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lunes, 11 de marzo de 2013

Albert Rivera





La intervención de Alberto Rivera en el Parlamento Catalán, (ver video https://www.youtube.com/embed/DgT-G7Poi7Q) ante la proclama sobre el "Derecho a decidir", hay que enmarcarla como modélica y darla a conocer a todos los españoles. Basta ver la cara de algunos parlamentarios catalanes, para comprender su indigestión. Sus palabras suenan como dardos que dan en el blanco; sus argumentos de una implacable lógica, sujetos al dictado de la razón, son certeros, apropiados y convincentes. Este político, presidente del Partido  de  los Ciudadanos, posee un valioso presente y un futuro prometedor, para España y Cataluña.

Comienza Albert Rivera por citar el Artículo 1º de la Constitución Española:  
"España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado". Prosigue Rivera acusando al  Parlamento autonómico de  pasar por encima de los principios de legalidad democrática, el consenso constitucional, no respetando los derechos de las personas por  encima de los derechos de los territorios. Manifiesta que la legitimidad del Parlamento y de los cargos públicos, emana de la Constitución que ellos mismos se encargan de no respetar. "No hay varios marcos legales; solo existe un marco legal en España, la Constitución de la que emanan los poderes del Estado, incluido el suyo como Presidente autonómico, pero no de una nación. Sólo hay una nación, la española; un territorio, España". "Es una burda mentira que España les oprima y que son Ustedes una "colonia oprimida" -prosigue Rivera- España es un país democrático reconocido por la Unión Europea; ésta sólo admite países democráticos, y España lo es en su totalidad ¿Cómo es que una parte, Cataluña se siente colonia? ¿Cómo podría permitirlo La U.E? ¿En qué quedamos?" -se pregunta A. Ribera- El argumento no puede ser mas claro, preciso, y demoledor, para desmontar las mentiras victimistas del nacionalismo catalán. "También la ONU en una declaración de 1970, estableció que el derecho de autodeterminación solo puede ser aplicado a colonias de territorios no democráticos. Cataluña no es colonia -dice Rivera- por lo que no puede pedir autodeterminación." Y con la ironía que le caracteriza, dirigiéndose a los parlamentarios catalanes, les dice: "Esto no es el Sahara, ni hay campamentos en la Diagonal y sí empresas que pertenecen al IBEX; solo veo consejeros sentados en esos bancos ¿No les parece una colonia extraña? ¿A quiénes quieren engañar?" Después de manifestar sus incoherencias, su ataque se dirige al Señor Durán presidente de UDC a quien acusa de vivir en el Palas Hotel de Madrid ¿Tiene pinta de oprimido el Sr. Durán?. A continuación Albert Rivera manifiesta su desacuerdo en utilizar el Parlamento para hacer teatro y no política. Para negar la democracia en España y no defender sus tesis en el Parlamento Español, asumiendo su 5% de representatividad y el aceptar perder las votaciones con la misma entereza que ellos lo hacen en el Parlamento Catalán. El gobernar para todos los Catalanes y no solo para una parte, los independentistas. "Queremos la España de la Transición, la del progreso, bienestar, y la de los gobiernos autonómicos; pero no la España del separatismo, de los territorios y sí la de los ciudadanos; no la España del enfrentamiento entre rojos y azules, tribus de Villarriba y Villabajo, de boina contra barretina,(...) queremos una España moderna, plural, cohesionada; una España cuyo modelo no sea Kosobo, sino Alemania, USA, Francia..." Termina su discurso admitiendo que hay cosas que no le gustan de España, pero que la solución no es desgajándola sino trabajar todos unidos para solucionar los problemas que la aquejan.





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