Translate

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Las Alambradas de la vergüenza





Nunca estuve de acuerdo con la guerra de Irak. De hecho, protesté como el que más, con algunos compañeros mios en las manifestaciones de Granada. No me convencieron los argumentos torticeros y engañosos de Aznar y Bush, creía que había intereses ocultos que no eran debidamente explicados al pueblo, como luego el tiempo y la historia demostró. Hoy asistimos a un espectáculo deleznable, vergonzoso que me hace sentir vergüenza propia por el papel que juega Europa ante la situación de los miles de refugiados que procedentes de oriente próximo, huyen de la guerra, el terror, el hambre y los crímenes de la guerra de Siria e Irak. La Europa de los pueblos, esa Europa solidaria, ejemplo de democracia, acogimiento y refugio, no está a la altura que muchos ciudadanos nos gustaría. ¿Qué deberíamos hacer? La solución no está en construir la alambrada más grande para impedir el paso de los refugiados, ni en acoger a estos miles de refugiados abriendo las fronteras sin más. Tampoco se trata de acoger a alguien en tu casa el día de Navidad y sentarlo a tu mesa; mucho menos echarle comida a través de las alambradas como lo hacemos con los monos del zoológico, es algo más complejo y delicado. Los miles de refugiados no solo tienen el derecho de ser acogidos, sino a que se les atienda como es debido, de forma racional y ordenada, y no emocionalmente, ni dependiendo de la caridad del momento. Lo primero que deben hacer los países europeos, es aceptar el cupo que en razón de su PIB y otras variables le corresponda, y ser consecuentes con sus tratados de asilo internacional. En el supuesto que algún país se niegue a hacerlo, hay que obligarle y sancionarle. Luego se ha de acomodar a estas familias dentro del territorio ofreciendo vivienda, sanidad y educación además de medios para rehacer su vida ordinaria. Europa es tierra de acogida y debe seguir siéndolo. 
Una vez solventada la urgencia del  momento, Europa junto con EEUU y todos aquellos que se quieran involucrar, debe de enviar tropas de tierra para atajar el problema donde se genera, en territorio de Siria. Para ello no bastan los bombardeos desde el aire, sino entablar una guerra con tropas internacionales de tierra para luchar cuerpo a cuerpo contra el yihadismo del Estado islámico teocrático de Siria, y borrarlo del mapa, por sanguinario, fanático, y terrorista; instaurar un período constituyente, y convocar elecciones libres para la conformación de un gobierno democrático; es evidente que esto no se hace de la noche a la mañana, requiere tiempo y voluntad firme para llevarlo a cabo. ¿Qué Estado o gobierno estaría dispuesto a hacerlo? ¿Hay algún gobierno occidental que se atreva a mandar soldados a cambio de recibir ataudes y justificarlo ante su propio pueblo? En España, la izquierda progresista que tanto grita y hasta le echa la culpa a Rajoy de la Batalla de las Navas de Tolosa, ¿Estaría dispuesta a apoyar al gobierno en el supuesto que éste se viese forzado a enviar tropas terrestres? Yo creo que no; tiempo le faltaría para salir a la calle con el grito del "No a la Guerra". Lo que no se puede es hacer demagogia con un problema tan humano, y menos, sacar rédito político a costa de criticar al adversario sin involucrarse con todas sus consecuencias. "Si quieres la paz, prepárate para la guerra" (Si vis pacem, para bellum) Está en juego la supervivencia de la civilización occidental.



No hay comentarios:

Publicar un comentario