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martes, 2 de octubre de 2012

UNA RAYA EN LA PIEL




La única forma que teníamos los chicos de mi pueblo de refrescarnos durante los tórridos  veranos de  un pueblo rural de interior, era bañarnos en las albercas destinadas al riego de los campos. La primera pregunta que nos hacíamos a la salida de la misa dominical, era cuál de ellas estaba llena para desarrollar tan placentera actividad. Durante mi infancia nadie se ahogó en aquellas balsas, cuyo  peligro no estaba tanto en la inexperiencia de los nadadores sino en el estado del agua con tobas, serpientes, ranas y toda clase de bichos. Nuestros padres nos sentenciaban y nos prohibían el baño dominical. Nosotros, la mayoría de las veces, les desobedecíamos, porque  donde ellos veían peligros, nosotros encontrábamos aventura, placer y diversión. Cuando el hambre nos apretaba y teníamos que volver para comer el arroz con conejo o pollo, lo primero que hacían nuestros padres era hacernos una raya en la piel con la uña y si ésta quedaba marcada era señal inequívoca de que habíamos estado mucho tiempo en el agua. De nada valían nuestras mentiras; allí estaba la prueba evidente que nos conducía hacia un castigo inevitable...

Los excedentes de cotización a la Seguridad Social de Canarias, Madrid y Baleares pagan en este momento el déficit que arrojan las pensiones en Cataluña, Euskadi y el resto de las autonomías, según reflejan los datos de la Seguridad Social desagregados por regiones y provincias. Según estos datos, durante 2010, la aportación total de Cataluña a la Seguridad Social fue de 18.422 millones de euros, pero sus pensiones costaron 18.842 millones. El desfase se acentuó en 2011, el último ejercicio cerrado, cuando los ingresos por cotizaciones de Cataluña ascendieron a 18.373 millones y los gastos fueron de 19.541 millones. Los vascos aportaron al sistema en 2011 por cotizaciones sociales 6.124 millones y recibieron 7.547 millones para pensiones. Alava es la única provincia de esta CCAA que aporta a la Seguridad Social más de lo que recibe de ésta para pagar a sus jubilados, 1.011 millones frente a 994, con una pensión media de 1.033 millones. Según estos datos, sólo ocho provincias aportan al sistema más de lo que reciben para pagar las pensiones. Se trata de Almería, Córdoba, Las Palmas, Tenerife, Guadalajara, Gerona, Madrid, Alava y las Baleares. En el análisis de estas cifras se pueden ver paradojas como el hecho de que Almería realiza una aportación neta al sistema de Seguridad Social, pero tiene una de las pensiones medias más bajas de España, 672,5 euros. Hay evidencias y verdades difíciles de ocultar, como una raya en la piel.










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