Cuenta la historia que Alejandro Magno (356 a.C.), dejó escrito que después de su muerte los médicos que le trataron llevasen sus restos mortales al lugar donde sería enterrado; que sus joyas y riquezas fueran esparcidas por el camino por donde pasase el féretro; que sus manos vacías fueran mostradas al público. La moraleja de estos hechos es evidente: Los médicos mostrarán su incapacidad para vencer a la muerte por lo que una cura de humildad, será siempre oportuna; Las riquezas esparcidas por la tierra es el retorno de que todo lo que pertenece a este mundo, en este mundo se queda, y las manos vacías es la manifestación evidente de que nacimos sin nada y sin nada nos marchamos. Una gran lección, que nos muestra la historia, de un gran hombre, llamado "Magno" (El Grande) por sus logros conseguidos en el campo de batalla y por el basto imperio que llegó a construir.
A lo largo de la historia, ha habido grandes hombres que han dejado una huella imborrable entre sus gentes. Hoy, quiero resaltar la figura de un gran hombre, tan grande o mas que el mismísimo Alejandro. Su grandeza está en su humildad, en su forma de vivir y de decir, en su manera de conquistar un imperio, venciendo en mil batallas al enemigo mas poderoso que hombre alguno pueda tener: Su egoísmo. Un hombre muy peculiar, ejemplar, distinto y cercano, servidor de su pueblo, que vive como piensa "Mi manera de vivir es consecuencia del proceso de mi vida. He peleado
hasta donde es posible por la igualdad y la equidad de los hombres" La austeridad de su chacra (granja) en las afueras de Montevideo, con sus paredes desconchadas y techos de calamina verde, en compañía de su esposa Lucía, su perra coja Manuela, las gallinas camperas, la ropa tendida al sol, muestran a un hombre campechano, enamorado de la naturaleza, lejos de la gran ciudad y de sus centros de consumo, "el mundo
está prisionero hoy de la cultura de la sociedad de consumo y lo que
está consumiendo es vida humana, en cantidades tremendas", pues se ha
perdido la capacidad de disfrutar del tiempo y olvidado la idea de que
"estar vivo es un milagro". Alguien que dice esto y lo vive, es digno de ser escuchado, de tenerle en cuenta. Alguien que valora mas el tiempo, que la riqueza, el poder, la ambición, es un sabio de nuestro tiempo; alguien que sabe esculpir el proyecto de su vida, crear ámbitos de libertad, ser referente con luz propia, "La gente no compra con plata (dinero), compra con el tiempo que tuvo
que gastar para tener esa plata. No se puede despilfarrar ese tiempo,
hay que dejarle tiempo a la vida", manifiesta nuestro hombre. Preocupado por los problemas de sus ciudadanos, su mensaje no es predicar la pobreza ni la miseria, sino la austeridad, la sobriedad en el vivir; ya Séneca dijo que "pobres son
aquellos que precisan mucho". Junto a su viejo tractor y su antiguo coche un Volkswagen escarabajo
-que en España tendría dificultades para pasar la ITV- , nuestro hombre, nos cuenta emocionado la próxima visita que hará al pueblo de Muxica, (España), lugar de donde supuestamente proceden sus antepasados. Ahora nos tiene que dejar, pues ha de acercarse al pueblo, por un camino rural, a la carnicería: "Cocinamos nosotros. Hoy a mediodía si no cocino no como", reconoce, que para la ocasión va a prepararse su plato preferido: "bife
con cebolla, con abundante cebolla picada" Hoy 20 de mayo, cumple 78 años: !Felicidades, Don José! También llamado "Pepe" Mújica, Presidente de Uruguay.
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