El instinto, ese ángel de la guarda que la naturaleza nos ha dado ante los innumerables peligros que acechan a la existencia, de vez en cuando despierta de su letargo para recordarnos nuestro mas reciente pasado. Los mamíferos nacemos con incisivos y garras que cumplen una función imprescindible para la supervivencia de la especie. Hace miles de años, antes de la aparición del fuego, fuimos nómadas errantes, depredadores y cazadores, en una lucha hostil en un medio al que le importaba un higa nuestras cuitas y necesidades. No eran tiempos de dioses ni de mitos y ni siquiera de religiones o metafísicas; no había tiempo para esos menesteres cuando el estómago se alimentaba de raíces y de carne cruda que había que digerir sin la ayuda del omeprazol. El descubrimiento del fuego y la cocción de los alimentos, fue fundamental para el prognatismo y la evolución de nuestros incisivos que fueron perdiendo protagonismo hasta convertirse en dientes, no para desgarrar sino para masticar. Si a esto le añadimos la importancia que tuvo en la formación de la cavidad bucal este proceso para la fonética y el lenguaje, vamos completando el proceso por el que nos diferenciamos cada vez más de las bestias. La evolución del dedo pulgar como opuesto a los otros cuatro dedos formando una pinza precisa para coger y modular los objetos más pequeños, junto al desarrollo del cerebro a causa del bipedísmo, hizo el resto. Los problemas se podían solucionar gracias a estas magníficas herramientas que la naturaleza y la evolución habían dotado a la naturaleza humana. La agresividad, la fuerza bruta y la fiereza instintiva fueron perdiendo protagonismo en favor de la inteligencia, la astucia, y la previsión.
Hoy intentamos resolver nuestros problemas por medio del diálogo, principios y reglas que todos hemos aceptado como árbitro neutral de nuestras diferencias, lo que llamamos Ética y Derecho. La mordida de Luis Suárez a Chiellini no es aceptable y ha de ser condenada y castigada porque está mal y es reincidente. Ya ha sido castigado por quien corresponde (no entro a analizar ni al juez ni la pena) Las "razones" que motivaron al jugador posiblemente sean patológicas y puedan ser tratadas por un profesional de la psiquiatría. Lo que más me duele es que el jugador aún no haya reconocido su culpabilidad y pedido perdón por su mal comportamiento, tratando de "echar balones fuera", cuando medio mundo lo ha perdonado. "No lo elegimos para filósofo, ni para mecánico, ni para que
tenga buenos modales; es un excelente jugador", ha declarado José Mujica, presidente de Uruguay. Nadie lo duda, Señor Presidente, lo de "excelente jugador", de lo que se trata es que sea una persona adulta y civilizada, que dirima sus conflictos sin despertar el instinto depredador propio de épocas pretéritas.
“No lo elegimos para filósofo, ni para mecánico, ni para tener buenos modales; es un excelente jugador”.
Fuente: El Dínamo http://www.eldinamo.cl/2014/06/26/la-particular-defensa-del-presidente-mujica-a-luis-suarez-por-la-mordida/
“No lo elegimos para filósofo, ni para mecánico, ni para tener buenos modales; es un excelente jugador”.
Fuente: El Dínamo http://www.eldinamo.cl/2014/06/26/la-particular-defensa-del-presidente-mujica-a-luis-suarez-por-la-mordida/
“No lo elegimos para filósofo, ni para mecánico, ni para tener buenos modales; es un excelente jugador”.
Fuente: El Dínamo http://www.eldinamo.cl/2014/06/26/la-particular-defensa-del-presidente-mujica-a-luis-suarez-por-la-mordida
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