Translate

martes, 20 de diciembre de 2016

Nacimos en la posguerra





nacimos en la posguerra

Nacimos en la posguerra
los de mi generación,
entre guerras;
quisimos cambiar el mundo,
nos echamos a la calle
con canciones de protesta,
con la gesta de encontrar
una respuesta;
y solo nos encontramos
con las porras de los grises,
sus caballos,
la incomprensión,
y un pueblo censurado.

Salimos al extranjero
para copiar "libertad",
aprendimos democracia
leyendo libros  prohibidos
de Nietzsche, Freud y Marx,
aunque algunos intentamos
comprender al mismo Kant
leyendo su "Paz perpetua"
y su ética formal.
Exigímos amnistía,
en la clandestinidad:
"presos políticos fuera,   
democracia, y libertad"

Por fin llegó la democracia
con sus urnas y parafernalia,
y una Constitución monárquica;
Carrillo se quitó la barba,
y el disfraz que le ocultó;
aceptó la monarquía
y la bandera de España;
presidiendo el Congreso
su compañera del alma:
Dolores Ibarruri,
llamada "La Pasionaria".

Franquistas y falangistas,
comunistas y socialistas,
monárquicos y republicanos,
intentaron olvidar
sus posiciones ideológicas,
en aras de construir
un pacto político social,
una hermandad fraternal,
curando heridas pasadas
de un golpe militar.

Después vino Tejero
pistola en mano y tricornio
ocupando el Congreso:
"Todos al suelo, coño", 
-repetía alevosamente-;
en medio de un "golpe Estado"
se levantó entre los escaños,
entre metralletas en mano,
un valiente general
de nombre, Gutierrez Mellado,
que con valentía y lealtad
y respeto a lo legal,
no pudieron doblegar
ni manchar su dignidad.

Fuimos de una generación
que creyó en la reconciliación
en el pacto y la revolución.
Huimos de los extremos
nos metieron en la OTAN
para pacificar a los pueblos
-así nos lo dijeron-
pero todo fue un camelo
para meternos el miedo.

La ETA siguió matando
a policías y militares
a destajo;
la alternancia en el poder
mostraba su desencanto.
La España de la transición,
gobernada,
por medio de sus políticos,
la mayoría decente,
pero otros, corruptos
e incompetentes.

Hoy seguimos con problemas
de difícil solución:
¿Es España una nación?
-se pregunta el respetable-
Después de quinientos años
seguimos en la eterna duda,
no sabemos lo que somos
y nos lo cuestionamos todo.
Nuestra historia nos avergüenza
cuando no, la tergiversamos;
¿Educar? no educamos,
ni tampoco enseñamos,
solo adoctrinamos.

La España de las autonomías
ha creado desunión,
desconfianza, resquemor;
envidias de unos con otros,
egoísmos y división.
España no es una nación,
sino "Nación de naciones"
-tiene cojones el palabro-
inventado por aquellos
que no quieren ser españoles.

Son los nacionalistas
aquellos embaucadores
victimistas,
cleptómanos y oportunistas,
que usando la democracia
con engaño y propaganda,
nos quieren birlar España.
En nombre de un derecho
que llaman "de decidir"
que lo único que encubre
es una gran mentira,
seguido de una patraña. 

Nos quieren ver separados
cuanto más lejos mejor,
borrar el nombre de España
a través de un borrón,
después de quinientos años
formando una gran nación.
Bajo su mundo quimérico
subyace un mundo febril.
Son burgueses catalanes
que juegan a la revolución,
con viviendas en Pedralbes
y una segunda mansión,
en Cadaqués o Palamós.

!Madre mía qué pasión
por Cataluña!
¿A quién quieren engañar?
Patriotismo burgués 
para eludir la justicia
que gira en torno al "Procés"
!Viva la revolución!


 antonio gonzález  




No hay comentarios:

Publicar un comentario