EL DERECHO A DECIDIR

El derecho a decidir es un "derecho" que tienen los pueblos oprimidos por potencias extranjeras o colonizadoras, a ser libres y soberanos y a ser reconocidos como Estado o nación por la comunidad internacional. Históricamente  se ha aplicado a territorios africanos o americanos ocupados por potencias coloniales, por mandato expreso de la ONU.

Es evidente que éste no es el caso de Cataluña. Cataluña nunca ha sido una colonia oprimida por ninguna potencia extranjera. Desde los pobladores más antiguos de la Península Ibérica, Íberos, Celtas, Cartagineses y Romanos, Cataluña ha caminado mano a mano con todas las regiones de España, siendo una parte de España como todas las demás regiones, ni más ni menos. Nunca fue una nación ni un reino. Nunca fue invadida por España. La única vez que fue invadida fue por los franceses que le quitaron todos los privilegios conseguidos por España y tuvo que ser rescatada por los Españoles. En 1714 no hubo ninguna guerra catalana-española, que Cataluña no participó en ninguna derrota bélica. Fue una guerra entre dos candidatos a la Corona de España, vacante desde la muerte de Carlos II sin descendencia: entre un candidato de la dinastía de los Borbones (de Francia) y otro de la de Austria (de tierras germánicas). En todos los territorios de la Corona de España hubo austracistas y borbónicos: por ejemplo, Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. 
El 11 de septiembre de 1714, sólo luchó Barcelona (no por la libertad de una nación catalana inexistente) sino por la capacidad de una oligarquía de señores barceloneses a disponer libremente de sus vasallos sin que el rey pudiese intervenir. El bando de Casanova es, sobre todo, una proclama antifrancesa y en ella se pide a los españoles (no sólo a los Catalanes) "derramar gloriosamente su sangre y su vida por su rey, por su honor, por la patria y por la libertad de toda España".
A ello ha contribuido el traspaso de las competencias de Educación que han servido para  dar  una visión sesgada tanto de la Historia como de la realidad de las relaciones de Cataluña con el resto de España. Estas son las consecuencias del adoctrinamiento nacionalista a través de mitos, leyendas, mentiras, que han construido o falseado una realidad, con tal de fundamentar su ideología. Cataluña nunca fue una nación independiente, ni en concepto moderno de Nación, ni como reino medieval y han sido los 30 años de democracia quienes han dado este enorme nivel de autonomía, autogobierno y respeto a sus hechos diferenciales. Si hay algo que decidir, serán todos los españoles quienes lo hagan con la Constitución en la mano.