FUENTE DE LOS LEONES
La luna brilla en la plaza,
coronando a los leones,
por sus doce caños fluye,
el agua a chorreones.
En el tranco de la plaza,
dos enamorados cantan,
su amor uno por el otro,
ajenos al tiempo que pasa.
Un gato caza en las tejas,
del viejo ayuntamiento,
mientras un reloj da la hora,
desde la Torre del Viento.
Así llamada de antaño,
por las corrientes de aire,
entre un antiguo cementerio,
y su viejo campanario.
Un perro arrastra su sombra,
con paso lento y escuálido,
mientras unos niños cuentan,
historias de un hombre ahorcado.
En la fuente de mi pueblo,
el agua sigue llorando,
son lágrimas por los que han
partío, y no volverán hogaño.
ANTONIO GONZÁLEZ
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