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jueves, 31 de julio de 2014

Cataluña: El fin de una Arcadia Feliz





CATALUÑA

Para empezar un poco de historia. Cataluña es una de las 17 autonomías que conforman España. Con sus 7.500.000 habitantes es después de Andalucía la región de España más poblada, seguida por Madrid. En lo económico, representa el 20% del PIB de España y es la región más industrial y pujante del país. El catalán es su idioma oficial, junto con el español, lengua que proviene como el castellano o español del latín. Su lengua ha sido considerada un bien cultural e histórico a preservar y ha servido como vehículo identitario de la realidad catalana frente al resto de España. Cataluña, históricamente siempre ha formado parte de España y nunca a lo largo de su historia ha sido independiente. Sí es cierto que a partir de la segunda república, tuvieron un estatuto que les diferenciaba del resto de España, junto con sus competencias. En la época de la Dictadura del General Franco, disfrutó de inversiones industriales y de obras públicas, mediante los planes de desarrollo, en detrimento de otras regiones de España, como Andalucía, convirtiéndose en tierra de acogida de emigrantes de todas las regiones de España, que acudían por  cientos de miles, para encontrar allí trabajo, el mismo que se les negaba en su propia tierra. La burguesía catalana supo adaptarse a las exigencias del dictador, que a cambio de hacer de España "una, grande, y libre", se comprometían a renunciar a la construción de una nación catalana, independiente del resto de España. En 1975 murió Franco en su cama; hubo que replatearse un nuevo modelo de encaje político a partir del tránsito de la dictadura a la democracia. Se inició, entonces, un período llamado de la transición de la dictadura a la democracia, liderado por Juan Carlos I y la aprobación de la Constitución de 1978 en el Estado de las Autonomías; Constitución votada por el 92% de los catalanes, porcentaje jamás alcanzado en otras votaciones. Entre los padres de la Carta Magna, hubo un representante de CiU, el Señor Miguel Roca y Junyent, quien -entre otros- aceptó el encaje de Cataluña como "nacionalidad" integrada en el Estado Español. La llegada de Tarradellas en el exilio con su famosa frase, !Ciutadans de Catalunya! !Ja sóc aquí!, fue el inicio de un autogobierno basado en las competencias, que supuestamente, colmarían las aspiraciones del pueblo catalán. El tiempo ha demostrado todo lo contrario. Muerto Tarradellas, irrumpe en la política catalana Jordi Puyol, un político nacionalista, representante de la burguesía catalana y de los poderes fácticos de Cataluña, fundador de Convergencia Democrática de Cataluña, coalicionada con Union Democrática de Cataluña, formando la actual Convergencia i Unio (CiU). La cooperación de CiU en la gobernabilidad de España, durante los gobiernos alternativos del PSOE y PP, fue fundamental para la estabilidad del país. A cambio, Puyol no solo conseguía mayor autogobierno en Cataluña, mediante la concesión de nuevas competencias en educación, sanidad y economía, a cambio  de ser nacionalista pero no secesionista; a cambio de adquirir cuotas de poder que revestían al Presidente Puyol en un virrey en Cataluña, más allá de las competencias oficiales de su cargo, como único interlocutor válido con el Gobierno de España. Aunque hay culpas para todos, hoy sabemos que Pujol gozó de impunidad ante la justicia, porque así lo quiso el gobierno de España de Felipe González y el de Aznar, a cambio de su apoyo y cooperación en Cataluña. El asunto de Banca Catalana, rescatada con fondos públicos de los españoles por un coste de 300.000 millones de pesetas, cuyo culpable principal fue Jordi Puyol y 16 directivos más, representó un escándalo de proporciones gigantescas; enjugado por el Gobierno Central y exculpando de toda responasabilidad a Jordi Puyol, el protegido, que no fue imputado, ni juzgado, ni condenado, -como hubiese querido el Fiscal General de Cataluña Señor Jiménez Villarejo y el Señor  Mena-, que en declaraciones en el programa de TV "Más Claro el Agua", declaró que "sufrió acoso en su segunda residencia con armas de fuego y llamadas telefónicas a altas horas nocturnas" (Si se hubiese parado a tiempo, hoy no estaríamos hablando de 34 años de latronicio de la familia Puyol; en su tiempo, el mismo Roca,  denunció en Madrid ante el ministro del interior Señor Corcuera, el asunto Banca Catalana, posteriormente ocultado y amañado en Cataluña con la concesión a dedo de los asuntos burocráticos de todos los ayuntamientos de CiU, al gabinete privado de abogados del Señor Roca) ¿Por qué no se creyó la investigación de los periodistas del periódico El Mundo? ¿Por qué se les trató de falsarios y enemigos del pueblo catalán? ¿Cómo podemos restituir el trabajo tan noble de estos periodistas tan vilmente vilipendiados? Son preguntas que hoy nos hacemos sin que haya