Rómulo, un camarero de 38 años en paro que estaba «harto de que los políticos incumplan sus promesas», ha vendido su papeleta para las próximas elecciones del 20-N. «¡Para lo que hacen con él, el provecho lo saco yo!»
18/11/2011, ABC DIGITAL
Cuenta la Biblia que Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas a su hermano Jacob. Ya se sabe que cuando el hambre aprieta se olvidan las ideologías y las primogenituras. Lo importante es satisfacer las necesidades del momento, luego !Dios dirá! Eso mismo hizo el PSOE en el el 2008 cuando nos prometió pleno empleo y todo ha quedado en 5.000.000 de parados. Nos compraron el voto pero no nos dieron los 100 euros prometidos, sino que se sacaron de la chistera una serie de dádivas para entrener al pueblo, como hicieron los emperadores romanos con "pan y circo", olvidando la ilusión del fundador de Roma "ab urbe condita" Rómulo que junto a su hermano Remo, fundaron una ciudad que se convertiría en Imperio. Cuando vino la decadencia de Roma y la crisis hizo acto de presencia, el emperador ZP engañando al pueblo y negándola, cambió el pan por el circo y nos arrojó a las fieras. Allí nos encontramos con cinco millones de parados y la tasa juvenil mas alta de Europa; una sanidad española en bancarrota; la educación de nuestro País a la cola de Europa por la Logse; con la congelación de pensiones, aunque la tuya -presidente- no corra peligro; nos hemos encontrado con esos funcionarios a quienes les has recortado el sueldo; con unos presupuestos de 2011 con un 40% de errores, generando desconfianza en todo el mundo; Con el 22% de hogares españoles en el umbral de la pobreza; con gasolineras donde se hace de todo, menos servir gasolina. Hemos buscado en la arena -entre el pueblo- a Pajín, Aido y Moratinos, pero no los hemos encontrado. Están en el palco -bien protegidos por ti-, y bien colocados en instituciones internacionales, a salvo de cualquier peligro. Muy cerca en las gradas, Griñán y Chaves, disfrutando de los EREs de los trabajadores andaluces.
Mientras -en la arena- los leones -siguiendo su instinto depredador- devoran "todo lo que se mueve" sin discernir sobre ideologías. Rómulo -camarero de profesión- aunque no sabemos si por el nombre descendiente directo del fundador de Roma- lucha por acceder a las gradas del circo, vendiendo por 100 euros su derecho, que como ciudadano libre le corresponde, porque la necesidad le oprime el estómago. Y es que ya se sabe, el hambre es mala compañera de viaje, y no conoce ideologías ni primogenituras.
Mientras esto sucede en la arena del circo, llamado "España", su emperador ZP, se deleita mirando al cielo como supervisor de nubes, acostado en una hamaca. !pues que siga allí por mucho tiempo!
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