Pues no, hoy en el mundo no se habla de Cataluña !Qué le vamos a hacer! Se habla de Estados Unidos porque si no arregla el problema de la deuda de un billón de dolares lo de Lehman brothers nos va a aparecer una broma, comparado con la que se nos viene encima. Los republicanos habrán de ceder y ponerse de acuerdo con los demócratas o el mundo entero lo lamentará -incluido Estados Unidos-. La deuda con los Chinos, Japoneses e incluso con España, supera lo permitido y la administración americana no puede seguir así; tiene de plazo hasta el 17 de octubre para resolver el problema, o generará la suspensión de pagos en cadena y el caos económico mundial. Los mercados internacionales siguen a la espectativa.
En España, seguimos preguntándonos quienes somos después de 500 años de estar juntos, y aún andamos con dudas. Quienes no las tuvieron fueron esos cientos de miles -el número es lo de menos- esa minoría silenciosa que se se siente español y catalán y que dijeron alto y fuerte "soms Catalunya, somos España", el día de la fiesta nacional en Barcelona. Fuimos capaces de hacer una transición modélica de la dictadura a la democracia, homologarnos con los países de nuestro entorno, crear instituciones democráticas, pero no hemos sabido transmitir a los ciudadanos lo que es el compromiso con la democracia que no es otro que la igualdad y la solidaridad, no hemos hecho pedagogía democrática. Porque "¿Puede
haber algo más progresista, en el verdadero sentido de la palabra, que
la cerrada defensa de la igualdad entre ciudadanos? ¿Puede haber algo
más reaccionario, también en su auténtica dimensión, que afirmar que la
pertenencia debe primar sobre la participación política, y que es más
defendible la identidad étnica que la igualdad entre ciudadanos? (...) Nuestra
nación no tiene ciudadanos que la defienda porque nadie nos ha explicado
que el único proyecto político que merece la pena, el más digno de
todos ellos, es la defensa de la ciudadanía, que no es otra cosa que
defender una integración social basada en compartir los mismos derechos
al margen de la parte de la nación en la que se viva o se haya nacido,
al margen de la etnia, de la religión, de la tradición cultural…" (Rosa Díez)
Sin embargo, aquí seguimos en una guerra por la finaciación entre las autonomías a ver quién coge más y da menos. Ya se oyen voces entre los ciudadanos que exigen la publicación de las balanzas fiscales de las Autonomías, incluidas las inversiones en obras públicas, para saber lo que cada uno aporta y recibe. Tampoco estarán de acuerdo. Sería un error del gobierno de Rajoy creer arreglar el separatismo catalán, ofreciendo más dinero a los nacionalistas; nunca ha funcionado y no funcionará jamás. El Señor Lara, dueño de Editorial Planeta, con un gran sentido común y un lenguaje llano que todo el mundo comprende, ha dicho que ve inviable la independencia de Cataluña porque ¿Quién va a pagar las pensiones al día siguiente? ¿Quién pagará la deuda en miles de millones? España, no lo hará. Si nos independizamos no pretendamos que encima asuman nuestra deuda...La fractura social será irreversible.
Mientras en el PSOE, ya se oyen voces que exigen las primarias, pero Rubalcaba como quien oye llover. "La defección de los socialistas el día
de la dignidad de los españoles de Cataluña, el 12 de octubre, es un
insulto a los suyos, a la libertad y a la sociedad civil. El PSC ha
preferido estar con el pensamiento único, con el nacionalismo
excluyente, con la coacción, con el sometimiento, con la injuria y con
el ninguneo al discrepante. ¿Por qué se ha suicidado el PSC? Con toda
seguridad, la pagará el PSOE cayendo por debajo de los cien diputados
una vez reducido el socialismo catalán a una curiosidad, a una
debilidad, a una claudicación. Veremos si no la tiene que pagar,
también, España, porque no puede ser que la defensa de los fundamentos
constitucionales (y el más profundo es la indisoluble unidad de la
Nación) dependa de un solo partido. Y no será" (Girauta). El PSOE llevará la "E" de España pero no puede tener dos almas contrapuestas. Ya es hora de que la izquierda defienda "la igualdad" y "la solidaridad" entre todos los ciudadanos, vivan donde vivan, de lo contrario renunciarán a su identidad a su ADN. Los derechos no pertenecen a los territorios, sino a las personas, a los ciudadanos. Son ellos los que crean riqueza y es lógico que paguen más los que más tienen que los que no. La España moderna o se construye sobre un proyecto común racional, solidario y de distribución de riqueza, o no se construye. El nacionalismo es insolidario y excluyente, porque en razón de la tribu, el territorio, la lengüa, la cultura..., "yo soy mejor que tú por lo que exijo más derechos que tu, mejor financiación, mejor sanidad, mejores inversiones...etc. Y si no me lo das, me voy" El PSOE debe entender este discurso o parafraseando a Alfonso Guerra, cuando hablaba sobre España, "al PSOE no lo va a conocer ni la madre que lo parió".
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