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lunes, 24 de noviembre de 2014

Nicolás, "Grande de España"





España entera está pendiente del "pequeño Nicolás" (como por aquí no hay otra cosa que hacer, después de saber que somos la locomotara económica de Europa a juicio de Rajoy), todos los medios de comunicación hablan de este joven con cara de querubín y adolescente de internado, de 20 años de edad, con labia y desparpajo que más quisieran muchos  de nuestros políticos poseer. Hoy es más de lo que quiso ser gracias a que ha sido elevado a lo que ni él mismo sospechaba."El canapero" (llamado así porque aparece en todas las fiestas) a juicio de algunos, se ha paseado por las televisiones contando a quienes quieran creerle lo importante que es y el trabajo influyente que ejerce en las más altas instituciones  del Estado, con personas influyentes y gentes importante en el mundo de la política. "Aznar...? ah Jose Mari..." explica con naturalidad, la familiaridad y amistad que tiene con la familia Aznar. Media España le cree y por eso es una noticia con morbo y guasa, que vende como fenómeno sociológico, en esta España de pícaros y lazarillos que con ingenio,  ocurrencia y atrevimiento, ponen en jaque a las más altas Instituciones del Estado a su servicio: Casa Real, Moncloa, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, Partido Popular, Faes, Etc.  No le falta "abuela" a este atrevido joven que con gracia pasmosa y verbo fácil, lo mismo habla con el Rey por el móvil que aparece en el balcón de Génova festejando el triunfo del PP en las últimas elecciones, o hace un viaje al norte de España escoltado por motoristas en un coche oficial. (eso sí, nadie da una explicación oficial y coherente, de quién está detrás de todo este afair, y menos se responsabilizan) Todo muy novelesco, si no fuera porque hay mucha gente que le cree y la evidencia que detrás de todo poder siempre hay  alguien que está ahí para trincar. El problema es el ridículo grotesco de esta historia y la falta de responsabilidad de quienes tienen la obligación de velar por la seguridad del Estado y no lo hacen, tirando la piedra y escondiendo la mano.  ¿Pero qué está pasando aquí?  Políticos o responsables de las instituciones niegan conocerlo o haber tenido un trato de favor, aunque las fotos y los reportajes televisivos muestran lo contrario. Todos reniegan de él ("si te he visto no me acuerdo") pero no dan la cara, porque en el fondo todos están metidos en la misma trama y temen más que nuestro protagonista a ser descubiertos. Es para llorar por no reír. ¿Saben lo que les digo? Que lloren ellos, motivos no les faltan. Al "pequeño  Nicolás" lo hacemos "Grande de España", al menos no se esconde y va de frente. Nuestro pequeño "héroe" dejará en porretas a más de uno o sea con el culo al aire.


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