Para los partidos políticos la hora de la verdad llega después de las elecciones. Una vez hecho los análisis donde todos han "ganado" y ninguno ha "perdido", en el seno de las formaciones políticas mayoritarias PP y PSOE, comienza la movida con signo contrario "¿Qué hay de lo mio?" se preguntan los populares entre la fiesta y el jolgorio. Mientras, Mariano Rajoy, no suelta prenda, no vayamos a que se queme antes de tomar posesión. En el PSOE se hacen la misma pregunta, "¿Qué será de lo mio?" No hay respuesta. Nadie da explicaciones o tal vez las explicaciones están muy claras. En la casa del vencido no hay nada que repartir: solo reproches, lamentos, excusas, acusaciones. No es tiempo de mimos de cara a la galería; el tiempo de la representación ya ha pasado. Ahora saldrán, en toda su crudeza, las pasiones guardadas, el ajuste de cuentas, las venganzas personales, "las navajas afiladas de Albacete"-preparadas para la ocasión-. Hasta el próximo congreso del PSOE -allá por el mes de febrero- no sabremos lo que sucederá. Las prisas no son buenas consejeras y no por madrugar amanece más temprano. No seré yo quien aconseje al PSOE lo que debe hacer, pero nombrar una gestora neutral que permita la presentación de nuevos candidatos renovadores, sería lo mejor para el Partido. Aquí el fracaso se premia con la continuidad y nadie dimite. Los 110 diputados más los 4.000.000 millones de votos perdidos respecto al PP, son responsabilidad de los actuales dirigentes y no pueden eludir su responsabilidad. Lo coherente es que si el hundimiento es total se hundan todos, pues no, veremos como varones y candidato se arroparán mutuamente para seguir, sin asumir su responsabilidad. Lejos queda Zapatero y su gobierno y solo han pasado dos días; Si amara a su País -cosa que dudo- debería facilitar con urgencia el traspaso de poderes, !ya! ¿ a qué espera? a seguir controlando el Partido para cargarse a Rubalcaba al que no le perdona el ninguneo durante la campaña electoral. Tampoco aparece el candidato Alfredo, que posiblememte siga deshojando la margarita en algún lugar, o tal vez, buscando aliados para hacerse con el control del Partido. El estigma "zapateril" será dificil eliminar. Él y su equipo han demostrado que no son la solución, después de hacer una campaña de descalificación del PP, sin conseguir ser creíbles por los ciudadanos, como han demostrado las urnas. Carmen Chacón tampoco lo tiene fácil, la pérdida de votos y el aire nacionalista del PSC en el tripartito, le impide liderar a todo un PSOE. El revanchista Tomás Gómez de la Federación Socialista madrileña, debería hacer autocrítica, después de perder en todos los pueblos y ciudades de la Comunidad de Madrid, excepto en dos con menos de 3.000 habitantes. Es momento de trabajar y aunar voluntades. Los ciudadanos han decidido que el PSOE pase a la oposición y cumpla su cometido en la democracia, por eso lo necesitamos, aunque antes deberán poner orden en su casa.
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