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lunes, 18 de noviembre de 2013

Oriol Junqueras: "Somos capaces de parar la economía catalana durante una semana"





“Lo de Cataluña no es una fiebre. Quien piense que el proceso secesionista catalán se acabará por desánimo o porque la situación económica cambie, se engaña"Mas-Colell advierte que Cataluña tendrá un Estado propio en esta generación o en la siguiente. Y no le falta razón. No tengo la menor duda que así sucederá. Si la educación sigue como competencia en manos del nacionalismo, seguirán sembrando en la conciencia de los jóvenes catalanes el odio y la mentira contra España. Sólo es cuestión de tiempo, porque el tiempo está a su favor y lo han ganado. La hoja de ruta está ya trazada y pese a los reveses con los que se topan ellos -los nacionalistas de CiU y ERC- no cejarán en el empeño. De nada ha servido el viaje de  Artur Mas a Israel con 60 personas en su séquito a 400 euros la habitación, a cargo del contribuyente (Para esto si hay dinero pero para pagar a los farmaceúticos, no). Ninguneado por el gobierno israelí, el Señor Mas ha erradicado de la política catalana la racionalidad y la coherencia; si no, juzguen Ustedes mismo: Se pretende conseguir lo que no es imposible y se juega con cosas tan serias como el Holocausto del pueblo judío y la pretensión de una equiparación entre el pueblo hebreo y el pueblo catalán. Fuegos de artificio que nadie se toma en serio, pero que hacen efecto mediático; un insulto a la historia y una memez a la inteligencia. Tampoco minará su ánimo independentista el que PSC se haya descolgado de apoyar el "derecho a decidir" sin que previamente sea autorizado por el gobierno de España. Mas ha entregado su alma a ERC, formación política  que sube en las encuestas como la espuma  en detrimento de CiU, porque los catalanes prefieren antes el original  que la fotocopia. Entre tanto, algo se mueve en Cataluña. Voces autorizadas en ésta formación, como las de Miquel Roca, han comenzando a dar la espalda a Mas aislándole en su deriva secesionista, advirtiéndole de las consecuencias políticas, económicas y sociales, ante una hipotética ruptura con el resto de España. La metedura de pata del Señor Oriol Junqueras, el iluminado y casi siempre prudente líder de ERC, amenazando con "paralizar la economía catalana", no ha servido sino para chantajear al gobierno de España y jugar con lo más sagrado del pueblo catalán como es el trabajo, el bienestar y la economía, dando a entender que lo más importante para él y su gobierno es la independencia y no la realidad económica que sufre el pueblo catalán. Parece ser que el "España nos roba" no se lo cree nadie, después de que se demuestre no sólo que no es cierto sino que, el ladrón está en casa, donde las imputaciones y los embargos de la sede propiedad del partido gobernante, CiU,  rozan la vergüenza ajena de tan burda expresión. Pero amenazar con paralizar un país, no sólo es cobarde sino absurdo. Porque aunque muchos miren para otro lado, Cataluña tiene los mismos problemas que el resto de España. Que en plena crisis económica mundial un líder político anteponga sus delirios mesiánicos independentistas, a resolver los problemas reales de  trabajo y productividad de sus ciudadanos, demuestra lo alejado que está de la realidad y la utopía de su proyecto político.



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