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sábado, 26 de marzo de 2016

¿Por qué fue condenado Jesús?




Una de las preguntas que nos hacemos los creyentes de la  religión cristiana es ¿Por quién  y por qué motivo fue condenado Jesús a la pena de muerte? Ésta, y otra preguntas relacionadas con el tema, surgen como muy oportunas durante este tiempo de semana santa. La primera pregunta es fácil de responder: Jesús fue condenado a muerte por el Sanedrín, aunque la sentencia la ejecutó Roma como potencia de ocupación. El Sanedrín era la Corte Suprema de la ley judía con la misión de administrar justicia interpretando y administrando la Torah, tanto oral como escrita. A la vez ostentaba, la representación del pueblo judío ante la autoridad romana. En la época de los gobernadores romanos, también en la de Poncio Pilato, el Sanedrín ejerció de nuevo sus funciones judiciales en procesos civiles y penales, dentro del territorio de Judea. Fue este órgano religioso quien condenó a Jesús por blasfemo, o sea por hacerse pasar como Hijo de Dios, éste fue su motivo más importante aunque hubo otros todos relacionados con la vulneración de la ley de Moisés, (siempre según ellos) Este órgano religioso podía condenar  a cualquier judío en el ámbito de su jurisdicción, pero no podía dictar o ejecutar sentencias de muerte (potestas gladii) que era reservada exclusivamente al "praefectus" o gobernador romano (autonomía muy normal en las relaciones de los romanos con los territorios ocupados) Para ello era necesario un motivo político que afectase a la seguridad de Roma en los territorios ocupados, como sedición, revueltas de orden público, revolución armada contra personas o propiedades del imperio. Ninguno de estos motivos podían ser aplicados a Jesús y menos demostrar, de ahí las reticencias de Poncio Pilato a condenar a Jesús, que no hubiera dudado ni un instante en aplicar la pena de muerte si hubiera habido una razón que lo sustentara. La presión que ejerció el Sanedrín es obvia y evidente, (siempre con la descripción que hacen los evangelios). Jesús fue torturado y maltratado -cosa sorprendente- antes de ser condenado por el Sanedrím por blasfemo, y por afirmar que resucitaría el tercer de entre los muertos, poder que según los judíos está reservado a Dios y en cuya resurrección en el último día, solo creían los fariseos que no los saduceos, por lo que el sanedrín estaba dividido sobre esta cuestión. Lo que si es sorprendente es el castigo tan fuerte que soportó Jesús antes de ser crucificado, como la flagelación en su tercer grado. Una de las explicaciones podría ser la intención de Poncio Pilato de flagelarle tan duramente para que muriese antes y librarle de soportar los terribles dolores de la crucifixión; sobre este asunto nos movemos en hipótesis no contrastables. 
Lo que es evidente es el hecho histórico de la crucifixión de Jesús, relatado por los evangelios como incuestionable. Y aunque estos no son relatos estrictamente históricos, sino la expresión de fe de una comunidad en torno al Cristo de la fe, podemos afirmar que lo más histórico dentro de los evangelios es la muerte y crucifixión de Jesús de Nazaret. Sobre la resurrección también tenemos testimonios o puntos de vista diferentes, relatados por testigos presenciales de los que la vivieron. Otro día abordaremos este tema, como es debido.



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