Dicen los astrofísicos que es tal la fuerza de gravedad en un agujero negro, que todo lo que atrapa lo destruye, incluida la velocidad de la luz a 300.000 Km /seg. Ya se sabe, que nuestras retinas tienen un umbral diferencial para tener visión: malo una luz cegadora, peor una obscuridad absoluta. El negro ha sido siempre considerado un color extremo frente al blanco. En nuestra cultura es distintivo de dolor y luto por la pérdida de un ser querido. Hasta los Reyes Magos de Oriente, sabios y cultos, necesitaron mirar las estrellas del negro cielo, para poder orientarse, antes de iniciar el viaje hacia Belén. Solo los necios emprenden una aventura sin encomendarse a los cielos; con esto no solo enfadan a los dioses sino a su pueblo. No sabemos qué significado tiene la toma del "President" en el Parlamento Catalán, ocultando el retrato del Rey, pero nada bueno por lo que oculta.
Si las formas son importantes y las imágenes valen mas que mil palabras, ahí tienen la muestra: Mas toma posesión ocultando el retrato del Rey con un telón negro. Tan negro como el camino emprendido por Cataluña por parte de quien ha iniciado un viaje hacia un agujero negro. Menos mal que ha jurado su cargo respetando la Constitución, la misma de la que deriva su poder y autoridad, dentro del marco constitucional. Los españoles, tenemos razones profundas de qué preocuparnos con la deriva secesionista emprendida por el Sr. Mas. El pacto "contra natura" de CiU y ERC, no sabemos cuanto durará, pero algunos ya dicen que se vislumbra en el horizonte próximas elecciones para sacar a Cataluña del atolladero al que la ha conducido su "Honorable President". Los empresarios catalanes están que trinan con las medidas tomadas por el gobierno catalán, los mismos que no piaban cuando la campaña electoral; ahora les tocan el bolsillo, lo cual les desagrada y ven de cerca que la cosa va en serio; excepto las empresas periodísticas, subvencionadas por el gobierno catalán, que siguen apoyando a quien tan generosamente y dadivosamente les da de comer, lo que pone en tela de juicio su objetividad. El descontento y la descolocación de empresas es un hecho porque si algo requiere la inversión es seguridad, cosa que brilla por su ausencia en Cataluña. Tampoco le hace ningún bien la deriva secesionista a la deuda exterior de España, ni a su credibilidad por parte de los mercados internacionales. Si la situación económica de España no ayuda para nada a su imagen exterior, menos lo hará la crisis territorial en la que nos ha metido el Señor Mas. Alguien con sensatez, tiene que poner freno a este desatino. Lo hará el gobierno central con el apoyo del PP y PSOE -ambos con el 80% de los votos- con la Constitución Española en la mano, como hizo El Señor Rodriguez Zapatero con el plan Ibarretxe. Si no, al tiempo.
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