Mis Mejores Deseos

Ahora sí: !Feliz Navidad! a todos. De corazón. A mis amigos del alma y a los que no lo son tanto. A los que conozco y a los que no conozco, pero comulgamos en fraternidad universal. A los que me leen y están de acuerdo conmigo y a los que no lo están tanto, pero de los que aprendo cada día mas, y me hacen ser mejor, con sus oportunas opiniones. Cuando ahora se acerca el otoño de mi vida y se relativiza casi todo; cuando las grandes cosas se han hecho y solo quedan las pequeñas, amigos, uno tiene pocos huecos donde cobijarse que no sea la familia, los hijos, los amigos...También los recuerdos. Hay un tiempo para cada cosa y cosas para cada tiempo. La Navidad es tiempo de encuentro con los seres queridos, alejados en la distancia pero siempre presentes en el corazón. Es tiempo de desear buenos parabienes a los tuyos, a los próximos y a los demás allá: Es tiempo de paz a los hombres de buena voluntad. Pero no puede haber paz, si no hay justicia; sin justicia no hay libertad, (el don mas grande de los seres humanos) Es tiempo de solidaridad con los que lo pasan mal, por la enfermedad incurable, el paro, que paraliza las esperanzas de tantos seres humanos, y rompe ilusiones y proyectos que nunca se realizarán; y sus consecuencias los desahuciados, las separaciones, las frustraciones, la soledad...

No es tiempo de comilonas ni borracheras, cuando en España y en el mundo hay tanta gente que lo pasa mal. Ni de ostentación: estrenar ropa o zapatos nuevos que  luego terminan olvidados en un armario, sin que nadie los eche en falta. Tampoco es tiempo de hacer balance y prometer cosas que no tienen sentido y que tampoco vas a cumplir: Os prometo que no haré la promesa de tantos años como la de aprender inglés, ser mejor padre y no malgastar mi tiempo de ocio. El inglés, nunca lo aprendí correctamente, y mira que me esforzaba los años que pasé en Williansville en Ontario. En cuanto a ser mejor padre, ya se sabe que la edad hace a uno ser mejor abuelo que padre. Tampoco es tiempo de mandar falsos mensajes de felicidad bajo el abeto iluminado con falsas estrellas, regalos en cajas vacías y nieve caliente...
 Desde mi ventana abierta al azul del cielo o al misterio de la noche, desde los cristales trasparentes donde se dibuja el blanco de la sierra nevada y los almendros desnudos desafiando el invierno: mis mejores deseos para que sigáis siendo fieles a vuestros amigos; para que cada día sea un nuevo despertar de ilusiones por vivir, de risas sin contención, de lágrimas por el dolor, de recuerdos a vuestros seres que os precedieron... de ganas y de ansias de vivir lo bueno, como de soportar lo malo...