Translate

miércoles, 15 de junio de 2016

Vivir es compartir





Nadie vive solo. No me refiero a vivir físicamente solo -algo que sucede a muchas personas, lamentablemente- sino a vivir en soledad. Estamos hechos de una pasta social de la que no podemos prescindir sin que se resienta nuestra naturaleza humana. Soy de Aristóteles y no de  Rousseau. Pienso que los vínculos sociales entre los hombres repercuten en su propio beneficio más que otras cosas que consideramos como imprescindibles para la evolución y el desarrollo del ser humano: "Humano soy y nada de lo que es humano me es ajeno" -decía Séneca-. Todo está relacionado y nada puede considerarse aislado dentro de la diversidad de matices y aspectos en los que el ser humano se desarrolla y progresa. La amistad es un vínculo imprescindible para el ser humano. Saberse querido y querer, no  tiene precio. No  lo tiene porque la verdadera amistad se basa en el dar sin esperar recibir nada a a cambio. Que alguien te recuerde, te felicite y dedique su tiempo para hacerlo es un rasgo que  yo personalmente aprecio en su justa medida. Que seas recordado por alguien, establece una empatía y una energía que nos ayuda a superar las soledades y a salir de los mundos en los que nos hemos aislado por desconfianza, lejanía o ensimismamiento. Si alguien lo hace de corazón, unido por el vínculo de nuestro pueblo o el amor a la literatura o a la lectura, entonces la alegría es doblemente sentida. Porque a pesar de las distancias, las afecciones políticas, las aficiones o ser del Madrid o del Barsa, hay un sentir común que auyenta  los espíritus de la soledad y nos enriquece. Y porque vivir es compartir. !Gracias, Jose Antero!


No hay comentarios:

Publicar un comentario