La pandemia empezó no cuando se declaró,

sino cuando comenzó,

tampoco cuando la declaró la OMS.

La gran concentración del 8 de marzo

feministas en acción

a la que el gobierno se aferró 

fue una gran equivocación, 

donde la ideología se antepuso

a la obligación de velar por la salud

de la nación.

Se afeó la declaración de Merkel

cuando declaró el peligro

se negó sus advertencias

se mantuvo la imprudencia.

Se desaconsejó el uso de la mascarilla

crucial para no contagiarse,

se negó su utilidad preventiva

por causas de negligencia

del ministro Salvador Illa.

Nos engañaron con un comité

de expertos: estamos asesorados

por expertos de calidad,

desde un punto de vista científico

reivindicamos su profesionalidad

y reconocer su compromiso.

Mentiras y falsedad

de un gobierno que ha mentido

manipulando las cifras de muertos

en su contabilidad.