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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Hablemos de Educación y esas cosas...





¿De qué pueden hablar unos colegas de educación en activo con otros ya jubilados delante de una taza de café? Efectivamente, de educación y de la "espantá" de la mayoría de profesores por jubilarse además de  envidiar nuestra suerte por estar alejados de las aulas. "Nosotros no pintamos nada ahí dentro  -decía  un compañero señalando el instituto- porque nuestra educación y nuestros valores la juventud  actual no la entiende" "Me faltan tres años para jubilarme y cuento los días para que esto llegue" -decía otro-. Alguien le contestaba: "Los valores de nuestro tiempo han quedado obsoletos y nadie nos entiende  ni nos hace caso; hemos perdido la autoridad en el aula".
Reflexionando sobre lo que oía no podía estar más de acuerdo con el diagnóstico sobre la educación de mi País y las consecuencias de desánimo que generaban en el profesorado de  aquella improvisada tertulia. ¿Cómo pueden quedar obsoletos los valores de nuestro tiempo? ¿Acaso los valores pueden caducar o cambiar con el tiempo? ¿No nos decía el viejo Platón que son referentes eternos, inmutables y perennes que brillan en el firmamento para alumbrar a los que caminamos por el mundo sensible? ¿Puede dejar de ser un valor decir la verdad?  Luchar por la libertad, ser honesto, honrado, buscar el bien, etc. Ser solidario, ayudar a los demás, ser fiel a la palabra dada ¿Han dejado de ser valores? Ahora apliquemos estos valores a la realidad actual, mediante ejemplos. Ningún afiliado es responsable de la corrupción que puedan ejercer sus dirigentes, pero sí de que se mantengan en el cargo; mirar para otro lado aún a costa de la dignidad individual, ¿No te parece que está mal ahora como lo fue ayer? ¿Obraban bien los empleados de banca que veían como sus jefes comercializaban participaciones preferentes a ignorantes económicos? ¿No es de una bajeza moral de  profesores e intelectuales seguir los criterios de quienes les pagan y renunciar a su espíritu crítico? ¿Qué decir de los políticos que votan contra su conciencia y renuncian de forma deliberada al pensamiento crítico para mantener un puesto de trabajo en lugar de colaborar para renovar la vida pública? ¿Acaso obraron bien quienes conocieron el fraude de los EREs y callaron, o quienes ampararon con su silencio a policías que  ejercieron violencia contra ciudadanos indefensos? La educación no ha cambiado, tampoco los valores en los que se fundamenta ni sus objetivos que no son otros que la de formar buenos seres humanos y buenos ciudadanos. Lo que sí han cambiado son los instrumentos para realizar la misma tarea de siempre y los métodos para alcanzar dichos fines.
"La gente se preocupa de la educación pero cuando es para salir a la calle en contra del Gobierno, porque luego la educación pública les importa un pimiento", ha señalado Fernando Savater a los medios con motivo de la presentación de su libro Figuraciones mías (Ariel), una recopilación de textos del autor en el que aborda la educación, entre otros temas. "Me parece que hay mil razones para protestar contra muchas de las cosas que propone Wert en su ley, pero no me creo la preocupación por la educación pública de nadie que no haya protestado por la inmersión lingüística en Cataluña, que es una agresión directa y neofranquista a la educación pública", ha aseverado. De este modo, ha señalado que "hay visiones sectarias de las cosas que impiden una reflexión más global" sobre la educación, al tiempo que ha lamentado la continua inestabilidad normativa en esta materia. Además, ha llamado la atención sobre la tendencia a formar a empleados más que a personas, alumnos técnicamente bien preparados, pero descuidando aspectos "que dan fines para la vida como la filosofía, la cultura o lo razonable, que es cómo se relacionan las personas". "Parece que todo tiene que tener una utilidad práctica inmediata", ha apostillado. Al escritor le parece "bastante inquietante" lo que pasa en algunas facultades españolas, como en la de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense en Somosaguas, donde hay personas -"que se están preparando para ser políticos" -que atacan y agreden al político que acude a su facultad y no les gusta. "Me parece bastante inquietante que personas que se están preparando para ser políticos ataquen a los que piensan de forma diferente", ha destacado.




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