procedido este ministro, aunque ya nada nos escandaliza después de ver los resultados de aquellos que le pitan a nuestro himno y no les ocurre nada. En su discurso de aceptación, el Señor Trueba ha asegurado que tiene "muchos conflictos" con la palabra "nacional", -(como seguidor del "clan de la ceja" de Zapatero, puede elegir entre las 42 acepciones de la palabra nación con las que nos ilustró nuestro presidente, y acomodarse con la más propia)-. También manifestó que es alguien partidario de suprimir las fronteras, y que le hubiera gustado que ganara Francia la Guerra de Independencia. Dicho de otra modo, lo que este Señor nos quiere decir es que hubiera preferido que ganara el borracho de Pepe Botella, hermano de Napoleón, antes que Fernando VII (uno encarna la república y el otro la monarquía) Pues la frontera de Francia no está tan lejos, Señor Trueba, ¿Para qué vivir en un país España, rodeado de enemigos, que le crea falta de libertad e inseguridad? Lo procedente es coger los bártulos y vivir en Francia, un país en dónde se respetan sus símbolos nacionales y hay tanta libertad y seguridad como en España. Hasta puede que le enseñen modales y educación. Por mi parte, "Yo no gastaré ni cinco minutos viendo una de sus películas"



    A Fernándo Trueba

    Puedes querer "la nada", seguridad y libertad.
    Puedes ser ciudadano del mundo, progresista
    de la Ceja, adulador del peor presidente,
    decir lo que piensas sin pelos, a toda la gente.

    Puedes elegir Francia, Zimbawe o ponerte de perfíl.
    Vivir de la subvención del Estado español,
    predicando que no eres español, aunques vivas
    al  "socaire" de su favor, en tu torre de marfíl.

    Puedes disfrazarte de chino, pirata bucanero,
    francés, apache, de Minesota, o mongol,
    esquimal, cafre, pigmeo o del mundo entero...

    Pero eso sí, si trincas subvenciones,
    te dejas de "coñas marineras", y ejerces
    cinco minutos de español, con dos cojones.

                  ANTONIO GONZÁLEZ



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