España ha votado estabilidad y seguridad y se ha alejado de aventurismos inciertos. El Partido Popular ha ganado las elecciones y Mariano Rajoy ha conseguido lo que se proponía: ganarse la legitimidad para gobernar. Los ciudadanos han hablado en las urnas, ahora es el tiempo de los políticos y de los pactos. También es el tiempo de la reflexión y el análisis. El centro-derecha ha ganado frente a la izquierda del PSOE y Unidos POdemos. Empecemos pues.
El PP ha ganado las elecciones con 137 escaños en el parlamento (el 33% del total de los votos); no es mayoría absoluta pero sí que marca una tendencia y un mensaje inequívoco: Tiene que formar gobierno pues eso es lo que le ordena el pueblo español. El PP ha ganado en todas las regiones excepto Cataluña y País Vasco, también en Andalucía donde ha sacado tres escaños más que el PSOE.
La polarizacion del voto ha beneficiado a PP y ha condenado a Podemos. La alternativa del PP "nosotros o el caos" estableciendo la contienda entre los dos extremos, ha sido fundamental y ha castigado el pactismo de la anterior legislatura de PSOE Y Ciudadanos. Algunos apelan al voto del miedo; es posible, pero que se lo hagan mirar, porque si hay miedo es que alguien lo ha producido; que no nos tomen por imbéciles. El PP ha sabido llegar a los ciudadanos rurales a las gentes sencillas que le han apoyado y puede que el Bresit fuese la puntilla.
El PSOE ha conseguido 85 escaños cinco menos que en Diciembre. Bien es cierto que las encuentas predecían "el sorpasso" de Unidos Podemos, pero el hundimiento es un hecho. Ahora el PSOE debe absternerse para que gobierne el PP y su líder Pedro Sánchez debe dimitir e irse a casa porque su No, no es un NO sino un Sí. Aún no se entiende que se negara hablar con el PP, un partido democrático, homologado en Europa y el mundo y reconocido en España como primera fuerza política; un partido que ha impedido que la extrema derecha ocupe un espacio en nuestro País como ocurre en Francia y Alemania. Estaba en su derecho a no llegar a un acuerdo pero no a negarse a hablar como si el PP fuera un apestado. Ahora "El Señor No" se siente impotente a dialogar con el PP después de haberle ninguneando y culpabilizando a Pablo Iglesias de POdemos de no haber llegado a un gobierno progresista (los seis meses perdidos se lo debemos a este personaje, engreído y torpe; las urnas le han castigado tanto a él como Rivera. El PSOE debe volver a la oposición y abstenerse y permitir el gobierno que ya negó en la anteriores elecciones.
El PSOE paga en España sus veleidades y su discurso confuso dependiendo el lugar. Ha perdido en toda España, pero es sintomático haberlo hecho en Madrid y Valencia y en aquellas ciudades donde ha apoyado alcaldías con Podemos (Madrid, Valencia, Zaragoza, Cádiz, La Coruña, etc) ¿A qué es debido esto? Sorprende que los ciudadanos no hayan castigado al PP en las regiones donde ha habido corrupción. Con independencia de que nos alegremos del triunfo del Partido Popular, la consecuencia más obvia es la baja conciencia crítica de nuestros ciudadanos ante la corrupción y su penalización en las urnas al partido correspondiente (el mismo hecho que sucedió en Andalucía en elecciones anteriores). La segunda consecuencia es que los ciudadanos han conocido la funesta gestión de los alcaldes podemistas en las alcaldías más importantes de España, como es el caso de Madrid, donde Carmena ha paralizado grandes proyectos urbanos (Operación Chamartín) ahuyentándo a los inversores y empobreciendo el desarrollo de la ciudad siempre con el apoyo del PSOE. Hecho que ha afectado tanto al PSOE comoa Unidos-POdemos. Los ayuntamientos más castigados han sido Zaragoza, Cádiz y Madrid, con una caída superior a cinco puntos con respecto a las elecciones del pasado mes de diciembre. Les siguen La Coruña y Valencia, con más de cuatro puntos de diferencia. También pierde la Barcelona de Ada Colau, aunque su bajada es sólo de un 0,87% con respecto al 20D, desdiciendo lo que repetía su líder en campaña: "Hemos demostrado, no solamente que podemos ganar al PP, sino que cuando gobernamos, lo hacemos mejor". Esto no podía salirles gratis y lo han pagado amboa partidos.
En cuanto a Unidos-Podemos El fiasco y el fracaso de Pablo Iglesias es para dimitir y largarse con los bártulos a otro sitio ¿Por qué no dimite aquí nadie? Su estrategia de apoyar un referendum en Cataluña ha funcionado allí pero no en el resto de España. Su apuesta era una línea roja que el PSOE no podía traspasar y que los españoles no pueden aceptar, despojar al resto de los españoles de su derecho a decidir sobre su propio País. Ahí tiene su merecido, estancado en 70 escaños sin superar al PSOE como era su intención. En cuanto a Izquierda Unida tiene que replantearse su lugar y volver a donde siempre estuvo y dejarse de aventuras rupturistas y ser fiel a sus principios, porque en política dos más dos no son cuatro.
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