respuestas. Es evidente que algo ha sucedido en las relaciones del Señor Pujol con el Gobierno de España; algo que ha determinado un cambio de actitud del Estado con el protegido y amigo Puyol; algo que ha encendido la mecha de este escándalo sin precedentes, que ha salido a la luz pública: Ese algo no es otro que la conversión del pujolismo a los postulados del independentismo. Los veintitrés años en el poder como Presidente de la Generalidad y los treinta cuatro en la política, han convertido al "Honorable" y a su familia en una máquina de poder con influencia en todos los estamentos de la comunidad catalana, puesto que en cualquier obra pública o negocio de la Generalidad, allí estaba el "Capo" junto a "la familia" para sacar tajada o mordida del 3% de la obra, según denunció el Ex-presidente Pascual Maragall en el Parlamento. Lo más triste es que aquello se sabía y nadie levantaba un dedo para denunciar al infractor ¿Por qué aquello no se investigó? ¿Quienes miraron para otro lado dejando en saco roto aquella denuncia, fruto de un rapto de sinceridad que ennoblece a Maragall? ¿Por qué los empresarios extorsionados nunca denunciaron estos hechos? ¿Acaso por miedo a las represalias? Son preguntas cuya respuesta tenemos derecho a conocer, no les quepan la menor duda. Algunos de los más insignes, prestigiosos y cualificados periodistas de los medios subvencionados por la Generalitat, se hacen cruces ante la confesión  del "Mol honorable" por antonomasia. Pero es evidente que asisten ante su propia obra, puesto que ninguna construción nacionalista puede hacerse sin la propaganda de los medios de comunicación en poder de una oligarquía en connivencia con la clase política dirigente; lean lo que comenta Luis del Val en Periodista Digital: "Pujol y sus cómplices fueron tejiendo un régimen absolutista legitimado por las urnas, en el que formaban parte egregios personajes de la burguesía catalana, empresarios que financiaban con las ganancias de las obras públicas el tinglado, empresas periodísticas genuflexas ante el poder y la subvención, intelectuales distraídos, ingenuos de pacotilla, y esa larga cofradía de ciudadanos cobardes que formamos el grueso de la sociedad, y que miramos hacia otro lado porque tenemos miedo: miedo a la venganza, miedo a la extorsión, miedo a quedarnos sin trabajo, miedo a la maquinaria poderosa del poder que, como una mandrinadora, tritura toda crítica que sea demasiado molesta". (fin de la cita) Ellos, editores, periodistas, guionistas, creadores de opinión, columnistas que durante treinta y cinco años han construido en el oasis catalán una Arcadia Feliz, mediante la mentira, la manipulación, a la sombra del poder, son culpables -junto a sus medios- por crear editoriales conjuntas, más propio de regímenes totalitarios que de democracias de corte occidental; por inventar enemigos ficticios que ahogan la libertad del pueblo catalán, cuyo único objetivo cada día y cada mañana era encontrar la manera de fastidiar y esquilmar al muy honorable pueblo catalán, mientras los verdaderos culpables se escondían en sus hojas de papel o en las ondas. Todo por la "pela" o publicidad institucional con la que pagaba la Generalidad a los medios de comunicación afines a sus ideales. ¿Dónde están ahora? ¿Dónde se meten? ¿Qué tienen que decir? ¿Por qué no piden perdón al pueblo de Cataluña al que no le han contado la verdad? Pues bien, ahora quienes les roba es  su propio presidente, el muy Honorable Jordi Puyol, envuelto -antes en "la segnera" y ahora en "la estelada" para tapar sus verguenzas. Echado al monte del independentismo para seguir en el chiringuito de la rapiña, "el amigo de Madrit", se ha convertido en un estorbo para el Estado, en un apestado de la causa independentista al que hay que despojar de todos sus privilegios. Y en eso estamos, porque  esto acaba de empezar y solo vemos la punta del iceberg. La Hacienda pública española y la justicia entraran a saco para descubrir todo el entramado evasor de divisas del ahora deshonorable ciudadano Señor Puyol. "Todavía puedo estropear mi biografía" decía ultimamente; en veinte días lo ha logrado. El hombre más poderoso de Cataluña de la noche a la mañana ha pasado a ser un villano embustero que ha mentido a su pueblo, a su partido, y a su familia a ser denostado por todos, incluido su propio partido político con su delfín Arturo Mas, -quien a su pesar- se ha visto obligado a poner distancia con él y le ha forzado a renunciar a sus privilegios (el título de "muy honorable", junto a su sueldo de más de ochenta mil euros, un despacho en el Paseo de Gracia de unos 400 metros cuadrados mas coche y personal de servicio) "Pero este no es el caso Pujol. Es el caso del «pujolismo». El del 3 por ciento que Maragall denunció y no persiguió. El del saqueo del Palau. El de Caixa Bank, con sus jubilaciones millonarias. El de los túneles del metro del Carmelo. El del propio Mas: ¿acaso no era él