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domingo, 18 de diciembre de 2016

No mienta Señora Forcadell





Ayer vivimos un sainete mañanero en Barcelona que no tiene parangón. Los independentistas catalanes se echaron a la calle para acompañar a Carmen Forcadell, presidenta del Parlamento Catalán ante su citación al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Ayer Cataluña perdió un poco de productividad ya que los acompañantes debieron dejar su trabajo cotidiano para hacer de comparsas de un vodevil cuyo guión ya todos conocemos (a dónde ha ido a parar la  ejemplar Cataluña en otros tiempos arquetipo de productividad, trabajo y prosperidad) Pero como todo en la vida, no todo es negativo. Lo bueno de todo esto, es que mientras se manifestaban con sus "señeras" -(modelo bandera cubana)- no estaban quemando fotos del Rey de España. Cosa que a mí me jode, no por ser monárquico -que no lo soy- sino porque se lo hacen al Jefe del Estado de mi país llamado España y también suyo, refrendado por la Constitución aceptada y votada por todos, incluidos los catalanes. No sabemos si la Señora Forcadell estudió en colegios de pago pero muestra muy poca educación, porque está muy mal mentir. Con lo fácil que hubiera sido declarar la verdad ante el juez y decirle "pues sí, Señoría, soy independentista y quiero que Cataluña sea una nación independiente con un Estado propio, separada de España". Luego presento mi dimisión, me voy a mi casa con la conciencia tranquila, y a trabajar en el Instituto para adoctrinar a los niños para la causa. ¿Ve Señora Forcadell qué  fácil es? o puede que no;  luego, apechugar con lo que sea por amor a la patria catalana. Pero, ya vemos, que no es así de fácil. En la calle se dice de todo cuando se está rodeado por una tropa de fanáticos con banderas, símbolos y emociones desbordadas por el "procés", pero una vez traspasada la puerta de los juzgados, caminando por los pasillos interminables del palacio de justicia, entra un cosquilleo por el cuerpo ante la presencia del juez, que produce una incontinencia catártica convulsiva en nuestro cuerpo, junto a una iluminación espontánea del principio de realidad, que hace cambiar las emociones exaltadas por razones exculpatorias. Con lo bonito que hubiera sido confesar los hechos y ser declarada mártir del "procés". Ha perdido la ocasión, Señora Forcadell, pero no se preocupe, conocemos la debilidad de la naturaleza humana y la comprendemos. Si el pueblo es libre para pedir independencia en la calle, ¿Cómo no hacerlo en un Parlamento democrático y libre? "Ningún tribunal puede impedir que se debata sobre la independencia" -Argumentaba muy sutilmente la Señora Forcadell- Pero no mienta, que esa no es la razón por la que comparece a declarar. Usted ha sido citada a declarar en el TSJC porque ha desobedecido una resolución del Tribunal Constitucional que le prohibía expresamente no tramitar una ley que habría un proceso para la independencia de Cataluña; entre otras razones porque ni Usted ni el Parlamento Catalán tienen esa competencia transferida, y porque las leyes en un Estado democrático de Derecho, como es el caso del Estado español, han de ser cumplidas por todos los ciudadanos y por los políticos que les representan, mucho más, sean o no sean de nuestro agrado. En su caso Usted ha desobedecido a sabiendas lo que hacía al alto Tribunal, habiendo sido advertida previamente que no podía hacerlo (incluso por los letrados jurídicos de su propio parlamento). Ahora debe apechugar con todas sus consecuencias. Lo permitido por Usted en el Parlamento Catalán es un desprecio a la ley y al pueblo que representa. Aquello no fue una reunión de facultad entre amiguetes, ni una tormenta de ideas, o una reunión de la comunidad de vecinos, fue un acto impropio de un gobernante que infringe la ley, a sabiendas, y la acomoda para su propio beneficio político. Apelar a la democracia para conculcar la ley es tomarnos por tontos y de una bajeza moral impropia de un gobernante servidor de la ley que ha jurado acatarla y servirla. ¿Acaso el ordenamiento jurídico español que emana de la Constitución no es demócrata? -(le recuerdo que la Constitución ha sido votada por el 92% de ciudadanos españoles, incluida Cataluña) ¿lo es demócrata el sentir de algunos independentistas catalanes? ¿O es que en este país llamado España se puede transgredir la ley y quedar impune? ¿Acaso la ley no obliga a todos los ciudadanos, o cree que no somos iguales ante la ley? Ya. Puede que Usted piense que algunos están exentos de su cumplimiento escudándose en la falacia del "mandato del pueblo catalán". Pues sepa que su "procés" no tiene cobertura legal, no cuenta con apoyo internacional, y tampoco con el respaldo social de la sociedad catalana. Así no, Señora Forcadell: flaco favor está Usted haciendo a Cataluña y al pueblo catalán con su irresponsable proceder. Usted no representa ni a Cataluña  ni a su pueblo; Usted solo se representa a sí misma y su deber como cargo público es responsabilizarse de sus actos. No mienta Señora Forcadell, no lo haga; no le corresponde por su posición y rango, y queda feo, muy feo, en una Señora licenciada en Ciencia de la Información, cuya esencia debe ser la veracidad.



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