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martes, 12 de noviembre de 2013

La Universidad es para Enseñar, no para Adoctrinar




Si Usted -querido lector- piensa mandar a un hijo suyo a estudiar en una universidad española, lo más prudente es informarse cuál de ellas es la más prestigiosa por la calidad de sus enseñanzas, el prestigio de su profesorado y el puesto que ocupa en el país y en el mundo. Si opta por una universidad pública frente a una privada será porque le merece más credibilidad o porque pretenda un centro de enseñanza con una pedagogía moderna o porque sea abierta sin una ideología preponderante. Si opta por una universidad pública, le aconsejo no elija la Universidad Complutense de Madrid, a no ser que simpatice con la ideología de izquierdas, entonces, ha acertado, ese es su lugar. Su Rector Don José Carrillo, hijo del histórico dirigente comunista Santiago Carrillo, se ha ofrecido al PSOE para "derrotar a la derecha", cosa que viniendo de quien viene, lo veo hasta normal. Lo que ya no es coherente, es que el Rector de la Universidad Complutense, tome partido por una determinada ideología -me da igual sea de  derechas o de izquierdas-  lo diga públicamente, y aquí todos callados. Lo que se le pide a un Rector de una de las instituciones más  importantes del país es que sea en lo político neutral, y en las ideas respetuoso y tolerante, siempre que no atenten contra los DD.HH. La universidad es el templo del saber, de la formación -no del adoctrinamiento- de la investigación y del intercambio de ideas y conocimientos. Es un lugar donde se preparan  los profesionales y especialistas en todas las ramas del saber  de la ciencia y la tecnología;  también los futuros dirigentes y líderes de masas, aquellos que en un futuro próximo han  de ser referente en valores éticos y ejemplares. Han de tener un espíritu crítico, una mente abierta, una libertad  de pensar y decir sin las ataduras de las ideologías, de debatir y confrontar con la palabra y las ideas... ¿Dónde mejor que en ellas para cultivar los valores desprovistos de las ataduras de la disciplina de los partidos políticos? ¿Cómo denunciarán la corrupción, los recortes o el nepotismo, si quiénes lo ejercen son sus propios militantes? ¿Cómo es posible que el Rector Señor Carrillo haga de la universidad un terreno propicio para los "okupas" o una sucursal de los socialistas para conseguir sus propios fines? ¿Dónde está la preocupación para elevar la calidad de la enseñanza o la preparación y formación de nuestros jóvenes para un trabajo digno del mañana y no para perder competitividad y engrosar las listas del paro? Lo dicho, antes de enviar a su hijo a la Complutense, piénselo bien querido lector.



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