consejero de Hacienda bajo Pujol? Los lectores de estas «postales» lo habrán leído reiteradamente en ellas: la clase dirigente catalana ha usado el nacionalismo para llevarse el dinero a espuertas –o en bolsas deportivas– y busca librarse de la Justicia española con el independentismo" (J.M. Carrascal ABC Digital) El proceso separatista ha recibido un palo difícil de superar, pese a que los secesionistas lo nieguen (la cara de Mas era un poema en contradición con sus palabras) por la importancia de los hechos, un proceso afectado por las mismas personas que lo impulsaron. La construción de una "Arcadia Feliz", necesitaba unos líderes con grandes dotes de liderazgo y adornados por valores morales de honradez, honestidad, sinceridad, autenticidad...líderes que no engañaran a su pueblo capaces de guiar a sus gentes  hacia un paraíso idílico donde manara "leche y miel", y no políticos corruptos que han engañado a su pueblo durante más de treinta años, desviando fondos públicos, fruto del pillaje hacia paraísos fiscales en coches deportivos o amparados por cadenas  humanas con dirección a Andorra. Líderes con sensatez y sentido común, capaces de unir y no desunir, de remar en la misma dirección y no en la contraria. Cabría decir que “el caso Pujol ha sido el más escandaloso que ha habido en el mundo”, porque, habiéndolo tenido todo para practicar la virtud, ha preferido entregarse al engaño; habiendo mandado en Cataluña a su antojo, ha contribuido a hacer realidad una sociedad reñida con la razón y esclava de la emoción, predicando el discurso de la ruptura, la separación y el odio, en línea con aquella frase del gran Thomas Mann según la cual “los enemigos proporcionan sentimiento de identidad porque, a quien no sabe exactamente para qué está en este mundo, ya le viene bien saber, al menos, en contra de quién está” (Jesús Cacho, Periodista Digital). La sorpresa e incredulidad ha sorprendido a los ciudadanos catalanes -aunque  no a todos porque algo se veía venir- y la rabia y frustración de quienes han sido engañados y robados es un clamor. Por fin las mentiras del nacionalismo secesionista han quedado al descubierto ante la opinión pública catalana. Ahora se entiende muy bien las prisas y las urgencias de los nacionalistas por llegar a la independencia, por crear una justicia propia, una agencia tributaria catalana independiente, etc., el tiempo apremiaba y la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) ha hecho su trabajo con independencia del poder político, y estaba a punto de destapar el asunto. La confesión del Puyol, no ha sido un acto voluntario de un arrepentido, sino la aceptación del delincuente que ha sido pillado "in fraganti" y ha reconocido su culpabilidad porque "a la fuerza ahorcan" (de todos modos, hay que esperar a que un juez dicte sentencia firme; hasta entonces, Jordi Puyol y su familia tienen derecho a la presunción de inocencia).
Todo se ha ido al traste, y ahora la pregunta es ¿Qué va a suceder con el proceso soberanista catalán? ¿Cuáles son las consecuencias que se derivan de este escándalo? En el encuentro de Rajoy con Mas en el Palacio de La Moncloa, el Presidente de gobierno de España dejó bien claro que la consulta del 9 de noviembre no se efectuará por ser ilegal y atentar contra el artículo 2 de la Constitución Española y la unidad de España. También expresó que nadie puede pedir al Presidente autorizar una consulta ilegal, porque no está en sus atribuciones ni competencias. Nada nuevo que antes no se supiera. Mas dejó claro que la consulta se efectuará legalmente con el beneplácito de Madrid o sin él. La cita se cerró en un clima de diálogo, tratando de temas económicos y de financiación, que son los que realmente pueden sacar a Cataluña del pozo en el que se encuentra.
La deriva secesionista ha acabado con el rédito político de Mas que ya ha sido desbordado por ERC y la calle. El hundimiento de su partido CiU es un hecho con una pérdida del 40% de sus votantes y una crisis entre sus mandos; la dimisión de Durán i Lleida, como Secretario General, es un antecedente de lo que queda por venir. ¿Dónde irán los votos de CiU? Probablemente una parte irá a ERC y otra se quedará en casa; con seguridad no votarán al PPC ni al PSC ni a Ciutadans. Será Ezquerra Republicana quien más se beneficiará del hundimiento de CiU, los mismos que formaron el tripartito de Montilla con PSC e ICV, los que arruinaron a Cataluña y la endeudaron en los próximos 100 años...!Ay la memoria qué débil es!  El futuro se torna problemático, con negros nubarrones que se atisban por el horizonte que anuncian tormentas y no precisamente una Arcadia Feliz. Porque Cataluña -y el resto de España- no necesitan más autonomía ni más autogobierno, sino menos corrupción y más libertad democrática. Es tiempo de pedir responsabilidades en lo político y en lo penal, y que cada palo aguante su vela.



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