PALABRAS DE AGUA
PLATEADA
La luna brilla en la fuente,
en la fuente de la plaza,
testigo de mis amores,
entre los chorros de plata.
Allí escuché sus promesas,
bajo un estrellado cielo,
que luego se convirtieron,
en mil gotas desparramadas,
esparcidas por el suelo.
Hoy solo me queda el canto,
del agua en su melodía,
vertiendo en sus finos hilos,
palabras de agua plateada,
tristeza y melancolía.
Mi corazón de poeta,
se estremece y se aprieta,
herido por el dolor,
que supura entre sus grietas.
ANTONIO GONZÁLEZ